martes, 17 de enero de 2012

Ya en 1875, fecha a la que nos vamos a trasladar, se comentaba la existencia de una auténtica red de terrorismo internacional y ningún país quedaría libre de ella. La ETA, el GAL, el GRAPO, el IRA, movimientos fundamentalistas islámicos, las Brigadas Rojas, La Fracción del Ejército Rojo, los Independentistas Corsos, los movimientos de sabotaje de instalaciones de la OTAN, el terrorismo de estado Libio y sus embajadas, Septiembre Negro, la OLP, los Servicios Secretos Israelíes, KGB y CIA, Mafia, Lobos Grises turcos, movimientos nazifascistas. Secuestros de barcos y aviones, coches bomba, explosivos plásticos en grandes almacenes, sabotajes en instalaciones de la OTAN, atentado al Papa, a presidentes, a ministros, a lord Mounbatten, policias, jueces, secuestro de empresarios, asesinatos de primeros ministros en España e Italia, voladura en Brighton, destrucción de redes eléctricas, atentados en túneles, en estaciones ferroviarias como en Bolonia, voladuras de centrales telefónicas, campañas antinucleares... Un fenómeno que no cesa. Los estados se ven impotentes para reprimirlos y un gigante como los EEUU tiene que reaccionar como puede. Y redes de venta de armas, de explosivos, en un extraño mercado para alimentar los medios de muerte de los terroristas.
Entonces ya se preguntaban: ¿Que hay detrás de todo eso, de esas conexiones tan variadas? ¿Una bien dirigida operación de una potencia del campo comunista para desestabilizar occidente y en particular Europa? -se preguntaban. Son demasiadas coincidencias, demasiadas "reivindicaciones" que no encajan. El Líbano -afirmaban en los años 70- ha exportado sus sistemas de muerte con sus coches bomba, aunque entre los grupos de Europa sin conductores suicidas. Solo una colaboración internacional que deje de lado diferencias políticas -razonaban hace 35 años- podrá tal vez acabar con esta plaga de muerte con que los terroristas y sus redes amenazan a la indefensa sociedad civil.


Benavente publicaba el 13 de Febrero de 1948:
"Nadie sabe dónde ni cuándo dijo Goethe que era preferible una injusticia a un desorden. No creo que lo dijera nunca. A poco que lo hubiera pensado, hubiera comprendido que el mayor desorden es la injusticia".
Pasando hoy, un poco de refilón sobre temas nacionales tales como si Garzón tuviera un átomo de dignidad no consentiría el montaje de este circo a su alrededor, pero este abogaducho, un individuo sin vergüenza, ha mostrado que cuando no existe ningún otro valor moral ni intelectual, suele sustituirse por la soberbia. Un majadero, vaya.
Por otro lado, no sé, ni me importa, si puede considerarse a Fraga un político democrático, entre otras cosas porque, como ustedes saben el rollo ese de la democracia no me interesa en absoluto, pero que diga el asesino Carrillo (este no casca no con estricnina) que considerar a Fraga demócrata es excesivo, es para intentar orinar y no echar gota.
Dice Bruselas que ve algo raro alrededor de las calificaciones de S&P... yo lo veo alrededor del caso de Marta del Castillo; este asunto huele que apesta a prevaricación, corrupción y cohecho, delincuencia, vamos. Una maldición gitana decía "juicios tengas y los ganes", y hoy día podemos ampliarlo a "Dios te libre de tener que tratar con las fuerzas de seguridad, aunque sea para ayudarte" (con honrosísimas excepciones que por lo general llevan tricornio). ¿Será por ello que más de medio millón de personas ha emigrado de España en 2011? muchas de las cuales han sido formadas en este país y son necesarias en él; bueno, no solo por eso.
Por último, aunque ya no es noticioso, hay que ver que mal le cae Fraga al diario El Mundo -casi tan mal como don Camilo José, al que, a pesar de ganar el Premio Nobel no fue recibido por ningún presidente de gobierno, al menos socialista (Aznar no lo sé)- y que simpatía irradia hacia Garzón, para los que sabemos leer entre líneas. En realidad Pedro J. ha transformado un diario comprometido con la verdad en un libelo anodino y sin interés, del orden de la prensa basurilla, y con un sustrato mucho menos cultural que el mismísimo El Pais. Vamos, ni chicha ni "limoná", pero siempre tendencioso.
Pero, una vez dicho esto, lo que verdaderamente me preocupa es la situación que se está gestando en Oriente Medio: el foco del incendio está en Irán, cuyo dictador (aunque en un estado teocrático los que mandan son los ayatolas) Ahmadineyad, que ha recorrido diferentes países de la América "democrática" buscando apoyos a sus siniestros y fascistas planes, y de paso traerse todo el uranio que pueda. En su tierra le apoya el asesino sirio y los grupos asesinos de Hezbolá, Fatah, Hamas,etc; le miran con simpatía los países en vías de islamización, como Yemen, y sonríen sus gracias pero con preocupación las demás dictaduras del estilo de Líbano, Pakistán, India, Turquía y Jordania, por destacar algunas. Sus enemigos declarados son los judíos sin lugar a dudas, los árabes de arabia y de Kuwait. Pero lo peor es que fuera del territorio musulmán tienen a su lado a los rusos y chinos y enfrente a los EEUU, la OTAN y todo lo que ello representa. Fuera de juego quedan tierras arrasada pero no menos preocupantes como Iraq o Afganistán. Y puedo asegurarles que todo este juego de poderes ha alcanzado una situación de alarma que no me gusta un pelo, y se ha extendido, como reguero de pólvora hasta el Lejano Oriente, donde los intereses chino-soviéticos atraen a su redil al territorio indochino, principalmente Corea del Norte creando un claro mapa de alianzas demasiado definidas como para no ser la representación cartográfica de la Tercera Guerra Mundial, si Dios, o quién sea, no lo remedia, porque el sentido común no parece tener nada que ver en el frangollo.
D´Alembert en "Mélanges de Littérature", reflexionaba:
"El arte de la guerra es el arte de destruir a los hombres, como la política es el arte de engañarlos".

Buenas noches

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