lunes, 16 de octubre de 2017

El terrorismo que España ha sufrido durante 40 años que, aparentemente, se ha reducido en intensidad -autoridades dixit- ha marcado el carácter socio-político de los años llamados de la "Transición". Ya no muere nadie por causa de reivindicaciones vascas, pero el tal terrorismo carpetovetónico se ha disgregado de tal manera que ya no sabe uno por donde le va a venir el estacazo. Contamos, para nuestro peculiar drama hispano, con un terrorismo parlamentario, un terrorismo sindical, un terrorismo expresivo, un terrorismo familiar, un terrorismo latrocínico,  un terrorismo feminista, uno antisistema, un terrorismo independentista, un terrorismo partitocrático, un terrorismo fiscal y finalmente un terrorismo sostenido por la estupidez más ramplona y "democrática". Pero hoy quiero denunciar el terrorismo incendiario, otra forma de aterrorizar a las poblaciones, a las regiones enteras por medio de los incendios forestales,
Como con el total de los terrorismos, las autoridades, todas ellas, son inexcusable e inaceptablemente blandas con la persecución y ejecución de las más radicales  penas a los culpables de los delitos de incendio de bosques y montes y con ellos la vida de multitud de personas de golpe, bien literalmente sus vidas o destruyendo sus cosechas, sus viviendas, sus animales y en definitiva su bienestar su sosiego y el fruto de toda una vida de trabajo. Mas como ninguno de los tres poderes del estado, ni las fuerzas y cuerpos de seguridad parecen haber entendido la necesidad de acabar con esta plaga, este delito de terrorismo y con sus protagonistas, creo que lo más oportuno es que en los pueblos víctimas de tanto dolor y tanta congoja sean sus habitantes los que tomen el toro por los cuernos y hagan justicia. Saben perfectamente quien o quienes son los culpables... creo que no es necesario que explique nada más... todo el mundo sabe lo que es un somatén. ¡No dejéis que os arruinen la vida! ante los ojos impasibles de aquellos que deben defender vuestra seguridad y vuestros intereses.

 

sábado, 30 de septiembre de 2017

Que en el extranjero (el extranjero para mí), lo mismo que en España, y muy especialmente entre los inútiles de esa sociedad antidemocrática llamada Organización de Naciones Unidas, no cabe un imbécil más, es algo irrebatible, pero esa no es la cuestión, dejemos a la irrelevante y prescindible intelectualmente chusma planetaria engordar sus barrigas con su sectarismo fanático e irreflexivo.
Doy por hecho que mi silencio tan largo en esta tribuna de opinión, a pesar de todo el fuego y el azufre que está cayendo en esa Sodoma española conocida como Cataluña, habrá extrañado a más de un lector de este blog, por cierto el 90% extranjeros, pero es que he seguido la prensa escrita y hablada, día a día y las consideraciones hechas al respecto, eran (y hablo de la prensa libre) suficientemente acertadas, resueltas y enérgicas, en general... ¡AHORA!
 Pero en este instante, en que la historia se repite me vienen a la memoria dos razones: recuerdo, en primer lugar a Martin Niemöller y su:
"«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»
 
Bien pues en segundo lugar, y a riesgo de parecer cansino al insistir en que yo no soy demócrata, la morralla política que nos ha dirigido, a todos los niveles, desde la muerte de Franco, solo se ha preocupado de gobernar para 4 años vista, es decir para mantener o aumentar el caudal de votos, sin preocuparse de dónde venían, y así seguir ostentando el poder.
Ellos crearon el sistema de COMUNIDADES AUTÓNOMAS, que ha arruinado las arcas del país, y sigue en ello, y ha propiciado la instalación de la canalla más vil en la política que nunca vióse en la historia de España. Se ha confiado en manos del hampa los recursos más inviolables para el ciudadano y su descendencia: la educación de las generaciones que habrán de seguirnos, la sanidad, bien muy caro en España pero necesario tal como lo hemos desarrollado, policía, control sobre el funcionariado de la autonomía, control sobre la recaudación de la comunidad (que luego debían aportar al balance general para su distribución según necesidades. y lo hacen cuando les da la gana), capacidad legislativa y, la guinda del pastel, los estatutos de autonomía.
He subrayado la capacidad legislativa para que los necios, nacionales y extranjeros, entiendan que una consulta popular, un referéndum, sufragio o plebiscito puede llevarla a cabo, según la ley, una comunidad autónoma, lo mismo que un ayuntamiento, sobre un tema que les afecte exclusivamente a ellos, pero no cuando implique a todos los ciudadanos de la nación. Así por ejemplo, un municipio podrá consultar a sus habitantes sobre si coloca árboles en una calle o si determinar la altura máxima de las construcciones en el pueblo. Del mismo modo una autonomía podrá consultar si lleva a cabo una oposición para funcionarios de la misma comunidad o si trasladar la fiesta del patrono de la comunidad a otro día distinto del establecido hasta ese momento, pero nunca podrán llevar a cabo un referéndum sobre una cuestión que compete opinar a la nación entera. Este es el caso de Cataluña, región que me pertenece tanto a mí como a los naturales catalanes. ¡ESTAMOS!
Y ahora la pregunta decisiva: ¿Cómo hemos llegado a esta situación actual? Cuando tanta gente nos dábamos cuenta, hace tantos años del suicidio al que iba encaminada España, y tantas veces lo dijimos. Pero cerrando los ojos, untando a catalanes y vascos de billetes y prebendas, cada vez más sustanciales, transformando a sus políticos en reyezuelos, aquí estamos.
Cuando el reino de Judá, gobernado por el rey Joaquim, vasallo de Babilonia, se negó a pagar los tributos que venía participando al imperio mesopotámico, el rey Nabucodonosor arrasó Jerusalén, destruyó su templo y se llevó prisioneros a todos sus habitantes.
Cuando, en el año 70, los judíos, pertenecientes a la provincia romana de Judea (Palestina para los romanos) se rebelaron contra roma, El emperador Tito entro con sus legiones y masacró a todo bicho viviente y destruyó, por segunda vez el templo judío.
Cuando Stalin impuso la colectivización agraria a Ucrania, y sus habitantes se negaron a entregar el producto de sus cosechas de cereal, el regidor soviético mató, en dos años, a siete millones de ucranianos de hambre. Esto es un recuerdo para comunistas y marxistas.
Pero volvamos a nuestras reflexiones y dejemos, de momento, las clases de historia. En efecto, Jordi Pujol lanzaba proclamas independentistas hace 35 años, pero se le calmaba con dinero y dejándole que robara a manos llenas, al fin y al cabo, yo no soy catalán... Pero ahora han venido a por el gobierno da la nación y todos somos catalanes. Y ahora ¿que?
Yo, desde aquí, acuso al difunto Adolfo Suarez, a los hoy desenvuelto locuaces e inspirados moralizadores Felipe González, Alfonso Guerra y José María Aznar y a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez de alta traición, y crímenes contra el honor la seguridad e independencia de la patria las personas y los bienes de España. Naturalmente ningún tribunal les va a juzgar, porque se ocultan detrás del amparo de la democracia, es decir, "pues que en las próximas elecciones no me voten". Pero  desde mi moral y de la de las personas de bien, ustedes son reos, al menos, de cadena perpetua. Pobre España.
 


sábado, 15 de julio de 2017

El 23 de Febrero de 1981, un puñado de militares con tricornio entró, armas en ristre, en el parlamento de los diputados de España tratando de imponer su voluntad a los representantes legítimos del pueblo español, subvirtiendo la legislación vigente. El embate duró menos de 24 horas, al rendirse los mandos de las fuerzas implicadas; esto ya es un detalle. Los cabecillas, fueron acusados de provocar un golpe de estado, como no podía ser de otra forma, y les fueron aplicadas penas de cárcel de 30 años para abajo (bien es verdad que atribuidas a algunos culpables porque no estaban todos los que eran ni mucho menos), que nunca llegaron a cumplir, ni por aproximación la mayoría, en virtud de la misma blandura judicial que ahora excarcela compasivamente a etarras, violadores, narcotraficantes gallegos, ladrones socialistas andaluces, golfos catalanes, etc. Finalmente nadie sufrió daños, aunque el susto fue morrocotudo.
A día de hoy, el gobierno catalán promueve todo tipo de ilegalidades, insultos y amenazas al resto de los españoles, desde hace muchos años, sin pausa y de forma progresiva, hasta llegar a proclamar la independencia de la nación española contraviniendo todos los capítulos de la legislación en vigor, y nadie les acusa de golpe de estado, y, como mucho, los amenazan con una multita y una incapacidad para ejercer cargo político unos meses (véase el caso Mas). Naturalmente estos no han hecho uso de las armas como Tejero y compañía, pero el dolo "nazi" provocado a miles de personas mediante un sistemático acoso y aleccionamiento de los más jóvenes, para la causa, durante los últimos 40 años, ha provocado la muerte civil de muchas personas y muchas familias que han visto su vida destrozada (bueno algo parecido a lo que ocurre en Andalucía con los sindicatos)
Parece que en España no hay más asesinos que en Vascongadas, región sobre la que no hay mucho que explicar ya, pero es que hay muchas formas de asesinar y mucha calaña de asesinos: Naturalmente, en primer lugar están aquellos que llevan a cabo la muerte de una o varias personas por su propia mano; estos son los que en mi país, si afirman pertenecer a una banda terrorista, después viven como duques en las cárceles y de dos mil seiscientos años, por ejemplo, de condena, cumplen doce. Pero luego también están los que relativizan el asesinato así como sus causas y sus consecuencias (Pedro Sánchez y otros) y los que provocan la muerte social de otras personas; en esta categoría entrarían los de partidos políticos de extrema izquierda (o simplemente de izquierdas), ya que como dije en otra ocasión, en España, lamentablemente, no existe extrema derecha oficialmente, si excluimos al nazismo catalán. Y por último encontramos a todos aquellos que relativizan, politizan y polarizan, para su beneficio, a la sociedad, a esa sociedad siempre irreflexiva y necia, para dividir y enfrentar a la nación aunque ello conduzca a una guerra civil, y de estos, de los inductores y de los necios, la sociedad se nutre en, al menos, dos terceras partes de sus habitantes. En resumen que en España conviven conmigo más de veinticinco millones de "asesinos".
Yo en la próxima reencarnación quiero ser águila imperial, esposo de boticaria o catalana (seguro que así ganaría un premio Planeta).

martes, 20 de junio de 2017

Cuantas veces hemos podido contemplar en reportajes al uso que la manera de atraer a los tiburones hacia la embarcación donde se pretende observar su comportamiento es derramar en los alrededores restos de pescado y sangre de los mismos, nunca falla.
Igualmente a nadie le cabe la menor duda de la existencia de millones de ratas en las poblaciones, normalmente en número mayor que de habitantes, pero se esconden entre la porquería de las alcantarillas, donde pueden medrar y reproducirse sin ser detectadas, y solamente emergen a la superficie con ocasión de catástrofes en las que se produzcan abundante pérdida de vidas humanas y no humanas para alimentarse de los cadáveres y carroña abandonados. Pero hasta ese momento su existencia, su censo nos es desconocido, y la vida transcurre para las gentes y animales de la superficie entre la rutina diaria que nos es conocida para bien o para mal. El olor a muerte, a sangre, al igual que en el caso de los tiburones, es el mayor atractivo de estas bestias subterráneas.
Igualmente sabemos que en nuestras sociedades, en nuestro entorno y mezclados entre nosotros, un número indeterminado, no censado, pero apostamos que razonablemente nutrido, sobreviven su mísera existencia cabestros de dos patas, retoños de maturranga, bucardos y mal nacidos difíciles de identificar, hasta que, como cebo inevitable, tiene lugar la muerte de un torero, el atentado contra un guardia civil o cualquier celebración tradicional que huela a España. Entonces aquellas alimañas asoman sus asquerosas cabezas de entre el otro mundo, el mundo del odio, el resentimiento y la ruina intelectual, en busca de un bocado que les haga sentirse protagonistas de una existencia aunque sea tan miserable.
Bueno, yo sería partidario de eliminar esos parásitos sociales de la misma manera que se hace con cualquier bestezuela perniciosa en caso de riesgo de epidemia, pero al parecer eso no es cristiano (yo tampoco), ni democrático (yo tampoco), ni civilizado (aquí he de claudicar) y en virtud de no sé qué mecanismos de sostén social hemos de soportar esta y otras violencias igual de nauseabundas enredadas en el entramado social que tanto trabajo nos cuesta trenzar. Quizás para darle más interés a una existencia que gusta vestir de acomplejadas ñoñerías.
Y es que España, una sociedad donde no existe la extrema derecha, algo útil como contrapeso (compruébese como ha funcionado en Francia) pero sí las extremas izquierdas e incluso los grupos anarquistas y antisistema instalados en el poder, no puede prescindir de esas piaras que les son tan provechosas a los medios de comunicación y diversos partidos políticos siempre ávidos de carroña.
 

miércoles, 7 de junio de 2017

Desde luego si yo fuera el padre del joven que con el monopatín defendió a una mujer del terrorista que la acuchillaba, creo que se llamaba Echeverría de apellido, solicitaría la inmediata repatriación del cadáver y exigiría una autopsia en España para dejar clara la causa de su muerte. En cualquier caso que quede claro que, a pesar de la proximidad de nuestra frontera con África, los españoles no nos parecemos lo más mínimo a estos hijos de puta de la chilaba, los asesinos islámicos y los que no tienen cojones para salir en masa a aclarar si, como algunos afirman por lo bajo, el Corán no manda asesinar inocentes. Como este abogado se hace patria y no como pretenden catalanes y vascos.

martes, 6 de junio de 2017

Es francamente notable que yo llegue a coincidir con las opiniones del periodista Salvador Sostres, pues normalmente deploro, no solo el fondo de sus pareceres y radicales sentencias sino, igualmente, sus formas, más propias de un despotismo mal ilustrado y sectario cartujo, que de un intelectual reflexivo, analítico, prudente e informado. Pero en estas fechas que se dicen de Pentecostés, seguramente, hale alcanzado alguna epifanía reveladora pues el artículo que firma en el 5 de Junio de 2017, debo expresar albricias, es francamente (perdón, quise decir realmente) acertado.
En efecto, la sociedad catalana, en jamás de los jamases se la esperaba barnizada de tintes izquierdistas, y no digo nada ultra-izquierdistas, pero, eso sí, siempre aprovechada al aroma del "billete que no falte"; en definitiva la que siempre hemos conocido como "la burguesía catalana", lleva muchos años aprovechándose del agua revuelta que los independentistas provocan, agazapada tras una caja de botellas de cava y dando, a veces la de cal y otras la de arena. Parafraseando a Sostres "... llevan cinco años -yo afirmo que muchos más- esperando que alguien les resuelva el problema, sin agallas para salvaguardar la única estructura que protege sus intereses (el Estado español)... diciendo una cosa en público y otra en privado, intentando no quedar mal con nadie, en una equidistancia miserable..." He ahí el problema. Como dicen los franceses "Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même". Y mientras a ver quien ganas para ajustar sus apuestas.
En realidad esta actitud cobarde, torpe e insolidaria no nos debe de extrañar en los catalanes, en primer lugar por ser catalanes, algo que ya crea identidad, pero no como ellos creen ser diferentes, pero además no hay nada como hacerse el tonto, método sistemático de ocultación de responsabilidades de todos los políticos que nos han hecho compañía en los últimos 40 años, y siguen. Porque desde el principio del invento se les dijo que la España de las autonomías iba a ser un desastre, el cáncer que destruiría el tejido patrio. Y, en efecto, vivimos hipotecados, divididos, cabreados y acojonados gracias a un estado autonómico en el que las taifas respectivas ya no respetan a nadie ni nada; roban a manos llenas, incumplen impunemente la ley y los tratados, ofenden insensata y gratuitamente a las instituciones, los símbolos, la historia y las creencias de los ciudadanos. Y, en lo tocante a Cataluña, han consentido que se implantara el nacional-socialismo con todas sus consecuencias, y que se extendiera a Baleares y Valencia. Simultáneamente en las provincias Vascongadas se ha permitido un gobierno (tras otro) marxista-estalinista asesino y malhechor, y en Andalucía un enorme cortijo mandado por señoritos de catite y trabuco, donde todo latrocinio tiene su abrigo, arropado por el partido único mientras en el gobierno de la capital, unas veces lo ignoran intencionadamente, cuando gobierna el PSOE, y otras, si es el PP quien rige, se despistan entretenidos en llenarse los bolsillos de esos billetes que "no son de nadie". 
En España se ha dado pan a perro ajeno, a veces muy ajeno, y, como ya sabemos, pierdes el pan y te muerde el perro.
En fin que, como decía Susanita en las tiras de Mafalda, me encanta leer lo malos que son los demás para comprobar lo buena que soy yo, porque si atendemos a lo estúpidos, inútiles y peligrosos para sí mismos que son los británicos, España resulta ser un paraíso terrenal. Y lo mismo que podemos decir de las torpes, incompetentes e incapaces fuerzas y cuerpos de seguridad y los servicios de inteligencia ingleses, podemos afirmar de los franceses, los belgas o los alemanes, pongo por caso. y los ciudadanos venga a poner flores y velitas a los difuntos, y venga minutos de silencio y lágrimas y venga a votar a gobernantes cada vez más necios mientras se felicitan unos a otros por la alegría de vivir en una sociedad democrática, donde prevalece el "estado de derecho". Bien, queridos europeos, que les aproveche el suicidio.

sábado, 27 de mayo de 2017

Amigos míos, se han celebrado unas primarias del PSOE en España y  ha ganado Pedro Sánchez, no sé qué ha ganado, pero ha ganado. Es posible que los lectores extranjeros se pregunten que qué es el PSOE; también en España nos lo preguntamos muchos. El actual partido socialista español, roto en mil pedazos por los sucesivos fracasos, la soberbia, el resentimiento y la ambición de Pedro Sánchez, que condujo a que fuera expulsado de su cargo de secretario nacional del partido hace unos meses, asustado y confundido de la imagen especular de sí mismo, ha vuelto a elevar sobre los escudos al mismo muchacho.
¿Y cual es el nuevo programa, el proyecto gubernativo del guaje? ¡ahh! No se sabe con claridad. al parecer "fusilar" a Mariano Rajoy, presidente del gobierno. ¿Y algo más? Pues no ha dicho nada más. ¿Y entonces los chicos (y chicas) con carné para que le han votado?. Ni yo lo sé ni lo saben ellos. El único que lo conoce y controla es el líder -aparentemente- de los anarco-comunistas Pablo Iglesias. Ese, el de la coleta, que es quien, con astucia de hiena anda manejando los hilos de la izquierda en España.
Hace ochenta y cuatro años, en este país, durante una calamitosa, ilegítima, facinerosa y criminal segunda república (también la primera república resultó un fracaso, aunque mucho menos malhechora, debido a que en el siglo XIX en España había potencias intelectuales todavía, en comparación con este estercolero intelectual que nos dirige hoy), los variados partidos de la izquierda, fracasados en un presunto intento de gobernar la nación a la aparente democrática manera, se vieron superados en las elecciones de noviembre de 1933 por una coalición de partidos conservadores, algo que no estaban dispuestos a tolerar los marxistas, que, inmediatamente, se pusieron a intrigar, dirigidos por la internacional komintern, que acabaría dictando el camino a seguir, para crear una liga de partidos de izquierdas y anarco-sindicalistas, el Frente Popular, fusionados y bolchevizados a la manera de comités de enlace (soviets), para llevar a cabo la definitiva revolución bolchevique en España. Para ello, la directrices soviéticas, que no perdían ripio de lo que sucedía en la nación ibérica, aprovecharon las divisiones internas de los socialistas (como ahora) y, a través de una depuración de funcionarios, militares, policías, prensa y jueces no comprometidos con la "revolución armada" bolchevique, sin tapujos, al grito callejero de "obreros proletarios en lucha contra los fascistas", mediante agrupaciones denominadas "bloques", negáronse a aceptar los resultados electorales, creando un ambiente de pre-guerra civil que a finales de 1935 resultaba intolerable.
En realidad, el partido comunista se había comido al socialismo y manejaba los hilos. Intentaron "disolver los partidos traidores a la república y al pueblo", apoyar a los partidos independentistas catalanes y vascos, abrir las cárceles y forzaron al país a otras surrealistas elecciones, en febrero de1936, que ya fueran de su gusto. Desde ahí el sistema democrático, ya muy enfermo, quedó roto y la sociedad dividida y preparada para el posterior drama bélico.
Pues, el tal Sánchez, nombrado a pesar de ser un perdedor recalcitrante, por un partido socialista destripado y acomplejado para dirigir su destino, que resulta una evidencia de nuevo fracaso, no posee, y él y los socialistas lo saben, fuerza electoral ante la nación, a no ser que se rinda a un nuevo Frente Popular, como hace 84 años, con comunistas, ya absorbidos por el partido de extrema izquierda Podemos, anarquistas, antisistema y todos los bichos vivientes de la extrema izquierda. y en eso está: puño en alto canta la internacional en todos sus mítines, viste el mismo atuendo que Iglesias y toda su ambición política, todo su programa político es cargarse a Rajoy. El resto, lo que diga Pablo Iglesias, es decir destruir el sistema político y social español: derribar la monarquía, pisotear a la iglesia católica y terminar con todo tipo de tradiciones españolas que huelan a religión o costumbres y fastos anteriores a la "Tercera República Española" marxista, leninista y totalmente sovietizada. Susana Díaz escondida en Andalucía no quiere ya saber nada; Pachi López desorientado e inservible como un klinex usado y todos los ideólogos, los que fueron y ya no son y los que aún son paro van a dejar de ser, gruñendo y refunfuñando como Pierre no doy una. Pues en eso andamos.
Por cierto, como me ha recordado la postura adoptada por el patán de Trump ante los líderes europeos con la mandíbula prominente, la cabeza elevada y las manos en la cintura, al fascista Mussolini. ¿A que no es cosa mía? Y dicen que están desapareciendo los asnos.


 

viernes, 5 de mayo de 2017

"Preciso es recordar -así lo proclama toda nuestra historia- que somos incoherentes, indisciplinados, apasionadamente localistas, amén de tornadizos e imprevisores. El todo o nada es nuestra divisa. Nos falta el culto de la Patria grande".
Así se expresaba don Santiago Ramón y Cajal, no solo un sabio de la neurohistología sino un humanista de primer orden, refiriéndose a los españoles de finales del XIX y principios del XX, ignorando, el Premio Nobel, que un siglo después, no solamente no hemos vencido aquellas miserias, sino que nos encontramos mucho peor. Siempre he dicho que mi alma es decimonónica, que no me gusta la época en la que vivo y que deploro esta España y a los españoles que me rodean. Y no crean que el resto de Europa y del mundo en general me provoca un entusiasmo irrefrenable ni una envidia onicofágica. Comentaba hace días con un amigo que si en este momento me dieran a elegir un país, distinto al mío, donde asentarme, puedo asegurar que no sabría elegir uno, en cualquier continente, donde echar mis raíces de jubilado. En fin que si vivo para entonces, en la primera excursión a Marte, para permanecer en el planeta rojo para siempre, denme por enrolado.
En otro rincón de sus escritos, Cajal afirmaba:
"Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a loa pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimientos patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia".
Al parecer el médico aragonés concebía la existencia de pueblos civilizados que a mi, sintiéndolo mucho, me cuesta encontrar a una nación que merezca este calificativo.
Mas tocando, con mi consabida independencia intelectual e incorrección política, la punta del asta del toro mediático, habré de confesar que, aunque la corona de espinas de la corrupción, que tanto beneficio político concede a la izquierda (qué harían estos rojos si no hubiera existido Franco y no se hubiera destapado la corrupción del PP), catapulte sobre el papel impreso, y las pantallas reticulares y que, confesémoslo, pertenece al genoma hispánico, junto con otras desgracias como el desempleo, que ya refería Larra en sus artículos; los catalanes en sí mismos arrastrando las cadenas de la ridiculez en sus pretensiones que bien hubieron de aguantar los mismísimos Austrias; el crimen vasco-navarro, cuyo antecedente noventayochista condujo a tres guerras civiles desde 1833 al 1876, al grito de Dios, Patria y Rey (?), y, ya a finales del XIX y principios del siglo XX, terrorismo estatal que provocó cuatro grandes magnicidios a manos, no de terroristas como hoy se llaman, sino de anarquistas, en las personas de Prim, Cánovas, Canalejas y Dato; o bien otras preocupaciones de los españoles de hoy como son la problemática de la vivienda (hasta hace 70 años se alquilaban y se evitaban muchos conflictos), el precio de la gasolina, de la luz, la independencia de los hijos, presumir del teléfono celular de última generación, los divorcios y vuelta a dar por saco a casa, las majaderías que diga Luis Enrique, las cuitas de Belén Esteban  y esa vecina o vecino que está francamente apetitosa/o, he de confesar que mi mayor preocupación camina por otros senderos abandonados por los diversos gobiernos post franquistas y que al igual que mi maestro Ramón y Cajal se resume en todos los talentos jóvenes que se pierden en la ignorancia, fruto de la mala docencia de los múltiples y maturrangos planes de estudios tan bien sobados para los intereses políticos  del legislativo al uso,  en la propia ignorancia y en el olvido de la nación que les vio nacer, valga la redundancia, les formó y les omitió, les negó como personas y como técnicos en sus respectivas especialidades.
Repito y confieso que a mí las corruptelas de los políticos "bien pagaos", los jueces y fiscales mantenidos, la prensa amancebada, los empresarios coimados, sindicatos barraganos, etc., no me quitan el sueño. Hemos pasado de la España de charanga y pandereta de Machado a otra de "fulbol" y cateto autonomismo. Unamuno afirmó que amaba a España porque no le gustaba; yo ni la amo (a esta España tan "democrática") ni me gusta. Pero yo apremio a todos aquellos súbditos que se sientan realizados como ejemplares demócratas por votar cada cuatro años a un demente, a un incompetente o a un ignorante pretencioso, que se deje de votos y piense quienes serán los que construirán a sus nietos los puentes, carreteras, rascacielos, automóviles u ordenadores en este país; quienes  operaran a sus nietos o cuidaran de su salud, los enseñaran en las escuelas y universidades; quienes investigaran en España para distinguir y elevar la ciencia, el arte, la técnica y la humanística españolas al nivel que le corresponde. Si quieren que sean extranjeros los que se apoderen de nuestras industrias, hospitales, universidades, orquestas, talleres de todo tipo e incluso restaurantes, y todo porque nuestros jóvenes mejor preparados han tenido que emigrar o ganarse la vida colocando productos en los paneles de los supermercados, naturalmente de firma extranjera, en eso están las autoridades.
Esto es lo que me preocupa a mí. Y todo eso de que si todo lo que se roba en España o se dedica a la defensa se dedicara a labores sociales no habría paro y sí trabajo para todos, es una solemne estupidez. Si, poseídos por un sueño imposible, todo lo que se roba en España cayera en manos de la administración del estado, estaríamos igual; se lo habrían repartido los bancos y grandes  multinacionales, los catalanes para sus gilipolleces, los vascos o los andaluces para reforzar el PER. La auténtica verdad es que en España viviríamos como no han podido soñar en ningún país europeo si no existieran las comunidades autónomas.
España se ha suicidado. La nación con mayor y mejor capital humano y técnico de Europa ha arrojado por la ventana todos sus valores por el capricho de parecerse a la estructura de la república de 1931, y ¡esperen! porque todavía hay muchos que quieren que el parecido sea totalmente republicano, con bandera tricolor y todo. Y hablamos de una república ilegal e ilegítima, hija del mayor pucherazo del siglo XX en Europa, y resuelta en el mayor fracaso político de nuestra historia contemporánea.
¿Qué y cómo vivirán los hijos de nuestros hijos su aventura hispánica? Piénselo seriamente y exijan a los gobernantes luchar por ese bienestar, el intelectual y técnico. lo demás no solo es imposible de vencer sino además carísimo. El saber sí ocupa lugar. Pónganlo en el lugar que le corresponde para asegurar el futuro. Y a los mítines y a las elecciones que acuda la puñetera madre del sátrapa o de los sátrapas que gritan como asnos en celo, los que con unas lustrosas cuentas bancarias se quitan la corbata  para que ustedes estén convencidos que son del pueblo y luchan por el pueblo.

miércoles, 19 de abril de 2017

Amigos, hoy voy, con algún adorno por mi parte, a esquematizar una reflexión hecha por el periodista José Javier Esparza acerca de una de las muchos latrocinios que condecoran a la Gran Bretaña a lo largo de su vil historia:

"Estamos en 1704. España sufre la Guerra de Sucesión. Carlos II, el último rey de los Austrias, ha muerto sin descendencia. Los grandes poderes mundiales mueven ficha para que la Corona española quede bajo su área de influencia, porque España... sigue siendo una potencia descomunal. Por un lado está Francia, que tiene e su favor el testamento real, porque Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, ha sido designado heredero, in extremis, por el agonizante Carlos II, de quien era sobrino... Por otro lado está la coalición del imperio austriaco y de Inglaterra, el primero porque el archiduque Carlos, igualmente sobrino de Carlos II, había sido designado heredero de la corona española en un testamento anterior, y los ingleses porque, evidentemente, temían la constitución de un bloque franco-español... El hecho es que en 1702 comienza la guerra, la mayor parte del tiempo en territorio español.
En ese contexto de la Guerra de Sucesión, el 3 de Agosto de 1704 se presenta ante Gibraltar una flota anglo-holandesa (los holandeses siempre que han podido hacer daño a España no han perdido la ocasión. Su odio nos llega desde la declaración de heredero de los Países Bajos de Carlos V a su hijo Felipe II, en vez de entregárselo a Guillermo de Orange) al mando del almirante (el corsario, digo yo) Rooke, que no viene en nombre de Inglaterra (que no tiene declarada la guerra con España, ni mucho menos) sino en defensa de los derechos, y en nombre del archiduque Carlos , heredero del imperio austro-húngaro. Es decir que no es que Inglaterra está invadiendo España, sino que aquella formidable fuerza naval, actúa en nombre de uno de los aspirantes al trono... Tras cinco horas de cañoneo, la plaza se rinde.
En almirante (el pirata, insisto) Rooke, por su cuenta, toma el peñón, pero no para el archiduque Carlos de Austria, sino para la reina Ana de Inglaterra, dedicándose acto seguido al pillaje, asesinato, violación y saqueo...
Como es sabido el estatuto de Gibraltar se formalizó en 1713 por el Tratado de Utrecht que ponía fin a aquella gran guerra europea de intereses, en cuyo interior se había librado la Guerra de Sucesión española. Aquel tratado, en lo concerniente al peñón decía asó:
"El rey católico cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar... Pero para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el rey católico que la propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción ninguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra... Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciera conveniente dar, vender, enajenar de cualquier modo la propiedad de la propiedad de la dicha ciudad de Gibraltar, se dará a la corona de España la primera acción antes que a otros (esto, naturalmente, incluye a Fabián Picardo y su camarilla) para redimirla..."
... España no aceptaba (ni acepta) la legitimidad de la captura inglesa de Gibraltar (en un acto de piratería de una nación hacia otra con la que no tenía declarada guerra alguna)... Tan evidente es esto que hubo ingleses que se manifestaron como sigue:
John Bright, político liberal británico, en 1862: "El peñón de Gibraltar fue tomado y retenido por Inglaterra cuando no estábamos en guerra con España y su apropiación fue contraria a todas las leyes de la moral y del honor"
William C. Atkinson, hispanista escocés, reconocía en 1954: "La toma de Gibraltar en 1704, fue un acto de piratería"...
La ONU definió en 1964 el estatuto de Gibraltar como colonia..."
Aquí concluyo la referencia al señor Esparza al que agradezco su contribución a que se conozca la verdad y el préstamo de estas letras.
Por cierto, también era condición del acuerdo que las aguas territoriales correspondientes a Gibraltar, alcanzarían no más que el alcance del disparo de una bala de cañón, de un cañón de entonces, acuerdo que también se han pasado los ingleses por la entrepierna. No voy a preguntar por la opinión de la anciana reina de Inglaterra sobre esta cuestión de honor, primero porque la porcelano no suele emitir palabras y además porque la visita de su familia a la roca ya dice bastante del concepto de honor de los Windsor, el mismo de los Tudor o Estuardo. Sólo debemos observar, entre los títulos que adornan la silente figura de Isabel II, de cuantos lugares del planeta figura como monarca la nonagenaria graciosa (?) majestad.
Debemos insistir en que la historia de Inglaterra, Reino Unido o Gran Bretaña, como quieran, ha sido, y sigue siendo, la de unos ladrones imperialistas, fanfarrones, jactanciosos y tan anacrónicos como lo es el mundo, la sociedad los sarracenos islámicos. Con decir que hace unos días tan solo amenazaban a España con una guerra enviando su gran armada para acojonarnos. Y este miserable espíritu montó a bordo del May Flower y extendió su manto de matonismo de alcohólico depredador al otro lado del Atlántico, como la genética esparce los caracteres propios entre los descendientes de una especie viva. Y si no analicen, por poner un ejemplo, la manera cómo los yanquis nos robaron Cuba y Filipinas a golpe de cañón, y mintiendo sobre la voladura del Maine, lo que les sirvió de pretexto para declarar una guerra que sabían ganada de antemano. En España los llamamos gentuza a gentes como estas. Pero hoy día, si Inglaterra no tuviera al forzudo americano protegiendo sus espaldas, no tenían media bofetada de una Europa unida; claro que esto ya es ciencia ficción.
 

sábado, 8 de abril de 2017

Hace, aproximadamente, 2.563 años del nacimiento de Buda, 2.017 años del de Jesucristo y 1.430 del nacimiento de Mahoma, y para aquellos que no tengan el más mínimo interés religioso recordaremos que hace un sigo de la primera Guerra Mundial, 72 años de la Segunda Guerra Mundial; hace 105 años de la Primera Guerra Balcánica, un año  menos de la Segunda Guerra Balcánica y, sobre todo a día de hoy, hace 25 años de la criminal guerra de Yugoslavia, del comienzo del último genocidio llevado a cabo en Europa por europeos.
El siglo XX ha sido para la "memoria histórica" (la de Zapatero era, y sigue siendo, memoria histérica) la centuria más dramática de la era Contemporánea y parte de la Moderna, a pesar de las guerras napoleónicas. Estamos en el siglo XXI, pendientes de un pasaje inmediato a Marte, comunicándonos, por llamarlo de alguna manera, a través de instrumentos celulares que, menos mahonesa, hacen de todo, venciendo al sida y a la mayoría de  los cánceres, viajando en automóviles "inteligentes", controlando la genética, la post-relatividad y la teoría cuántica y todavía Gran Bretaña amenaza con declarar la guerra a España, el marxismo, los nacionalismos, y el fascismo, valga la redundancia, como el ave Fénix, se elevan de sus propias cenizas y la gente, los ciudadanos, añorando su calidad de vasallos, jalean y encumbran a delincuentes, llevándolos al poder para su propia desdicha. Porque de eso se trata, de malhechores, forajidos, facinerosos y, si la ocasión les es propicia, criminales.
Este es el caso, lo he dicho en este blog hasta la saciedad, de Putin, en este momento, el sujeto más peligroso y cobarde del viejo continente, asesino declarado y alimentado por el entusiasmo, no de una parte de los rusos, sino incluso de algunos majaderos españoles con ínfulas de intelectuales, como es el caso de un tal Sostres o un tal J.M. Prada, un cursi que anda por ahí encantado de haberse conocido. Añadamos ahora al grupo de indeseables a Zeljico Reiner, Marine le Pen, Gianluca Iannone, Gavor Vona, F. Hollande, Geert Wilders, Frauke Petry, Nikos Michaloliakos, Bjorn Soder, Timo Soini, Kristian Thulesen Dahl, Norbert Hofer, o Adam Walker y para seguir con las izquierdas Pierre Laurent, Patrik Kobele, Arlette Laguiller, los de la FAU alemana, Peter Taaffe, Alexis Tsipras, Pandelis Pouliopoulos, Jaak Perkuy, Pierre Beaubois, Clare Daly, Robert Griffiths, Jon Gnarr, Wernwe Faymann, Runa Evensen, Tiny Kox, Emile Roemer, Marek Borowki, Alexander Lukashenko, Milos Zeman, etc., etc. A los que añadir en España al necio de  Zapatero y su prole, Pablo Iglesias y todos los integrados y votantes de Podemos y sus ramificaciones, muy notables alcaldes y alcaldesas, el resentido Pedro Sánchez, los comunistas del trapío del niño pijo Gabriel Rufián, el miserable Sánchez Gordillo o Alberto Garzón, apellido siniestro dónde los haya, y, en definitiva, todos los populistas, feministas, anticapitalistas, antitaurinos y un sin fin de tipos europeos de textura carmesí.
En conciencia de haberme dejado en el tintero una legión de mamarrachos de ambas tonalidades, que resultan una bomba de relojería latente y a la espera de un líder carismático (Theresa May), herpético (Putin) o rico (Trump), que pueda desencadenar otra masacre, quedo convencido de que el ser humano "demócrata" es el más imbécil de la creación y que la evolución darwiniana no puede hacernos la faena de dejar al homo bipedus como último eslabón evolutivo de nuestro planeta y, a ver si con un poco de suerte...

jueves, 23 de marzo de 2017

A pesar de las descompuestas críticas de la galopante leyenda negra que tan bien le ha venido a la progresía contemporánea, la cicatería que, a veces, ha caracterizado a los fenómenos históricos para la depuración, purga y saneamiento de los malosos, acaba pasando factura antes o después. Así por ejemplo estoy convencido de que el duque de Alba y sus tercios se esforzaron menos de lo que nos quieren convencer en eliminar elementos prescindibles en los diabólicos Países Bajos, y la prueba es que todavía existen por ahí holandeses, sin duda descendientes de alguna ramera de la primera mitad siglo XVI, cuyo bagaje cultural se limita a la lectura de la susodicha leyenda negra que tan bien elaboraron sus antepasados para tapar los harapos morales que les atenazan su mal-vivir.
En la misma línea, pocos moriscos fueron expulsados por Felipe III un siglo después y pocos marxistas y anarquistas se exiliaron en 1939. Pero está demostrado que es imposible acabar con las ratas, con las que nos vemos obligados a convivir los ciudadanos meritorios, que cada día somos menos, a pesar de la instalación del Raticida Ibys instalado en todas las líneas del metro madrileño (ignoro si en otros también). Qué le vamos a hacer, la sombra del resentido es larga como la de los cipreses y la de los votantes necios, muy cortita, aunque abundante.
 
 
 

jueves, 16 de febrero de 2017

¿Quid prodes", se decía en tiempos de los antiguos romanos, es decir "¿A quién aprovecha?" o "¿Quién se ha aprovechado de ello?".
Recientemente el ministro español del Interior Juan Ignacio Zoido parece haber desenterrado el hacha de la justicia, más que atrasada, enterrada en vida para que no oliera mal a aquellos que la apestaron arrastrándola por el cieno del camino, y se encuentra dispuesto a aclarar algunos temas de más que dudosa resolución, digo, sin resolver en absoluto para no perjudicar política y judicialmente a estos o aquellos canallas que sacan pecho de salvadores de la democracia y alzan banderas de progresía incorrupta, aunque todavía existen algunos ciudadanos, entre los que me encuentro, como dice el encabezado de mi blog: "sin adscripción, ideología o creencia que mutile mi libertad intelectual", que somos capaces de pensar sin miedo a los resultados de nuestras reflexiones y, sobre todo, para que no se nos tome por idiotas. Me refiero, y se refiere el ministro,a los casos Marta del Castillo, adormecido porque claramente afecta a "personalidades" de relevancia social, al caso Faisán, que dejó en la boca de muchos españoles el sabor de la sangre escondida en una escupidera gubernamental, y, sobre todo, el crimen del 11-M, que a mí, personalmente, determinó mi convicción, muy anterior, de no implicarme nunca más en ningún folclore pseudodemocrático de este país. Pero miren ustedes que me extrañaría enormemente que el señor ministro fuera capaz de poner los compañones,  cuya posesión no le pongo en duda al señor Zoido, encima de la mesa y cargar como un nuevo Quijote contra los borregos que ha ocultado en medio del rebaño a los lobos de fauces ensangrentadas.
Porque la poderosa sospecha de la implicación política, física o de ejecución en la masacre de 2004 del PSOE, de ETA, y de los servicios de inteligencia marroquíes, trípode necesario y suficiente para su finalidad política, y de las implicaciones judiciales y mediáticas en la inyección intravenosa de veneno en los ciudadanos y el seco carpetazo al asunto, no nos ha rendido a un puñado de ilustrados no adscritos.
Y si no recuerden que el comité ejecutivo de ETA se reunió con el PSOE en febrero de 2004 (es decir pocos días antes del crimen); que los dirigentes de Batasuna-ETA y del sindicato LAB llevaban algunos años de reuniones con Eguiguren, del PSE-PSOE, a raíz de que los asesinos vascos hubieran pactado una "tregua" de asesinatos con Carod Rovira para Cataluña exclusivamente, mientras seguirían asesinado en el resto de España; que Marruecos quería liquidar el gobierno de Aznar desde la intentona de Perejil, donde hicieron el ridículo lamentablemente, razón por la que se pusieron en contacto con ETA para planificar un gran atentado que, en vísperas de las próximas elecciones, hiciera caer al presidente español y al PP del gobierno; que el PSOE estaba al corriente de todo y dedicó la campaña, de la mano del vil Rubalcaba, a acusar, hasta de manera subliminal, de fascista al partido popular; que hasta el mismo Rodríguez Ibarra tuvo tantas dudas que dijo que devolvía el carnet y pediría la disolución del partido; que hay una grabación clarificante de Pepiño Blanco a Rubalcaba diciendo: "Ya está todo listo, Alfredo... todo el mundo se ha tragado lo de los islamistas... Hemos ganado las elecciones"; que a Pedro J. Ramírez, que investigó todos estos extremos y muchos otros, le amenazó incluso Zapatero; que Fernando Reinares, catedrático de Ciencias políticas de la Universidad Rey Juan Carlos afirmó que achacar el atentado al envío de tropas españolas a Irak era una enorme simplificación; que Josu Ternera amenazó en el aeropuerto de Frankfort con una masacre por parte vasca; la ocultación posterior de pruebas e implicados por parte de Marruecos; la implicación de mandos de la Guardia Civil, Policía Nacional u CNI, cuya actitud siempre fue sospechosa y con extraña falta de diligencia, como, por ejemplo que la pandilla de moros implicados estuvieran fichados y vigilados y nunca se llegara a su detención; que los expertos negaron que Bin Laden estuviera detrás del atentado, del cual no tenía noticias, aunque pasado eltiempo se apuntó al suceso por interés para capitalizarlo en su beneficio o que los trenes se lavaran con agua y jabón y acetona para que no se detectara el explosivo  y que rápidamente se los transformó en chatarra, etc., etc., etc.
Porque algunos sí tenemos memoria histórica.
Y sería posible que el ministro Juan Ignacio Zoido destape de una vez por todas tanta podredumbre cuando su jefe, el presidente Rajoy lleva años evitando tocar el tema... Yo no lo creo.

miércoles, 18 de enero de 2017

Decía Schopenhauer que "África tiene monos y Europa tiene franceses". Yo no quito ni pongo rey, pero no me cabe la menor duda de que semejante afirmación solo pudo hacerla desde una inquina poderosa hacia los gabachos. A pesar de todo, y aprovechando este comentario y la teoría sobre la semejanza entre la parte y el todo, no puedo evitar contemplar, a veces, a España y los españoles como un trasunto social de nuestro Viejo Continente y los europeos.
Para empezar habría que definir quienes son los europeos. Naturalmente yo desecho de inmediato a los turcos. Por lo demás son todos aquellos pueblos que han compartido, en algún momento de su historia, destinos conjuntos y que han mantenido una relación estrecha aunque fuera para molerse a palos. En ese sentido los países escandinavos, entre los que puede añadirse Rusia (que se considera eslava), solo pueden aducir haber cooperado con la historia del resto del continente, a través de las invasiones vikingas, aunque a este respecto, las islas Británicas sí pueden afirmar haber alojado el suficiente tiempo a los normandos, las gentes del hielo, como para haber genetizado una buena parte de su alma cruel, impasible, altanera, ingrata y pendenciera (que posteriormente trasladaron a los EEUU).
Y a eso voy. Yo, a los países nórdicos, a los escandinavos y eslavos, aunque geográficamente lo sean, no los considero europeos; de hecho me cuesta aceptar igualmente a los pueblos de la orilla oriental del Adriático y de la occidental del mar negro. Pero el resto hemos tenido que aguantarnos unos a otros, siglos y siglos lo mejor que hemos podido.
España, crisol de culturas, no puede evitar ser, así mismo, un estofado hecho con algunas viandas caducadas. África tiene monos y Europa franceses... Europa tiene británicos y España catalanes, porque es notoria la similitud entre ambas ruines sociedades, tan próximas al espíritu puro y duro de las mafias (no necesariamente las italianas). Igualmente Europa tiene rusos y España vascos.  Una nación, como la rusa, gobernada durante siglos y siglos por el institucionalizado asesinato (ahora también) del disidente, del contrario a la doctrina impuesta por el poder, tiene su espejo (diría Stendhal) en la tribu asesina del norteño pueblo vascongado, por otro lado mucho más reciente en el desarrollo del Rh marxista-requeté-clerical, más claramente asesino. Y la línea que une a estas dos regiones españolas por el Pirineo sur, comunica a los gemelos más dañinos de la época contemporánea: el comunismo y el fascismo, por otro lado, como escribí en una pasada reflexión, y afirmaban Francois Furet y Ernst Nolte, las dos caras de una misma moneda.
A día de hoy, el alma británica está dando cuenta de sus limitaciones y de la ignorancia de la historia. Sus limitaciones como personas de bien. Estos energúmenos llegan hasta donde llegan y no más allá, posiblemente por vivir en un clima tan desabrido y acre, amargados por una alimentación carente de gracia y de muchos principios activos imprescindibles para acceder a una convivencia feliz o, como dije antes, unos cromosomas contaminados por genes normandos, por cierto, indeseables e indeseados. Y rezuman ignorancia de la historia contemporánea cuando no acaban de darse cuanta de que aquel espíritu bucanero, de que aquel sometimiento y explotación de los pueblos donde ponían el pié, de que aquel expoliar a próximos y lejanos por la fuerza, muchas décadas hace que pasaron de moda. Que se marchen de Europa no debería arrugarnos el entrecejo pues solo han estado unidos al continente en dos ocasiones: a través del imperio romano y durante el periodo en que poseían la Normandía continental, desde el siglo XI hasta que la perdió Juan I (Juan sin tierra). El resto de su historia ha sido un pasar absolutamente del continente, salvo para beneficiarse de sus habitantes, y manifestar de todas las formas posibles que ellos no son europeos y que mucho cuidadito no vaya a ser que os mandemos la armada y os volemos los puertos. Y así siguen (véase sus actuaciones en Gibraltar). Pues que parecido con los catalanes  que no hay quien les quite de la cabeza la idea de que son superiores al resto de los españoles, aunque no paren de hacer el ridículo por el mundo, y se han asido a los métodos más nacional-socialistas que están a su mano para putear a los indiferentes a su dogma, pero sin dejar de aferrarse a la teta de la vaca española. En definitiva, Europa tiene británicos y España catalanes.
Mientras, Putin, el asesino de opositores por el procedimiento tan renacentista del veneno, o de sus propios militares (Kursk), en un estofado de marxismo estalinista al que se le añadió un chorrito de leche para suavizarlo un poco, podría ser el espejo de unas provincias vascongadas en las que el asesinato ya forma parte se su ser, donde el cadáver de una persona tirado en la calle o volcado sobre el volante de su coche, no inquieta a la "ciudadanía", ni les impide dejar de jugar a las cartas (o era al dominó, no recuerdo) en el bar próximo o alterarse en su paseo o atragantarse con su chiquito. Y si hay que votar, porque somos muy demócratas, pues se vota a la ETA y sus apoyos y andando. Europa sufre a Rusia y España a Vascongadas. Como si los europeos no tuviéramos bastante ya con el Islam, la crisis, los rescates, los populismos, la ola de frio polar y Trump. ¡Que calamidad!

viernes, 13 de enero de 2017

¿Será cierto que Putin, la impenetrable víbora, le tiene agarrado por los huevos al burdégano de Trump a través de vergonzosos episodios de su vida, ciertos o no, que teme el neoyorquino que sean aireadas a los cuatro vientos?. Pero queridos estadounidenses (a los que corresponda) ¿a quién habéis votado?. Una de las reconocidas "virtudes" de la democracia, que yo deploro, es que cualquiera puede llegar a ser presidente del país (aquí lo fue Zapatero); pues ahí lo tenéis, disfrutarlo. En España tuvimos una copia en pequeñito y de influencia solamente local, afortunadamente, que se llamaba Jesús Gil, un pedestre patán , un forajido ignorante, con dinero (no tanto como Donald) y la desvergüenza suficiente como para medrar en la política marbellí y crear escuela.
Todo apunta a considerar que el putero, nepótico y quién sabe que otras "virtudes" adornan a este jumento, de Donald Trump será el 36º presidente de los EEUU, pero de ningún modo podrá considerársele el presidente de "la mayor potencia del mundo", ya que le ha echado el guante el zar fratricida. ¡Que cosas! La "democracia" ha ofrecido a los EEUU la posibilidad de elegir para dirigir a su país (con botón nuclear y todo) a un zafio y ordinario palurdo (muy rico) que piensa gobernar en contra de los provechos americanos, pues, a pesar de su insistencia en que primero están los yanquis (los de color blanco leche) se enfrenta desde antes de jurar el cargo a sus propias instituciones, las que no le caen bien, o las que aseguran un mayor bienestar de los menos afortunados (los negros o café con leche). Y todo porque ha sabido levantar un emporio industrial. Es como si a Juan Roig, director de Mercadona, se le supone capacitado para construir un puente sobre   la bahía de Santander, o a Amancio Ortega en condiciones para llevar a cabo una intervención de trasplanté de Hígado. Pero ya sabemos como se escribe la historia.
Por ejemplo, ¿a que todos ustedes recuerdan el asalto a la embajada de los EEUU en Teherán durante el gobierno de J. Carter, saltándose a la torera todas las normativas internacionales sobre el respeto a las delegaciones extranjeras, con gravísimo peligro para la vida y la integridad de los residentes en aquella delegación? ¿A que también se acuerdan del asalto de los Bóxers a las legaciones extranjeras en la capital china en Agosto de 1900, que dio lugar a la película "55 días en Pequín"? Naturalmente que sí, al igual que el asalto del Álamo por el general Santana en 1836. Cómo no. Faltaría. Pero ¿a que no tienen ni puñetera idea de que a raíz de la rebelión de los claveles en Portugal, el 25 de Abril de 1974, movimiento que ha pasado a la historia como ejemplo universal de elegancia, empatía y civilizada serenidad entre los naturales del país del fado, resulta que los turbas democráticas portuguesas (naturalmente de izquierdas) y las llegadas de otros rincones de Europa (igualmente de izquierdas), asaltaron y destrozaron la embajada de España, persiguiendo a sus funcionarios al grito de "¡cazad a los fascistas!" con el favor y anuencia de autoridades civiles y militares que se llamaron andana, obligando a nuestros diplomáticos a huir, y esconderse o refugiarse en domicilios amigos porque temían por su vida. Y esto no ha convenido decirlo ni en Portugal, ni en España ni en ningún otra nación con una prensa tan ejemplar veraz y respetuosa de los derechos humanos. Y qué decir de la trama tejida por la prensa amarilla y las autoridades civiles y militares de los EEUU, en 1898, para hundir su propio acorazado USS Maine y echarle la culpa a España y así despojarla a punta de fusil de sus provincias (porque acababan de ser declaradas provincias) de ultramar.   Pues así se escribe la historia, amigos, a base de mentiras o bien ocultando las verdades, y siempre, siempre comiéndose el pez grande al chico, eventos estos que a los aficionados a la historia nos encanta desvelar.
Y continuando con las grandezas de la democracia, resulta que este Trump reconoce que le espían los rusos y afirma que los respeta por ello. Bueno dice que respeta la negación del petersburgués de estar implicado en el cotilleo pero, a la vez, afirma que no volverá a ocurrir porque a él Putin lo respeta mucho. Vamos, que ahí anda lamiendo culos con sabor a vodka, por si las moscas. Y la ventanita de los espías rusos lleva abierta años, bastantes años, un montón de años, sobre las instituciones yanquis. Los mismos que, presuntamente, Trump y Putin se osculean en los focicos (dicen aquí en Asturias).
Si el presidente electo se va de putas o no, no es la pregunta del millón de dólares, más preocupante resulta que sea un traidor a los intereses de los EEUU y del mundo occidental. Que le tiren las mesalinas, coimas y pellejas, podrá ser una afición reprochable, o no, que diría Rajoy, pero está casado, ahora, con una nativa de la, en otro tiempo, Eslovenia comunista, de profesión prototipo (modelo), ambiciosa, bellísima y nada tonta, pero, ante todo, de convicciones socio-políticas dudosas, cuando menos. Y si en Rusia los anhelos sobre la URSS se mantienen inhiestos a día de hoy, quien nos asegura que algo parecido ocurra en el alma de los eslovenos.
Y a mi, que soy español, que coño me importa este potaje gringo. Pues, es que resulta que mi familia y yo vivimos a medio camino de dos tierras que poseen armamento nuclear, que están controlados por dos individuos con un cerebro perturbado, con muy mala leche y que resultan más peligrosos que un barbero con hipo.
 Sea como fuere cada vez que parece que el mundo "libre" da algún pasito hacia delante, cuando parece brillar una luciérnaga de intelectualidad y sentido común, cuando vivimos un hálito de esperanza, ¡zas! llega alguien y te lo jo... fastidia todo otra vez. En fin solo nos queda suspirar, esperar debajo de la cama y, en mi caso, sentir algún alivio patriótico porque el cupo de necios democráticos no solo rebasa los límites tolerables en España (donde incluso hay gente, que siempre consideré lúcidas y preparadas, que todavía defienden a estos dos tipos), que también se las traen por ahí.

viernes, 6 de enero de 2017

Nada haría más ilusión a la gente de Podemos, anarquistas, anticapitalistas, antisistema, anticlericales, antipatrióticos, antimonárquicos (que no es lo mismo que republicanos), antimilitaristas, antitaurinos,... anti todo, que la aparición de un nuevo Tejero dispuesto a provocar un golpe redentor. Porque el renacido sistema de destrucción de una sociedad, que no es ningún descubrimiento, por cierto, es dejar que la misma se consuma en su propia salsa mientras se le añade continuamente astillas a la hoguera de sus incapacidades, limitaciones, deficiencias y menoscabos, sobre todo si tenemos en cuenta la crónica necedad del 80% de los ciudadanos que la ocupan y estercolan, que diría Miguel Hernández de su desaparecido amigo Ramón Sijé. Y ese es el fundamento de la provocación y el "agipro" (agitación y propaganda) que tan bien maneja la izquierda sectaria y populista.
Aquí, en España, la temperatura de cocción de una sociedad dividida en dos patrones, alcanza ya limites intolerables, aunque todavía en rango de confitura, por eso hay que seguir dando por saco con las caravanas de Reyes Magos y las Navidades en general, contra las corridas (de toros, claro, aunque todo se andará), contra la Semana Santa y sus manifestaciones populares, contra los nombres históricos de las calles, contra la aparición del Ejército en cualquier actividad festiva, llevando a cabo una educación de nuestros niños y jóvenes, muy bien diseñada para apartarlos de todos los valores que puedan entorpecer sus fines y, por supuesto, a favor del independentismo regional, mirando para otro lado, cuando no justificando, el terrorismo islamista, la ocupación de viviendas y terrenos ajenos, la revolución callejera, alterando la paz y la tranquilidad de los ciudadanos, que no hay forma de que se den cuenta de que han metido los lobos en su redil, a ver si hay un "redentor" al que se le inflan los cojones y la monta; eso sería la máxima aspiración de esta chusma.
Pero, insisto, esta lacra no es exclusiva de la nación española, ahí tenemos a Putin, provocando con sus aviones militares traspasando los espacios aéreos de otras naciones, reiteradamente, y amenazando a occidente con un ataque nuclear. o al cebollo de Corea del Norte y sus provocadores misiles, o la comunista y multifacetaria China vestida de capitalismo de diseño mientras se adueña de instituciones públicas y privadas occidentales (incluso humildes equipos de fútbol), o las podridas sociedades mejicana, colombiana, de Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, India, Paquistán, etc. cuyos próceres se alimentan (con frecuencia son los únicos que se alimentan en esos países) de la miseria moral y la salud de millones de jóvenes a los que envenenan con las drogas que cultivan y exportan, lo que les informo por si no se habían dado cuenta, iría transformando las sociedades capitalistas occidentales en porquerizas sin futuro, es decir sin una juventud sana moral e intelectualmente suficiente para prosperar a medio y largo plazo. Todo ello no son, como digo, sino provocaciones, en la misma línea: a ver si llega un mesías que revuelva el rio para su provecho.
Y al fin llega Donald Trump, otro descerebrado, ignorante, insolente y patán, pero cargado de dinero, algo que no deja de ser de agradecer, ya que los izquierdistas ramplones, no paran de robar hasta que no se hacen ricos. Y este majadero (al que medio electorado estadounidense ha votado, no lo olvidemos, posiblemente los hijos de las revoluciones de 1968, es decir del mundo hippie, los canutos, el amor libre y el dolce far niente) nos ha resultado otro provocador, pero de extrema derecha (dejemos los eufemismos para la prensa cautelosa). Ello es curioso, pero ni es la primera ni será la última vez que sucede. La caída del mundo occidental está diseñada a través de la triple alianza marxismo- anarquismo- islamismo.
Pero volviendo a mi país, donde oficialmente no existe extrema derecha como en Francia, Alemania, Grecia, Italia, Polonia o Austria, cuando se conversa con la gente de temas de política nacional, se les suele llenar la boca, que no las ideas, de loas a la santa democracia, a la paciencia, a satisfactorios remedios psicológico-sociológicos de medio pelo y a soluciones verdaderamente imaginativas que llegarán de la mano del partido político de sus sueños, pero, cuando se sabe escuchar entre líneas, cada vez más esperan la llegada del susodicho mesiánico libertador que acabe con tanta ruindad a través de un golpe de estado redentor. En un país con ciudadanos quemados, hábil e intencionadamente dividido en dos "imperios" a los que enfrentar (las dos Españas de Antonio Machado) la provocación de la izquierda anarquista y populista resulta el camino más seguro para garantizarse argumentos que pretexten a estos ideólogos sin ideología, para justificar su existencia y su acción. no nos engañemos, es la ley de leyes, la norma suprema para alcanzar su proyecto destructivo con un mínimo esfuerzo.