sábado, 27 de mayo de 2017

Amigos míos, se han celebrado unas primarias del PSOE en España y  ha ganado Pedro Sánchez, no sé qué ha ganado, pero ha ganado. Es posible que los lectores extranjeros se pregunten que qué es el PSOE; también en España nos lo preguntamos muchos. El actual partido socialista español, roto en mil pedazos por los sucesivos fracasos, la soberbia, el resentimiento y la ambición de Pedro Sánchez, que condujo a que fuera expulsado de su cargo de secretario nacional del partido hace unos meses, asustado y confundido de la imagen especular de sí mismo, ha vuelto a elevar sobre los escudos al mismo muchacho.
¿Y cual es el nuevo programa, el proyecto gubernativo del guaje? ¡ahh! No se sabe con claridad. al parecer "fusilar" a Mariano Rajoy, presidente del gobierno. ¿Y algo más? Pues no ha dicho nada más. ¿Y entonces los chicos (y chicas) con carné para que le han votado?. Ni yo lo sé ni lo saben ellos. El único que lo conoce y controla es el líder -aparentemente- de los anarco-comunistas Pablo Iglesias. Ese, el de la coleta, que es quien, con astucia de hiena anda manejando los hilos de la izquierda en España.
Hace ochenta y cuatro años, en este país, durante una calamitosa, ilegítima, facinerosa y criminal segunda república (también la primera república resultó un fracaso, aunque mucho menos malhechora, debido a que en el siglo XIX en España había potencias intelectuales todavía, en comparación con este estercolero intelectual que nos dirige hoy), los variados partidos de la izquierda, fracasados en un presunto intento de gobernar la nación a la aparente democrática manera, se vieron superados en las elecciones de noviembre de 1933 por una coalición de partidos conservadores, algo que no estaban dispuestos a tolerar los marxistas, que, inmediatamente, se pusieron a intrigar, dirigidos por la internacional komintern, que acabaría dictando el camino a seguir, para crear una liga de partidos de izquierdas y anarco-sindicalistas, el Frente Popular, fusionados y bolchevizados a la manera de comités de enlace (soviets), para llevar a cabo la definitiva revolución bolchevique en España. Para ello, la directrices soviéticas, que no perdían ripio de lo que sucedía en la nación ibérica, aprovecharon las divisiones internas de los socialistas (como ahora) y, a través de una depuración de funcionarios, militares, policías, prensa y jueces no comprometidos con la "revolución armada" bolchevique, sin tapujos, al grito callejero de "obreros proletarios en lucha contra los fascistas", mediante agrupaciones denominadas "bloques", negáronse a aceptar los resultados electorales, creando un ambiente de pre-guerra civil que a finales de 1935 resultaba intolerable.
En realidad, el partido comunista se había comido al socialismo y manejaba los hilos. Intentaron "disolver los partidos traidores a la república y al pueblo", apoyar a los partidos independentistas catalanes y vascos, abrir las cárceles y forzaron al país a otras surrealistas elecciones, en febrero de1936, que ya fueran de su gusto. Desde ahí el sistema democrático, ya muy enfermo, quedó roto y la sociedad dividida y preparada para el posterior drama bélico.
Pues, el tal Sánchez, nombrado a pesar de ser un perdedor recalcitrante, por un partido socialista destripado y acomplejado para dirigir su destino, que resulta una evidencia de nuevo fracaso, no posee, y él y los socialistas lo saben, fuerza electoral ante la nación, a no ser que se rinda a un nuevo Frente Popular, como hace 84 años, con comunistas, ya absorbidos por el partido de extrema izquierda Podemos, anarquistas, antisistema y todos los bichos vivientes de la extrema izquierda. y en eso está: puño en alto canta la internacional en todos sus mítines, viste el mismo atuendo que Iglesias y toda su ambición política, todo su programa político es cargarse a Rajoy. El resto, lo que diga Pablo Iglesias, es decir destruir el sistema político y social español: derribar la monarquía, pisotear a la iglesia católica y terminar con todo tipo de tradiciones españolas que huelan a religión o costumbres y fastos anteriores a la "Tercera República Española" marxista, leninista y totalmente sovietizada. Susana Díaz escondida en Andalucía no quiere ya saber nada; Pachi López desorientado e inservible como un klinex usado y todos los ideólogos, los que fueron y ya no son y los que aún son paro van a dejar de ser, gruñendo y refunfuñando como Pierre no doy una. Pues en eso andamos.
Por cierto, como me ha recordado la postura adoptada por el patán de Trump ante los líderes europeos con la mandíbula prominente, la cabeza elevada y las manos en la cintura, al fascista Mussolini. ¿A que no es cosa mía? Y dicen que están desapareciendo los asnos.


 

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