jueves, 10 de febrero de 2011

Queridos lectores de esta escueta Historia de España: habíamos dejado, tras la 2ª Guerra Púnica, a los cartagineses, un tanto contusionados por las huestes romanas, y obligados a firmar, en el 201 adC. unos acuerdos de paz, bastante perjudiciales para sus intereses (como pasó tras la 1ª Guerra Mundial con el Tratado de Versalles, que por su irreflexiva dureza, humillaba y arruinaba Alemania, y como era previsible, después pasó lo que pasó), de modo que estaba cantado que Cartago rompiera el tratado antes o después.
Hacía tiempo que el senador romano Catón advertía en el foro romano, del peligro de un Cartago cabreado al límite, con su famosa frase "Cartago est delenda": Cartago debe ser destruida. Y efectivamente, los punos buscaron nuevamente su expansión, si no hacia el mar hacia el norte de África, atacando Numidia, en el 149 adC., donde hoy está Argelia, que estaba habitada por tribus bereber, y, como Sagunto en la Iberia, aliadas de Roma. Ya tenemos montada la Tercera Guerra Púnica. Pero esta vez no había posibilidad de equilibrio de fuerzas, de modo que todo acabó con la destrucción total y definitiva de Cartago, como ciudad y como imperio.
Anibal salió de estampida a Fenicia, la tierra de sus antepasados, y se ofreció como estratega mercenario, con escaso éxito en las distintas campañas que le fueron encargadas, y finalmente, acabó envenenándose en Grecia, antes de consentir ser entregado a los romanos, que ya dominaban aquellas tierras helenas.
Pues bien, la Península Ibérica ya era totalmente romana. Ya podemos hablar de Hispania y no de Iberia, como una provincia más del imperio romano y germen de una posterior España, unida como una nación.
Pero, a pesar de la potencia militar de los itálicos, no resultó nada cómoda la dominación para Roma del territorio celtibérico. Para lograr una mejor administración peninsular, los descendientes de Rómulo y Remo dividieron la península en cinco provincias: la Tarraconense (del Ebro para arriba), la Carthaginensis (en el centro),la Bética (al sur), Gallaecia (al noroeste) y la Lusitana (que hoy es Portugal).De esta forma facilitaban su gobernabilidad, a pesar de lo cual, los naturales no dejaban de jeringar (lo que a nadie extrañará), siendo los más sonoros revoltosos Viriato, en la Lusitania e Indibil y Mandonio intentando la independencia en la Tarraconense (catalanes, vamos).
Se crucificaron muchos sediciosos ibéricos, se arrasaron ciudades enteras, pero también es cierto que el roce hace el afecto y Roma acabó aceptando dos emperadores hispanos, como Adriano y Trajano, y muchos senadores y generales de gran prestigio, como ciudadanos de pleno derecho del imperio; la romanización estaba completada.
A los romanos debemos el idioma, la legislación, parte de la cual aún esta en vigor, el arte, la arquitectura (fueron los inventores del arco; no del de tirar flechas sino del arquitectónico), las obras civiles (acueductos, teatros, carreteras, coliseos, baños, alcantarillado...), una avanzada medicina, tanto curativa como preventiva, obras de ingeniería, militar principalmente, la estructura social de las ciudades, con casas de hasta 4 y 5 pisos, y algo que no estaba en su voluntad: con el avance e implantación de la civilización romana en Hispania, llegó una doctrina religiosa, procedente de Oriente Medio: el Cristianismo, en su forma de Catolicismo.
La Hispania romana ha constituido, posiblemente, el legado más amplio y profundo, que nuestro país ha asimilado y transmitido a las generaciones futuras, a lo largo de toda su historia (a pesar de que muchos iletrados insistan en que lo fue la España musulmana). La estancia por las tierras ibéricas de Roma, puede considerarse que alcanzó unos 600 años, desde su llegada a Ampurias en el 218 adC. hasta la entrada de los Visigodos a principios del siglo V. Pero eso ya es otra historia.


Afirmaba Pío Baroja, en "El Gran Torbellino del Mundo", refiriéndose al epiceno género humano:
"El hombre: un milímetro por encima del mono cuando no un centímetro por debajo del cerdo".
El otro día hacía yo referencia a la chocante intrusión en las listas socialistas de Madrid de una/o individua/o con antecedentes de distracción moral como único curriculum vitae (que fino he venido hoy, ¿eh?). Pues bien, ahora el ayuntamiento de Gallardón se anexiona como delegada cultural de no sé qué distrito de la capital, a un conejo (vamos conejita) que inició su "carrera política" en el "Interviu", naturalmente en pelota picada, y ahora se dedica a una actividad lujuriosa televisiva que no he acabado de entender, porque los periodistas emplean el "espanglis" para definir ciertas cosas, pero me da que no debe ser lo del flamenco de la Aido.
Por cierto, que al parecer el Tribunal de Cuentas le ha encontrado a la asesina abortista, aunque intelectual e ilustrada, Bibiana un montón de irregularidades en forma y fondo en su departamento. El PP ha dicho que le va a pedir explicaciones sobre extraños contratos a dedo (naturalmente de mujeres); muy bien, pero ya conoceis la respuesta: ahora que depende de Pajín, esta también contrata a quien le sale de los cojones ¡Pues faltaría más! Yo que el novio ese que tiene saldría corriendo y no pararía hasta tomar el Transiberiano camino de la península de Kamtschatka. ¡Que peligro tiene la moza, y que inquina contra los hombres! ¿Por qué será?
En la opereta francesa "La Mascota", música compuesta por Audrán, el personaje llamado Lorenzo lanza esta expresión, acorde con lo que piensan la mayoría de los politicastros actuales:
"¿De que me serviría ser príncipe si no pudiese hacer lo que me diera la gana?"
A ver catalanes ¿que opinión os merece intelectualmente Carlos IV? Un necio, un estúpido, vacuo, asno, ñoño, obtuso, badulaque, gaznápiro... y encima cornudo consentidor, ¿A que sí? Pues en virtud de todas esas cualidades, y muchas más, que el Altísimo concedíole, y que su mismo padre, Carlos III, reconocía,... también prohibió las corridas de toros. ¡Anda!
Manuel Machado (un facha) nos regalaba de esta forma:
"La hermosa fiesta bravía
de terror y de alegría
de este viejo pueblo fiero...
¡Oro , seda, sangre y sol!"
También he leído que, un hombre con sentido de estado, a pesar de los pesares, Tarradellas, ya advirtió al Rey del estropicio que iba a causar la España de las autonomías. Yo me estoy hinchando a decirlo y a pedir su revocación, y noticias como esta, que yo desconocía, me alientan a seguir pensando con sentido común. Aunque ¿Quien le pone el cascabel al gato? Rajoy no, y SM el Jefe del Estado, tampoco.
Con toda razón afirmaba Karr:
"La edad en que todo se reparte e incluso se da generosamente es la edad en que nada se tiene".
Si hay un individuo al que odio fraternalmente, es a Rubalcaba (se me nota ¿no?), pero he de reconocer que está fabricado de amianto. Es admirable como se ha salvado de tres de los cuatro mayores escándalos habidos desde que murió Franco (imputables al PSOE): el GAL, el 11-M y, ahora, trás acojonar a Ruz, -que no sé para qué se mete en este laberinto si luego no sabe salir- del Faisán (el cuarto fué el delito de la colza, imputable a UCD). Lo malo de estos mafiosos con tanto curriculum a la espalda es que como salga un adversario farruco, que ahora no se atisba en el horizonte, o deje de pagar generosamente el silencio, ya puede pedirle la peluca a Carrillo (que no casca ni en broma) y salir de estampida.
Recuerdo ahora una frase de Benavente, que le dedico a este malvado:
"El enemigo sólo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón"
E igualmente unos versos del genial Quevedo, pertenecientes a una profecía de Pero Grullo dicen:
"Si lloviera hará lodos;
y será cosa de ver
que nadie podrá correr
sin echar atrás los codos".

Felices sueños.

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