El terrorismo que España ha sufrido durante 40 años que, aparentemente, se ha reducido en intensidad -autoridades dixit- ha marcado el carácter socio-político de los años llamados de la "Transición". Ya no muere nadie por causa de reivindicaciones vascas, pero el tal terrorismo carpetovetónico se ha disgregado de tal manera que ya no sabe uno por donde le va a venir el estacazo. Contamos, para nuestro peculiar drama hispano, con un terrorismo parlamentario, un terrorismo sindical, un terrorismo expresivo, un terrorismo familiar, un terrorismo latrocínico, un terrorismo feminista, uno antisistema, un terrorismo independentista, un terrorismo partitocrático, un terrorismo fiscal y finalmente un terrorismo sostenido por la estupidez más ramplona y "democrática". Pero hoy quiero denunciar el terrorismo incendiario, otra forma de aterrorizar a las poblaciones, a las regiones enteras por medio de los incendios forestales,
Como con el total de los terrorismos, las autoridades, todas ellas, son inexcusable e inaceptablemente blandas con la persecución y ejecución de las más radicales penas a los culpables de los delitos de incendio de bosques y montes y con ellos la vida de multitud de personas de golpe, bien literalmente sus vidas o destruyendo sus cosechas, sus viviendas, sus animales y en definitiva su bienestar su sosiego y el fruto de toda una vida de trabajo. Mas como ninguno de los tres poderes del estado, ni las fuerzas y cuerpos de seguridad parecen haber entendido la necesidad de acabar con esta plaga, este delito de terrorismo y con sus protagonistas, creo que lo más oportuno es que en los pueblos víctimas de tanto dolor y tanta congoja sean sus habitantes los que tomen el toro por los cuernos y hagan justicia. Saben perfectamente quien o quienes son los culpables... creo que no es necesario que explique nada más... todo el mundo sabe lo que es un somatén. ¡No dejéis que os arruinen la vida! ante los ojos impasibles de aquellos que deben defender vuestra seguridad y vuestros intereses.
Como con el total de los terrorismos, las autoridades, todas ellas, son inexcusable e inaceptablemente blandas con la persecución y ejecución de las más radicales penas a los culpables de los delitos de incendio de bosques y montes y con ellos la vida de multitud de personas de golpe, bien literalmente sus vidas o destruyendo sus cosechas, sus viviendas, sus animales y en definitiva su bienestar su sosiego y el fruto de toda una vida de trabajo. Mas como ninguno de los tres poderes del estado, ni las fuerzas y cuerpos de seguridad parecen haber entendido la necesidad de acabar con esta plaga, este delito de terrorismo y con sus protagonistas, creo que lo más oportuno es que en los pueblos víctimas de tanto dolor y tanta congoja sean sus habitantes los que tomen el toro por los cuernos y hagan justicia. Saben perfectamente quien o quienes son los culpables... creo que no es necesario que explique nada más... todo el mundo sabe lo que es un somatén. ¡No dejéis que os arruinen la vida! ante los ojos impasibles de aquellos que deben defender vuestra seguridad y vuestros intereses.
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