Como es costumbre mía, en fin de semana no añado relato histórico, pero no puedo demorar el comentario de moda en el día de hoy, porque mañana puede quedar atrasado, y alguna otra cosilla de la actualidad.
Ayer hablamos de los majaderos y jóvenes de "fina educación" que campan por las tierras andaluzas, como en todas partes, y a este propósito se han señalado, sin vergüenza, algunos de ellos, de las Juventudes Socialistas, dedicándose a ridiculizar y vejar algunos rituales católicos. Independientemente de que me importa poco el cerdo ataque a la Iglesia, donde hay personas lo suficientemente mayores y capaces para dar una respuesta adecuada, sin que nadie les defienda, lo que me indigna es el insulto indiscriminado a las personas creyentes, como por ejemplo los devotos a la Macarena, a Ntra Sra. del Rocío, el Cristo de los Faroles, el Cristo de los Gitanos, Jesús del Gran Poder, la Esperanza de Triana... ¿Sigo? Deberían ser los andaluces los que arrastraran por las calles a esta juventud podrida, a esta canalla incapaz de respetar ni a sus propios padres, con tal de parecer... no se me ocurre qué. Y yo no soy practicante.
Montesquieu razonaba: "El hombre religioso y el ateo hablan continuamente de religión: el uno habla de lo que ama, y el otro de lo que teme".
Sin que ello resulte sobresalto alguno para nosotros, a estas alturas, la Audiencia marxista-oportunista sigue dejando en libertad a asesinos convictos; en este caso a tres letrados de ETA. Voy a dejar de expresar el juicio que me merecen los togados españoles porque voy a acabar en la cárcel, en sustitución de los asesinos vascos.
Y para informar a los lectores extranjeros, resulta que la depuradora de Valencia, informa la prensa, ha facturado 5 millones y medio de euros a empresas relaccionadas con el Partido Popular. En realidad desconozco si la golferia va ligada a algún gen, pero en la región mediterránea española, que en la antigüedad fuera colonizada por los griegos, fenicios, romanos, godos, árabes... desde Francia a Portugal, la tendencia a la corrupción, incluidas las Baleares, ha alcanzado rango folclórico, como la escalivada, la paella o el salmorejo. no se conoce igual número de indeseables, por metro cuadrado, que en el Mediterráneo español.
De modo que bajando los impuestos (algunos), privatizando sin rubor, y ahora militarizando un servicio público al aplicar el Estado de Alarma en consonancia con el artículo 116.2 de la Constitución, todavía en vigor. ¿Que otra medida de derecha extrema piensan adoptar estos gilipollas? ¿O es que responden a presiones del sociata Obama y de la fracasada Merkel?. Analicemos: ¡Que listo es Rubalcaba!
Los controladores, uno a uno, y sálvese el que pueda, son unos canallas y unos cobardes, y como colectivo, una panda de imbéciles, que han caído en la trampa del químico alopécico. Es a todas luces evidente que, en una línea paralela al 11-M, pero de momento light, el gobierno zapaterino ha provocado la situación que estamos viviendo de la aviación comercial, de manera intencionada, y estos estúpidos han caído en el garlito como conejas. Esta medida les beneficia desde varios puntos de vista: en primer lugar ¡Menuda cortina de humo , para tapar otras calamidades de rastreo mediático. Por otro lado, la oposición calladita como prostitutas. Y en tercer lugar, ya tienen el pretexto idóneo para continuar con las privatizaciones, descrédito del colectivo demandante, cuya razón, si es que la tienen, que yo creo que no, ha quedado desprestigiada ante la opinión pública, por incivilizados; y descenso de honorarios. Ahora a conformarse con un sueldo como el de los médicos de hospital, oficio, por otro lado, mucho más estresante que el suyo, y que requiere de una capacitación infinitamente superior que la de un "guardia de tráfico" listillo. Y conste que los siguientes son los chulos de los pilotos; vamos unos conductores de máquina de ferrocarril, con mandos algo más complicados, y nada más. Como dijo Fernando Fernán Gómez: "¡A la mierda!".
¡Ah, por cierto! Los sindicalistas de siempre no han perdido la oportunidad de mostrarse tal como son, una piara de impresentables, y hacer el ridículo, como es su costumbre.
Y para terminar esta línea de comentario, corrección a los periodistas: destierren el término "huelga salvaje", porque en la legislación vigente, por cierto imprecisa y opaca, queda expresado lo que es una huelga. De modo que ni salvaje ni gaitas, la actuación del colectivo de controladores, de manera individual, les implica en un delito por negligencia y abandono de su puesto de trabajo, y contra la seguridad y el orden ciudadano. Otra cosa será que la comadreja renuncie a aplicar medidas represivas, tal como marca la ley, conseguidos ya sus propósitos. De modo que de huelga salvaje, nada.
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