Estoy convencido de que aquellas personas que hayan seguido el desarrollo de este blog, no tendrán la menor duda de que es el siglo XIX, el periodo de la historia que más me ha atraído, que más domino y cuyo conocimiento considero fundamental para llegar a entender todos los sucesos ocurridos en nuestro "entrañable" siglo XX, y, como no, el incipiente XXI, que ya ha tenido oportunidad de dar aviso de su capacidad nociva. Y esperemos a que pase el 2012.
Es por ello que pretendo, desde hoy, describir los acontecimientos de mayor repercusión en todo el mundo, durante esta centuria. Espero contar con la fidelidad y el beneplácito de mis lectores.
Ya en otra ocasión escribí sobre el modo en que cambiaron las ideas del hombre a lo largo del Medioevo, el Renacimiento, el Barroco, el Romanticismo y, sobre todo la Ilustración, periodo en el que tuvo lugar la auténtica revolución intelectual contra las clásica manera de pensar, a remolque del dictamen de la Iglesia y de las ideas clásicas sobre el hombre y su relación con el medio. Este movimiento cultural se extendió, en el tiempo, desde los primeros años del siglo XVIII, y durante un siglo, más o menos, dependiendo de los diferentes países. Y, posiblemente esta libertad en las ideas fue desarrollando inquietudes en las gentes, de tipo intelectual, que les permitían pensar por sí mismos en sus derechos como ciudadanos, y no ya como vasallos, y las posibilidades que reportaría esa libertad para sí y sus hijos. Quizá por ello, también el siglo XVIII puede ser definido como el siglo de las grandes Revoluciones (es decir el triunfo de la Masonería instigadora), principalmente la Guerra de Independencia Americana (1782) y la Revolución Francesa (1789-1799). Ambos acontecimientos quedan integrados en el tsunami revolucionario que asolaría Europa y América en los siglos sucesivos, sin descanso. A rebufo de este nuevo latido, toma carta de clase social un nuevo estado conocido como la Burguesía, que se conocería en Francia como el Tercer Estado; y este nuevo estado social será el promotor y ejecutor de la mayoría de estos sucesos revolucionarios. Yo siempre he defendido que las revoluciones las diseñan los intelectuales, las sufragan los burgueses y las lleva a cabo y sufre el pueblo, considerado como masa irreflexiva.
La primera de estas revoluciones tendría lugar en Gran Bretaña con el primero y único experimento republicano, habido en su historia, desde 1641 a 1649, y que fue protagonizado por Cromwell seguida por una nueva experiencia revolucionaria que derrocaría en 1688 a Jacobo II y sentaría en el trono a Guillermo III, acabando con la monarquía absoluta para dar paso a la monarquía constitucional.
En este siglo de las Luces nos encontraremos con Descartes, Hobbes, Leibniz, Kant (el dominio de la razón), Beethoven, Mozart, Haydn, Hume, Newton, Goya, Reynolds, Voltaire, Rousseau, Malthus, Montesquieu (el hombre más odiado por el PSOE), Diderot, y muchos otros.
En definitiva, que el siglo XVIII termina, para dar paso al XIX, motivo de este trabajo, en plena Revolución Francesa. Pero en el mundo ocurrían muchas cosas que me voy a permitir desgranar para todos mis lectores
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