sábado, 10 de septiembre de 2011

En la Rusia de 1918 la guerra civil es ya un hecho. En el transcurso de los primeros meses de este año, el gobierno de los soviets pierde el control de la mayor parte de Rusia. A pesar de lo acordado en el tratado de paz de Brest-Litovsk y de haber llegado, de hecho, a Crimea y al delta del Danubio, en en sudeste de Rusia, las tropas alemanas siguen su avance z finalizada la revolución de Octubre de 1917hacia el sureste del país, mientras los turcos, despues de llegar a las costas del mar del norte, penetran en Transcaucasia y marchan sobre Bakú y Tiflis. Entonces Trotsky organiza el ejército rojo, destinado a defender el régimen revolucionario y compuesto por milicias obreras y por soldados veteranos, además de antiguos oficiales zaristas.

El 3 de Marzo, el gobierno de los soviets y los imperios centrales firman un tratado de paz en la Primera Guerra Mundial. Una vez finalizada la revolución de Octubre de 1917, los bolcheviques urgen poner fin a la guerra, por lo que proponen una paz, primero a la Entente y, ante su negativa, a Alemania. Pese a las discrepancias de un sector del partido bolchevique dirigido por Bujarin y Trotsky, Lenin hace prevalecer su opinión dentro del gobierno soviético, y se aceptan las exigencias alemanas (independencia de Finlandia, Polonia y Ucrania). Según los términos del acuerdo, Rusia acepta la permanencia de tropas alemanas y acuerda con Alemania la liberación de los prisioneros de guerra y la renuncia al pago de reparaciones.

Por otro lado, tropas de la marina británica, tras desembarcar en Marzo de 1918 en Arkangelsk, Murmansk y Vladivostok, organizan el gobierno del norte, que presidirá cinco meses más tarde el populista Chaikovski (el músico no). El cuerpo expedicionario británico, compuesto por unos 15.000 hombres, recibe el apoyo de las tropas contrarrevolucionarias del general Miller (7.000 hombres). Casi al mismo tiempo se producen desembarcos estadounidenses y japones en Vladivostok, el 5 de Abril. El reforzado ejército británico junto con el apoyo que les proporciona el contingente japonés, penetra en el territorio transcaspiano. En la región del Don, Piotr Krasnov, jefe de los cosacos, es elegido, en Mayo, por sus hombres para organizar la resistencia contra el poder de los bolcheviques. Los cosacos y las tropas del general Antón Denikin controlan ya, a finales de Mayo, el territorio que comprende desde la línea del frente alemán hasta el Volga, impidiendo de esta manera que Moscú sea abastecida de víveres. Por otra parte, la legión de voluntarios checos se niega a entregar las armas y se rebela contra el gobierno soviético, trás decretar Trotsky su disolución una vez firmado el acuerdo Brest-Litovsk. Los checos, desplegados entre Irkustsk y Vladivostok, al mando de Benes y Masaryk, marchan hacia los Urales, controlando un largo tramo del Transiberiano. Cuando llegan a Samara los checos apoyan la constitución del gobierno independiente del Volga medio. Después de combatir al ejército rojo en Kazán, las tropas blancas se apoderan del tesoro del banco imperial ruso, una gran fortuna en oro. En estos momentos, las tropas contrarrevolucionarias dominan el territorio comprendido entre los Urales y la línea Volga-Kama.

En la zona siberiana de Omsk se constituye otro gobierno opuesto a los soviets, el dirigido por el ex comandante del mar Negro, almirante Alekxander Kolchak. Este gobierno, fusionado con el de Samara, constituirá, trás celebrarse en Septiembre de 1918 la conferencia de Ufa, el gobierno provisional de Rusia. Toda esta compleja situación obliga a los bolcheviques a echar mano de sus mejores elementos políticos y militares para enviarlos a los frentes más amenazados. Como consecuencia de ello, la situación interna se agrava aún más al tener que atender dos frentes al mismo tiempo.


Camilo José Cela en "La Colmena" pone en boca de doña Visi esta frase cargada de simpleza ineducada y amoral:

"Muchas gracias tenemos que dar a Dios por haber nacido españolas. Si hubiéramos nacido en China, a lo mejor nuestros hijos se iban al limbo sin remisión".

Hoy, 11 de Septiembre, el mundo entero recuerda la masacre de Nueva York, algunos (y no me refiero a los terrorista de Alqaeda, como los Barden, Carrillo, Llamazares, Victor Manuel y señora, Almodovar quien dispone de información privilegiada a través de la cual descubrió que Aznar había orquestado un complot contra el PSOE el 11-M (justo al contrario), Sabina, la antiespañola Chacón y en general los que se reparten el "Goya" y los cerdos indignados), para celebrar que se mate imperialistas, y la mayoría del mundo para recordar y aprender lo que de dolorosa enseñanza tiene la historia, y al paso de semejante acontecimiento, también podemos rescatar del olvido el vano proyecto de Zapatero con su alianza de civilizaciones, en la pretensión de que lleguemos a respetar al Islam. Independientemente de que su doctrina, adulterada hasta la nausea por el paso del tiempo, que a otras gentes hubiérales servido para madurar y evolucionar, su dogma quedó anclada en la Edad Media, tanto en el aspecto social como político o económico, y que esta gente del turbante utiliza a Dios (Alá) para justificar el asesinato en masa de inocentes, a través de discursos demagógicos y naftalínicos, cuyo soporte intelectual no alcanza ni al raciocinio de uno de nuestros chavales de 10 años, y sin ningún soporte doctrinal que no se justifique por su fanatismo resentido, que les conduzca a destruir todo lo que temen porque desconocen o envidian porque jamás alcanzarán semejante estatus social, su única misión, en una sociedad en la que solo comen y viven como Alá los miembros de una sola familia, los que mandan y, habitualmente, controlan el petroleo, mientras los demás que viven en la absoluta miseria se electrizan por poseer un fusil o unos cartuchos de dinamita (¿Goma.2 Eco o dinitrotolueno?) y destruir, destruir, destruir, confiando en que sus imanes nos convenzan de que el Corán manda semejantes atrocidades (algo que es radicalmente mentira). No comen, ni progresan, ni estudian (lo que se hace en las madrasas es adoctrinar asesinos desde niños), ni les importa un carajo su sociedad como unidad de ciudadanos en busca de un mejor futuro, ni siquiera su familia a cuyos miembros inducen a suicidarse; pero, en fin, algo es algo.

Nosotros, afortunadamente, hace mucho tiempo -o simplemente tiempo ya que la Inquisición fue abolida en 1834- que esas brutales costumbres de matarnos en nombre de Dios las dejamos atrás; ahora nos matamos en nombre de la diosa democrácia y por supuesto del poder (11-M), de modo que la mala costumbre de aniquilar al prójimo mucho me temo que forma parte de la genética del Homo Sapiens (aunque parezca mentira esta denominación taxonómica engloba también al gobierno del PSOE, a los de la ceja y a los cerdos del 15-M; es una costumbre ancestral, pero no metáis en este merengue ni a Dios (Alá, que es lo mismo) -lo dice un no creyente-, ni a la democracia que diseñaron los griegos (Pericles) con otros fines, - lo dice un no creyente-, ni a la salvación del "pueblo obrero", -lo dice un no creyente.

No obstante, queridos lectores, existen muchas formas de masacrar familias enteras y la Europa de nuestros días está en ello. Ya se están escuchando ruidos de sables el el Banco Central Europeo donde una de las cabezas directoras, el señor Stark, para más señas alemán, ha acabado hasta la pipa de los manejos de Trichet en la línea del perro del hortelano, comprando deuda de los paises en vías de pegarse la costalada padre. Ello ha provocado otro cataclismo bursátil. Miren ustedes, un enfermo cuyas constantes suben y bajan como lo hacen las bolsas europeas, pasando de 41 grados de fiebre a 35 grados, es un enfermo muy grave, con un metabolismo arruinado y afectación multiorgánica; preparémonos a sobrellevar las amputaciones que sean menester.

El mismo Cela, y en la misma obra describe a la miserable y amargada dueña del café con estas palabras:

"Enlutada, nadie sabe por qué, desde que casi era una niña, hace ya muchos años, y sucia y llena de brillantes que valen un dineral, doña Rosa engorda y engorda todos los años un poco, casi tan de prisa como amontona los cuartos.

-En cuanto una se confía -suele decir-, ya están abusando. Son unos golfos, unos verdaderos golfos ¿Si no hubiera jueces honrados, no sé lo que sería de una!".

Buenas noches.

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