viernes, 19 de agosto de 2011

HOY NO COMENTAMOS NINGÚN EPISODIO HISTÓRICO PORQUE ME GUSTARÍA QUE TODO EL MUNDO, PRINCIPALMENTE LOS JÓVENES MEDITARAN SOBRE LO EXPUESTO LOS DOS DÍAS ANTERIORES.

Según Benavente:
"No debe despreciarse ninguna ocasión de aparentar que se es muy desgraciado..., porque así te odian menos, te compadecen un poco y te atienden algo".
No cabe la menor duda de que las manifestaciones antirreligiosas, naturalmente solo contra el catolicismo, de carácter institucional en ayuda a la campaña electoral del PSOE, o bien individuales, atropelladas en conversaciones privadas, se exaltan cuantitativa y cualitativamente en progresión geométrica a medida que pasan los días.
Perseguido el propósito de engrandecer lo más posible la división entre las dos españas y ahondar el abismo que separó ( y ya separa) a los españoles para matarse entre ellos y helarnos el corazón, tal como estaba proyectado por, llamémoslo, el zapaterismo masónico, las expresiones de violencia de las izquierdas no dan tregua en el tiempo y en su osadía. Se dicen anarquistas, pero bien comidos, bebidos y drogados y apoyando un estado de izquierdas con mayor presencia social, es decir más estado, estos necios ni saben lo que es el anarquismo, ni les importa un carajo porque digan lo que digan y hagan lo que hagan, Rubalcaba les va a seguir subvencionando como lo ha hecho Zapatero.
Y este no es un comentario baladí; la crispación de personas de a pie, que se dicen de izquierdas, compañeros míos (enfermeras, auxiliares e incluso médicos) y de mi entorno, atacando al Papa, a los "papistas" que consideran provocadores, comparándolos con los "indignados" reivindicadores de una justicia cuya bandera se izó el 15-M, que sufren represión de la extrema derecha y de la Iglesia, culpable de gastos al erario público muy superiores a cualquier despilfarro socialista cuyo relato pormenorizado no quieren ni escuchar, ha alcanzado unos niveles de imposible convivencia en muchos lugares de trabajo.
¡Enhorabuena ZP a ti y a tu abuelo el masón os lo debemos! ¡Ya lo habéis conseguido! No solo es que has hundido España sino que no hay forma ya de vivir en paz. La situación en la calle es de preguerra civil.
No voy a insistir más en el hecho de que yo no soy creyente, pero la cultura nos lleva a entender que desde Carlomagno, y posiblemente antes, la unificación de Europa y de cualquier nación fuerte, respetable y respetada solo es posible mediante ciudadanos que creen en algo, ya sea un Dios o en aquello que creían Galileo, Descartes, Newton, Einstein y Hawking (a pesar de la polvareda que levantó su agnosticismo) por ejemplo. Los demás son individuos drogados por la irracionalidad ( que también los hay entre los dogmáticos) y el odio al diferente; almas rotas, crispadas, inestables por la desgracia de la inseguridad moral que los otros poseen, y en definitiva enfermos de ignorancia; la única medicina capaz de salvar a los pueblos es la cultura encauzada hacia la sabiduría.
Créanme, aquellos que creen en Dios, un Dios, o en cualquier otro dogma, aunque sea científico, probablemente posean el secreto de la felicidad... cuando le dejan en paz a uno.
Calderón de la Barca escribía estos versos:
"Y advertid que es baja acción,
que solo a una fiera toca,
madre de engaño y traición,
el halagar con la boca
y matar con la intención".

Buenas y calurosas.

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