domingo, 22 de agosto de 2010

Y lo prometido es deuda, pues 1807 será también un año muy belicoso.
¿A que nadie sabía que el majadero de Carlos IV concede una tropa de 15.000 hombres para que combata en Dinamarca y Alemania junto a las tropas de Napoleón, al que le suelta una pasta gansa y acepta acoger en España a 10.000 prisioneros prusianos? Todo ello como consecuencia de una metedura de pata de Godoy, intentando una alianza con los enemigos del emperador.
En este año, los que firman un acuerdo son los ingleses y Prusia. De inmediato se produce el enfrentamiento entre los franceses y los rusos en tierras prusianas; resulta un baño de sangre. Posteriormente, a mediados de Junio, Napoleón vence a los rusos en Prusia Oriental, en vista de lo cual, el zar Alejandro I, temiendo una sublevación de los polacos, solicita un armisticio.
Y Carlos IV apoya el bloqueo continental de Napoleón a la armada inglesa.
Pero el general prusiano Blücher, desatendiendo a la solicitud de paz, hace un llamamiento a los civiles para que se enrolen en su ejército y enfrentarse a Napoleón.
El ministro frances de asuntos exteriores Charles de Talleyrand, en desacuerdo con la política de Napoleón, presenta su dimisión.
Los ingleses, que nunca renuncian a un atraco, invaden, la otra orilla del Río de la Plata, es decir Montevideo.
El 25 de Mayo, el sultán otomano Selim III es derrocado por su guardia personal de jenízaros, descontentos por sus reformas militares.
En Septiembre, tras un intenso bombardeo, los británicos ocupan la capital danesa Copenhague.
En España comienza la entrada de las tropas francesas, con el pretexto de tomar Portugal, mandadas por el general Junot, por las provincias Vascongadas. El ejercito de Napoleón entra en Lisboa a final de año. La familia real portuguesa se embarca hacia Brasil.
En los últimos meses de este 1807, el canalla de Fernando, hijo de Carlos IV es descubierto planeando un complot para destronar a su padre. Se produce un juicio en el Escorial y ¡Hala! son perdonados todos los inculpados, que no eran pocos. No si Carlos III tenía toda la razón cuando declaró su pena por tener un hijo anormal (Felipe Antonio, deficiente mental) y otro que solo era imbécil, Carlos.

Al parecer hay dos individuos pertenecientes a una asociación que se llama "Barcelona...no se qué", donde solo se habla catalán, que llevan un montón de meses secuestrados por un grupo de tipos de estos del turbante, africanos, que dicen que son de ALQAEDA (o como se escriba). Y yo que me creo que estos desarrapados sean de Alqaeda tan poco como que lo fueran los del 11-M. En fin, el caso es que, al parecer, han sido liberados. Seguramente nos debemos de congratular todos de este final feliz. Pero lo que más me fastidia es que este rescate se lleve a cabo con mi dinero, con el de mis impuestos, como me reventó el pago de rescate del pesquero vasco de los piratas del cuerno de África. ¿No son Barcelona...no se qué? Pues que lo paguen de los fondos de la autonomía catalana, o los fabricantes de cava, o de los impuestos turísticos de las Baleares, etc. Aquí cada uno lo suyo. Ya sé que este comentario no es políticamente correcto, pero es que yo no soy políticamente correcto, y odio serlo. Al fin y al cabo digo lo mismo que piensan millones de personas que hablan español, y, cuando menos, respeta la bandera roja y gualda. Y además yo soy taurófilo.

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