domingo, 6 de julio de 2014

Ekaterimburgo, bella ciudad de los Urales rusos atravesada por el río Iset, que cuenta con más de 1,4 millones de habitantes, una importante industria, con 16 universidades y escuelas técnicas, aeropuerto internacional y, desde 1991, metro. La ciudad, está, recientemente, incorporándose al mundo del turismo con interesantes ofertas para los visitantes, pero no siempre todo fue, para su legado histórico, un paseo entre rosas, pues que, el 17 de Julio de 1918, entre sus muros, se produjo el asesinato de toda la familia del emperador Nicolás II por el populacho marxista leninista, hoy día de gran solvencia mediática en España. Pero los historiadores no nos vamos a escandalizar ahora, porque, no sé si alguien lo dijo antes, pero lo digo yo, no se conoce revolución sin crímenes, sobre todo aquellas subversiones que acaban en una república, ignoro por qué. Es histórico remotos tiempos el quítate tú que me pongo yo, suele costarle el pellejo al monarca de turno y, con frecuencia, a su familia.
Debo confesar que no me cabe la menor duda, porque ya nadie se corta un pelo, que los representantes de los comunistas españoles (el macarra de la coleta, el de los faldones de la camisa por fuera del pantalón de IU, la ETA, los ladrones andaluces sindicalistas del SAT, y otros desarrapados intelectuales de buen comer, mejor beber y excelente vivir) y, como no gran parte de los socialistas advenedizos, andan tras provocar la caída de la monarquía española, si es necesario, a través de un "imprescindible" golpe de estado, como, a través de un apaño electoral, lo fue en 1931.
¡Viva la república! ¡Muera el rey! ¿Y por qué no? La idea de un nuevo Ekaterimburgo sobre la familia real (o la familia del rey, que para el caso lo mismo da) debe ser tentadora, y luego... la dictadura republicana, ¿o creen que todos somos tontos? Todos no, todavía quedamos en España algunos ciudadanos que no nos chupamos el dedo y no nos dejamos arrastrar por cantos de sirena. Bien es verdad que, lo que en este país se llama derecha, y otras veces centro, ni es derecha ni centro ni nada parecido, porque la derecha en la Celtiberia ha quedado comoun rescoldo testimonial e inoperante, gracias a Dios, pero lo cierto, y en Europa que siempre ha ido por delante de España en lo bueno y lo malo, es que la izquierda lo ha hecho tan mal, la izquierda que se denomina a sí misma democrática, lo que es un contrasentido, ha machacado tanto al ciudadano que nuevos brotes de derecha auténtica, la peligrosa, están emergiendo por doquier desde hace bastantes años ya. Pero para todos estos cerebrillos salvapatrias de la izquierda descamisada, alborotadora y encoletada, puede que, a pesar de su instinto revanchista y antimonárquico hasta el extremo, las cañas se vuelvan lanzas, porque, en caso de que, tras prender una mecha para el crimen social, tengan que salir por pies, ya no les queda ni la acogedora Francia, reducto de tantos delincuentes emigrados o exiliados, en otros tiempos, y ahora escocidos bajo la amenaza lepenista, aunque siempre estará Cuba o Venezuela o... ¿por qué no? Corea del Norte, Somalia o... La república de Cataluña, con su ejército,sus espías y su inestimable tesoro nacional.
No era mi intención dar ideas, pero, o espabila el PP gobernante y comienza a darse cuenta de su interinidad, de su precariedad intelectual ante muchos de sus gobernados y baja el morro dromedaricus y se acerca a la gente, como lo está haciendo el rey Felipe, y los socialistas dejan de vender humo, pensando que la hoguera que están creando es un simulacro, cuando está tomando proporciones colosales, o dejan de ser representativos para la mayoría de estos necios votantes españoles y van a tener que usar, en vez de corbatas verdes, pañuelos rojos.