sábado, 21 de mayo de 2016

Una gran preocupación corroe el alma, ahora, de algunas mentes algo más lúcidas que las que están en uso de sus facultades ejecutivas de poder y complacencia u obligación sectaria al partido que les alimenta, y es que resulta un problema, ahora, que un país, este país, haya llegado a una deuda que supera el PIB, es decir que debamos más de lo que producimos. Ahora. Independientemente de que algunos ya lo dijimos (yo en este blog) hace años, en lo referente a España, la deuda no es exactamente nacional, sino propia de las comunidades autónomas, esas instituciones creadas al servicio de oligarquías y oligopolios, la suma de los cuales, dicen, se llama España (no me atrevo a decir reino de España).
Conclusión, el daño que el estado de las autonomías ha hecho a este país es incalculable, a la par que previsible, al menos para mí, a pesar del esfuerzo de políticos y plumíferos "ad hoc" por, cuarenta años después, seguir insistiendo en las bondades "democráticas" de este reparto quasi federal de las tierras provinciales. Vamos que lamiéndole el culo a las regiones "históricas" y no tan históricas hemos alcanzado un grado de destrucción nacional que ni Maduro ha conseguido.
Esta situación ¿hubiera tenido solución hace tiempo? Sí ¿Y tendría solución ahora? También. Incluso aplicando la anodina constitución que rige los designios de algunos españoles (otros se la pasan por el arco del triunfo y no pasa nada).
Verán: si una autonomía se endeuda de manera injustificada, se le advierte, no corrige una vez y tampoco otra; entonces el estado, en aplicación del articulo 155 de la susodicha que reza:
  1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
  2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas





El estado acondicionaría semejante desbarre retirándole su capacidad de autogobierno, y hasta que ello no esté enmendado, no revertirá la trasferencia autonómica. Ello es de aplicación, igualmente, en economía, sanidad  y enseñanza, por ejemplo. Pero, amigos míos, la blandura, la cobardía, la dependencia de la justicia respecto a los partidos políticos (y las ideas políticas del puñetero) y la falta de patriotismo ahogan día tras día el progreso de la nación, y, pues, hemos llegado a donde hemos llegado.
Ocurre que una dictadura tiene una salida muy fácil, la muerte del dictador, el asesinato del tirano; pero un sistema democrático, sea tan podrido y miserable como el nuestro o no, no tiene solución. No vamos a matar a todos los que han votado a Podemos, a la CUP o a ETA en todas sus denominaciones, por ejemplo. Y tratar que el Homo "Sapiens Ibericus" reflexione y actúe, ante las urnas, según un adecuado y exigible nivel intelectual sencillito en fútbol y en política, valga la redundancia, es pedirle al olmo peras; pues a joderse tocan. Ahora bien, esta situación acabará por explotar. ¡Vaya si explotará! Ignoro cómo ni de qué manera, pero la onda expansiva se acabará extendiendo a o desde toda Europa.
Y dicen los que piensan que nos aleccionan a todos, que la mayor preocupación del ciudadano es la corrupción (a la que venimos habituados desde tiempo de los Tartessos), el paro (muy relativizado, por cierto, con el trabajo a la sombra) o las esteladas (que por mí pueden introducírselas por el recto), pero la progresiva desintegración ética, intelectual y moral de la nación, empezando por sus líderes, a expensas de un sistema democrático perverso, basado en la demagogia histórica y la destrucción del todo para satisfacción de una parte, y un estado  de derecho coercitivo y agraviador (bien que diseñado por mentes marxistas resentidas y revanchistas) y para una sociedad ignorante como pocas las ha habido en el último siglo y medio, es, al menos para mí, la principal cuita, la mayor intranquilidad del espíritu, en tanto espero el desenlace final. Y si ya Antonio Machado anunciaba:
 
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón
 

a día de hoy, con 17 Españas, las previsiones me resultan, más que venezolanas, coreanas del norte.
Un político del siglo pasado dijo:

                        Los gobernantes liberales no creían ni siquiera en su misión propia; no creían que ellos mismos estuviesen allí cumpliendo un respetable deber, sino que todo el que pensara lo contrario y se propusiera asaltar el Estado, por las buenas o por las malas, tenía igual derecho a decirlo y a intentarlo que los, guardianes del Estado mismo a defenderlo.
                       De ahí vino el sistema democrático, que es, en primer lugar, el más ruinoso sistema de derroche de energías. Un hombre dotado para la altísima función de gobernar, que es tal vez la más noble de las funciones humanas, tenía que dedicar el ochenta, el noventa o el noventa y cinco por ciento de su energía a sustanciar reclamaciones formularias, a hacer propaganda electoral, a dormitar en los escaños del Congreso, a adular a los electores, a aguantar sus impertinencias, porque de los electores iba a recibir el Poder; a soportar humillaciones y vejámenes de los que, precisamente por la función casi divina de gobernar, estaban llamados a obedecerle; y si, después de todo eso, le quedaba un sobrante de algunas horas en la madrugada, o de algunos minutos robados a un descanso intranquilo, en ese mínimo sobrante es cuando el hombre dotado para gobernar podía pensar seriamente en las funciones sustantivas de Gobierno.
 Ha sido un placer.

jueves, 12 de mayo de 2016

Pues verán ustedes, aunque si algo me enferma es dar propaganda a seres retrógrados, en primer lugar porque no soy psiquiatra y además, tratándose de un presunto Homo Antecesor a quien habría de consultarse es a Juan Luís Arsuaga que sabe mucho más que yo de estos individuos. Pero haciendo una excepción, principalmente, no educativa, que sería una empresa descabellada y estéril, sino, simplemente informativa, me veo obligado a detallar a la individua esa de la CUP, sí hombre, a esa que le cortan el pelo con un tazón, una tal Gabriel, como el arcángel, que la provocadora ideíta esa  de la crianza de los hijos en el seno de una manada, no solo estaba ya inventado por las elefantas, que aplican una ternura al cuidado de la prole infantil, sea de la madre que sea... no, he dicho ternura no negrura... Jo, esta tía no entiende nada; así Cataluña va como va. En fin, sigamos, digo que esa idea estaba ya inventada incluso en el seno de la raza humana y contemporánea, porque resulta que la creación del Estado de Israel se fundamentó en los Kibutz, organizaciones comunitarias, es decir comunas, desarrolladas para compartir el trabajo agrícola, y en ellos, los hijos eran educados por la comunidad, y sus miembros tenían prohibida la posesión de bienes individuales y compartían incluso las bragas (no es una figura retórica, es real); de los tampones con esponja marina no me consta. ¡Escucha, tu, comunista! ¡la creación del Estado de Israel! ¿A que jode? Pues sí señor esto es lo que hay, que los perroflautas del siglo XXI pensáis lo mismo que los sionistas del XX. ¿A que escuece? Pues jódete.
 
 
 

martes, 10 de mayo de 2016

Estoy silencioso a la espera de ver en que acaba el alegato de mentiras y cinismo con que nos han obsequiado, que nos están obsequiando, la cuadrilla de "estadistas" cuyas evacuaciones acaparan más de la mitad de los diarios de papel, los telediarios de las distintas cadenas y las noticias de las diferentes emisoras de radio. Dicho de otra forma, contemplar cómo, una vez más, los españoles, que con una papeleta de voto en la mano tienen más peligro que un talibán con un lanzamisiles, destrozan una nación, hasta hace poco, próspera y cómoda, apostando por la forma más rápida de desintegración social que se conoce: la democracia. Comentar todas las gilipolleces que, inevitablemente, vamos a escuchar durante los dos meses que quedan de campaña, es algo a lo que me niego rotundamente.
Pero hoy, intercambiando reflexiones conmigo mismo,  me he sorprendido de un fenómeno físico que no creo que en nada tenga que ver con la teoría de cuerdas o la unificación de las cuatro fuerzas que rigen nuestro universo: la invisibilidad del jubilado. Sí. Porque no conozco un caso de mutación metamórfica tan excepcional como la de aquellos que, hasta el día anterior al deceso laboral eran personas consideradas, respetadas y válidas, y de pronto, a la mañana siguiente te levantas y ya eres incapaces de verse en el espejo del cuarto de baño. Resulta que como estás cobrando una pensión, a la que, y si no es así que se me corrija, tienes todo el derecho, ya no puedes mantenerte moderadamente activo, en mi caso practicando la medicina privada, porque activo a tope ya no te lo permite la coronaria, o te retiran la pensión. Es decir, toda una vida de experiencia acumulada que de un plumazo ya no sirve para nada a la sociedad. Es más, si das conferencias, charlas, para mantenerte activo intelectualmente, vendes libros (obsérvese que digo "vendes", no "escribes", porque de lo uno a lo otro, salvo que seas mujer y catalana, va un abismo), cuya edición te ha costado una pasta,  o exposiciones de pintura, en caso de que ello sea una de tus habilidades, y vendas cuadros (otra vez "vendas"), o cualquier otra actividad remunerada aunque sea humildemente, que son la mayoría (salvo que seas folclórico y salgas en guarradas de Telecinco), te juegas la vida, el sustento, la cárcel y un paseo sobre una burra por tu pueblo con el "sambenito" calado hasta las orejas.
Creo recordar que hará un año, más o menos, el Presidente del Gobierno (obsérvense las mayúsculas) Exmo. Sr. Rajoy Brey, afirmaba que era imprescindible no desaprovechar la enorme experiencia de aquellos profesionales que se hubieran jubilado. Naturalmente no dijo el cómo lo haría, pero lo cierto es que en un golpe de varita mágica ¡zas! ya no sirves para nada. y además eres totalmente gratuito.
Pero a más recochineo, si se te ocurre recurrir por una necesidad de salud, en el caso de médicos, al mismo hospital donde has trabajado durante tantos años y tantos favores hiciste a tantos compañeros y tantos familiares de compañeros, resulta que ya nadie te conoce, nadie te quiere conocer y, es más, hasta molestas. ¿A que es extraordinario? Afortunadamente no es mi caso, pues yo, el día siguiente de recoger las velas laborales, me exilié de la muy caciquil sanidad de la Comunidad de Madrid, y di con mis huesos, mis libros y demás trebejos en un pueblecito asturiano, donde la gente me aprecia por mí mismo, dónde soy uno más y, por el momento, no tengo quejas de importancia. Y digo de importancia porque resulta que el Colegio de Médicos de Oviedo no puede considerarme un colegiado emérito más, a efectos de las actividades que aquí desarrollan los galenos jubilados, porque lo soy en Madrid. Bueno, dirán los lectores, pues nada más fácil que pasar la colegiación de una comunidad a otra. ¡Pues no! porque las colegiaciones eméritas u honoríficas no tienen recorrido y para ello, agárrense, tengo que volver a colegiarme en Madrid con ejercicio, trasladar esta colegiación, con ejercicio, a Asturias y luego renunciar a ella para volver a ser honorífico. Y, si me colegio en Madrid con ejercicio, los sesudos cerebros que nos dirigen, deducen que voy a volver a ejercer y me quitan la pensión. ¿Viste?, que dicen los argentinos. De modo que me encuentro en un limbo colegial carcelario que me archiva en el anonimato. Gracias que en el Colegio de Médicos de Oviedo me han aceptado en la asociación de jubilados y tienen conmigo algunas consideraciones: me remiten la revista del mismo y me han permitido dar dos conferencias ¡¡sin cobrar, oiga!! y asistir a las de otros colegas. Pero, o me lo tomo con humos o me apunto a Alqaeda.
Bueno, vamos a dejarlo aquí. Queda claro que el manto de la invisibilidad de Harry Potter existe, que la sociedad está perdiendo valores que le deberían ser muy necesarios y queridos, por su bien, y que en las próximas elecciones va a votar, por lo que a mí respecta, su puñetera madre.
Gracias por atender a este pensionista de tres al cuarto, condenado por decreto a sentarse en un banco al sol a ver pasar mozas de muy buen ver, mientras comenta con otro paisano: "pues en mis tiempos..."