martes, 8 de febrero de 2011

Bueno, pues continuemos contando cosas de la Historia de España
A ver, los etruscos vivían en la región de Etrúria (lógico, ¿no?), al norte de Italia, entre los ríos Arno y Tiber. Buenos agricultores y propietarios de las únicas minas de cobre y de hierro de toda Italia, nunca se preocuparon de estructurar un autentico estado centralizado, por lo que resultaban un plato apetitoso para sus vecinos ansiosos de sus riquezas minerales. Así las cosas, los celtas por el norte y los romanos por el sur, hacia el 280 adC., les convencieron para que claudicaran; los romanos extendieron su dominio hacia el septentrión, y, con las mismas, expulsaron tambien a los celtas, que vieron más conveniente salir por pies hacia la Dalmácia, actualmente en los Balcanes (Bosnia y Montenegro).
Aquellos romanos ya habían expulsado de sus colonias a los griegos y a los samnitas, (a pesar de la ayuda del rey de Egipto, Pirro, que les plantó un ejército con elefantes y todo) y se habían adueñado de casi toda la península itálica. Pero los cartagineses, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, pensaron: mientras estos se distraen peleándose, nosotros nos quedamos con Sicilia que tiene un trigo que hace unos bollos riquísimos. Pero la geografía sitúa a Sicilia demasiado próxima a la costa de la península itálica, en la punta de la bota, demasiado cercana de Roma para el gusto de sus habitantes; solo la separa de la península el estrecho de Messina, algo más de 3 Km.
De modo que los romanos se mosquearon, y confiados en que más vale una vez colorado que ciento amarillo,construyeron una importante flota, y se fueron a por los cartagineses, para expulsarlos como habían hecho con los griegos. Pero los reconstituidos fenicios les esperaban, a pesar de lo cual, en la batalla de Milas los romanos les zurraron la badana a los cartagineses y los echaron de Sicilia, y además les persiguieron hasta la misma Cartago. Pero amigo, África, por el momento, era de dominio cartaginés, allí mandaban ellos, mediante acuerdos con las tribus próximas. De modo que, como resultado final de la zapatiesta, que fue de aúpa, ambos bandos se quedaron sin barcos y tuvieron que retornar a sus respectivos hogares casas a lamerse las heridas.
Así empezaron las llamadas Guerras Púnicas (a los cartagineses también les llamaban punos). Estarán conmigo que, en la primera, podemos decir que ambos contendientes quedaron en tablas.
Mientras tanto, otro ejército cartaginés se había adueñado de las dos terceras partes del sur de la Península Ibérica, por el procedimiento al uso de la época, de la conquista sin miramientos, al mando de Asdrúbal, un general que no se andaba con chiquitas.
Los griegos se habían ido para conservar el tipo, y Roma avisada de lo ocurrido, y ansiosa, desde hacía tiempo con hincar el diente a la tierra de los Iberos, pactó, en el 226 adC, con Asdrúbal, que del Ebro hacia el sur era de Cartago, pero del Ebro hacia el norte era dominio romano. Claro que conociendo a estos dos pueblos de bravucones, este convenio no podía acabar bien, con un sólo río de separación entre ambos bandos.
En efecto los astutos romanos, que con una mano se avenían a tal acomodo, con la otra preparaban ya un gran ejército en Marsella, y un subsiguiente desembarco en África para coger a los cartagineses de la península entre dos fuegos.
Ya rondaba el año 218 adC., y en Cartago había surgido un genio de la estrategia militar: Anibal, hermano de Asdrúbal, y ambos, hijos de Amilcar Barca, de los Barca de toda la vida, quien vio preferible, a la vez que defender sus posesiones de la península, reunir un gran ejército, con elefantes y todo, y, tras arrasar Sagunto, a la sazón aliada de Roma, y lo que se pusiera por delante, cruzaron el Ebro (río que hoy día no sabemos a quien pertenece), escalaron los Alpes por el sur de Francia, y llegaron hasta el norte de Italia para pillar por la retaguardia desde allí a los romanos.
¡Gran sorpresa de Roma! Aquello no estaba en el programa. De modo que en lo que se repusieron del pasmo, fueron perdiendo, una a una, todas las batallas (a saber Tesino, Trebia, Trasimeno y Cannas), con un saldo de cientos de miles de muertos entre sus legiones.
Mientras, el follón entre romanos y cartagineses en Iberia era de órdago, entre los generales romanos, a la sazón hermanos, Cneo y Publio Escipión, y el gran comandante cartaginés Asdrúbal.
Al final Anibal no llegó a atacar la capital romana, cuyos vecinos estaban en un sin vivir (mismo error que cometió Hitler con Moscú y Leningrado) a pesar de que Asdrúbal, también había atravesado los Alpes, bien es verdad que con el rabo entre las piernas, de la zurra que Publio le había dado en la península, y se acercaba por el norte hacia la ciudad de Roma; esto se llama efecto de "tenaza".
Pero he aquí que a las agotadas huestes de Asdrúbal los romanos consiguieron pararle los pies en el norte de la península -ya se había agotado el factor sorpresa- y el cartaginés se marcha, directamente a África, a casa, hasta donde le persigue el cargante Publio Cornélio Escipión y le vuelve a zurrar de lo lindo.
Avisado del desastre, el ya extenuado Anibal, deja Italia y sale corriendo a defender Cartago, pero es derrotado también en la batalla de Zama. Cartago, de momento perdió toda la Península Ibérica y las islas mediterráneas... y gracias. Así acaba la Segunda Guerra Púnica.
Roma se impone.


Calderón de la Barca en su maestra obra "La Vida es Sueño", pone en labios de Estrella los siguientes versos:
"Y advertid que es baja acción,
que solo a una fiera toca,
madre de engaño y traición,
el halagar con la boca
y matar con la intención".
¡Y lo consiguió! Finalmente, hace dos días la primera hiena que se ha acercado, como habíamos pronosticado, al indefenso cuerpo del inerte Zapatero, para arrancarle el primer gran pedazo de carne, que Mas se lleva a Cataluña, ya se ha consumado, a pesar de que este patético presidente del gobierno sabe, sin lugar a dudas, que esta advertido por las potencias europeas (Merkel) de que eso no se hace, como así tampoco la subida salarial que rebasa, con mucho, las previsiones de la canciller. Estaba visto. Y hace 24 horas, el resto de las alimañas se han lanzado a reclamar su parte en el festín.
Y este drama seguirá durante lo que queda de legislatura, salvo que Europa se plante y nos rescate o nos expulse, se adelanten las elecciones o el PSOE mande a este descerebrado a hacer puñetas (Rajoy no es capaz) para evitar la sangría de votos, no solo del cuerpo socialista, sino tambien de Izquierda Unida, cuya presencia en la política española, según encuestas, es ya testimonial.
Claro que Tomás Gómez, el brillantísimo Castelar de nuestros días, ya ha resuelto el problema en Madrid, convocando para su candidatura a un putón delincuente y transexual conocida/o como Carla Antonelli. Contra estas listas electorales Esperanza Aguirre habrá de tener mucho cuidado (y sobre todo Gallardón). ¿Ya estamos todos? Pues quien sabe; Calígula nombró cónsul a su caballo... Aquí el PSOE, que reivindica González a bombo y platillo, de momento a una zorra.
En la partida 3ª de las siete escritas por el rey Alfonso X El Sabio, advertía:
"...que cuando las mugeres pierden la verguenza, es fuerte cosa de oyrlas e de contender con ellas".
Y hablando de putones y de sus vástagos, todavía no he dicho nada del asunto de la candidatura de los asesinos vascos, porque estoy esperando a ver que pasa.
Las declaraciones de Amedo diciendo que va a tirar de la manta y se va a enterar hasta Felipe de lo que vale un peine me dan risa. Amedo es un chulo de taberna y un cobarde. Ahora viene cantando la palinodia, para sacar beneficios mediáticos, preparándose, como todos estos exconvictos, para despues firmar sus memorias en El Corte Inglés; unas memorias desmemoriadas, por cierto, que, a quien suelen hacer daño, como todos, es a la Casa Real. Como si nadie supiéramos quien es la X del GAL, y, como no, la X del 11-M; privilegios de pensar con una conciencia independiente y limpia.
Benavente afirmaba en "La mariposa que voló sobre el mar":
"La tranquilidad de conciencia no depende de los motivos; depende de la conciencia".
En el asunto de los "falsos médicos", la Pajín ha hecho alarde de la desvergïuenza que la caracteriza, al responder en el Parlamento, sin experimentar el más mínimo rubor rubor ni contrición alguna, síntomas estos, no ya de ligereza o desparpajo, sino de una enfermedad psicopática clarísima con evidentes tintes de neurosis fóbica; ¡vamos! que más vale tomárselo así, porque los calificativos que me vienen a la memoria, en caso contrario, prefiero ahorrármelos.
El mismo Calderón de la Barca reflexiona así:
"El desagravio del noble
más escrupuloso y grave,
no estriba en que se vengó
sino en que pudo vengarse"
Que en realidad serían muy parecidos a los que reservo para la sin par Trini a la que en la ciudad de Hebrón han puesto cuán no digan dueñas, entre otras cosas por alardear ante el pueblo judío con la Kufiya al cuello; vamos como su jefe y admirado ZP.
Y no se pierdan la frase del vil Rubalcaba sobre el contundente fotón y la sutil onda; ¿sabrá este merluzo lo que es un fotón y una onda electromagnética? Sí, ya sé que tiene el título de químico, algo que solo le sirve de adorno, lo mismo que a Maquiavelo el haber sido funcionario público. Pero la maldad (en ambos personajes) es perfectamente compatible con la necedad y la osadía (solo en el primero).
Más, ¿que me dicen del tal José Cabanillas? Comisario Jefe de la Unidad Central de Inteligencia, en época del 11-M, y que ahora se viene a descubrir que su misión, encargada por la X del 11-M, en el drama (solo para algunos, para otros la fortuna) de 2004, no era sino "orientar" (acomodar, encarrilar, adiestrar) los informes imprescindibles para la investigación hacia una presunta relacción de la matanza con Bin Laden y el terrorismo islámico, alejando las sospechas de ETA, naturalmente en sintonía perfecta con el PSOE. Tanto es así que el Director General de la Policia le obligó, en el juicio, a perjurar excluyendo cualquier relacción de ETA con unos presos musulmanes. ¿Como lo ven? Respondan ahora a mis preguntas: ¿Quien llevó a cabo los atentados del 11-M? Está clarísimo...Los que aquí matan siempre. ¿Quien lo diseñó? Vamos, pues un partido político celtíbero y dos servicios secretos, uno africano y otro peninsular. ¿Quien ocultó la verdad para beneficiarse? Pues agentes de fuerzas de seguridad, políticos con ansias de llegar al poder, jueces ambiciosos y sectarios, forenses y peritos comprados, el mismo partido político que se benefició y sus seguidores y simpatizantes. En realidad fue un acto de guerra civil para conseguir el poder, en el que los muertos y heridos representan los necesarios, que no inevitables, daños colaterales, justificado peaje que hay que pagar en cualquier cruzada, en cualquier campaña, salvo que sea la de Franco.
Desde entonces, aquel partido político tiene deudas muy graves con dos mafias: la vasca, a cuyos sicarios hay que pagar con beneficios políticos y penitenciarios (que no llegan lo que está acabando con su paciencia), y a la mafia maronita, que aportó hombres de paja e infraestructura de espionaje, y a quien se debe recompensar facilitando la concesión de tierras en el norte africano, a cualquier coste. Pero quien trata con mafias, y no paga a tiempo y convenientemente, puede verse buceando en el puerto con los pies dentro de un cubo de cemento. Y cada vez es más difícil cumplir con las deudas sin que se note demasiado.
Finalmente Gustavo le Bon nos recuerda para cierto resuello espiritual:
"En política, engendrando la acción, como en mecánica, una reacción igual y contraria, toda tiranía que crece crea rápidamente una reacción destructora de esta tiranía". Así sea.

Que sueñen con los angelitos.

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