martes, 21 de septiembre de 2010

Ya anticipé ayer que el año 1816, no resultó pródigo en acontecimientos dignos de ser resaltados, de modo que comenzaré comentando que el rey Fernando VII, viudo de su primera esposa, Mª Antonia de Nápoles, desde 1806, lo cual no quiere decir que practicara, este traidor y vil rey (claro que comparado con los actuales políticos del zapaterismo rampante, Fernando era Teresa de Jesús), el estoico voto de la castidad, casó con Maria Isabel de Braganza, infanta portuguesa que le duró bien poco; escasamente dos años.
En Francia, el naturalista George Cuvier, en su obra "El reino animal", lleva a cabo una clasificación que atendía a las semejanzas morfológicas de las distintas especies. Clasificó, por primera vez, a todos los seres vivos, en Vertebrados, Moluscos, Articulados y Zoófitos.
Simón Bolivar vuelve a la carga en Venezuela, encabezando una sublevación independentista, apoyado por el presidente de Haití.
En España se establecen servicios regulares de diligencias, entre Madrid y las principales capitales.
El 20 de Febrero, el compositor Giacchino Rossini estrena, en el teatro Argentina de Roma, "El Barbero de Sevilla".
En Diciembre, se funda en San Petersburgo la sociedad secreta "Unión de la Salvación", encauzado hacia militares de ideas liberales.
También en Diciembre es nombrado presidente de los EEUU James Monroe.
Y poco más.

Miren ustedes, sobre el "Caso Faisán", por fin se ha levantado la liebre y existe un diario, y una cadena de televisión que han destapado la verdad, de modo que no voy a insistir en ello, salvo para añadir que gente como Rubalcaba, Garzón, determinados mandos policiales, de las fuerzas militares, periodistas, clérigos, y ex clérigos, me provocan náuseas a tal extremo, me revuelven el estómago de tal manera, que por razones de salud personal no voy a entrar en el estercolero, en la cloaca moral y humana en la que se mueven. De todas formas, quiero dar las gracias a la prensa de investigación que, todavía sienten el remordimiento moral suficiente, como para exponer a la opinión pública tanta miseria y maldad.
No obstante aún nos queda airear la verdad del 11-M, en cuya gestación y desarrollo tuvieron protagonismo muchos de los que ahora traicionan la honradez de los ciudadanos, protegiendo a la canalla asesina de nuestros compatriotas.
La situación en España, ha llegado a un nivel de suciedad, amoralidad, ignorancia y pobreza, en todos los campos sociales: la juventud, la familia, la falta de respeto a la autoridad, a los mayores, a las mujeres, no como pretenden las majaderas y majaderos que las insultan facilitándoles el aborto, por ejemplo; a los indefensos, a los ancianos, a los niños, incluso la inmoralidad y el desprecio a la vida también en la propia Iglesia, y tantos otros valores, que nunca se podría lavar si no fuera con una nueva guerra civil.
Y hoy ya no hablo más, porque poco a poco me voy acercando al oscuro y derrotista espíritu de Schopenhauer, es decir, este mundo es una mierda.

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