jueves, 15 de marzo de 2012

La figura más importante de la generación del 98, Miguel de Unamuno, nació en Bilbao en 1864 y murió el 31 de Diciembre de 1936, en Salamanca, ciudad en donde transcurrió la mayor parte de su vida, siendo primero catedrático de griego y luego rector de la universidad. Unamuno se caracterizó por un acerbo carácter y un pronunciado moralismo. De espíritu intelectual agresivo, su permanente estado de angustia y zozobra ante los problemas políticos e intelectuales le llevaron a estados de crisis casi permanente. en 1924 se enfrentó a Primo de Rivera que lo desterró. En 1931, la república le repuso en su cátedra de Salamanca y le nombró rector vitalicio. Al estallar la guerra civil en 1936 se adhirió a la causa de Franco, que le confirmó en su cargo. En la inauguración del curso en Salamanca, en Octubre, tuvo un enfrentamiento verbal con Millán Astray, que gritó un muera a la cultura. Fue destituido y quedó en arresto domiciliario hasta su muerte, en el mes de Diciembre. En cartas escritas en estos meses se retractó de su adhesión inicial al alzamiento: "venceréis... pero no convenceréis", apostilló.

Sin desánimo, a veces encuentra uno caballeros; así decía don Quijote:
"Pero no todos podemos ser frailes, y muchos son los caminos por donde lleva Dios a los suyos al Cielo: religión es la caballería; caballeros santos hay en la gloria".
El temporal de agua y viento que está sufriendo toda la zona norte de país, principalmente Galicia y Asturias, está dejando cicatrices en el paisaje y el alma de muchos lugareños, difíciles de restañar. A pesar de ello he podido gozar con una imagen mediática cuando esta mañana contemplaba la información que ofrecía la TV nacional, la de todos, pero más de PSOE, en que un joven periodista comunicaba, in situ, el desprendimiento del terreno en una carretera, creo que del Principado de Asturias lo que dificultaba enormemente el transito, incluso de peatones, por ella, obligando a un rodeo de 8 Kms. a personas y vehículos para acceder al pueblo que el susodicho camino enlazaba con su entorno. Y, no podrán creérselo, el periodista, insisto que un muchacho joven, iba vestido de manera elegante y perfectamente peinado, en resumen ¡iba limpio!... ¡Oh milagro! un periodista que no iba andrajoso, ni vestido de drogata callejero durante su trabajo ¡un mirlo blanco!... difícil de creer. Porque algo deben de hacerles a estos tíos en la escuela de periodismo para que todos salgan hippies, guarros, ineducados e ignorantes... Cosas raras..., como las que, en Andalucía, no pasa un día sin que nos dejen con los ojos como los búhos. A mi personalmente me ha llamado mucho la atención que el necio de Griñán, balbuceante él y acorralado, rebuscando alguna aguja entre la paja de la malversación, la prevaricación, el latrocinio y el cohecho, para exponer en sus peroratas -en modo alguno discursos- solo ha podido esgrimir en su favor un proyecto cultural puntero a sus seguidores (que los tiene, aunque no puedan creérselo)... nada menos que ofrecía la enseñanza de flamenco en las escuelas ¡como lo oyen! De historia, gramática (o lengua que dicen ahora), literatura, arte, latín (muy útil para conocer que los habitantes de Cabra se llaman egabrenses) y humanidades, nada, pero de "arenal de Sevilla y olé..." lo que haga falta. Luego salen figuran como los Ruiz Mateos y, salvo echar unas amargas risas con las majaderias de José Maria y esposa, maldita la gracia que tiene el asunto.
"No querría -dijo don Quijote- que le dijese yo aquí agora, y amaneciese mañana en los oídos de los señores consejeros, y se llevase otro las gracias y el premio de mi trabajo".

Que descansen y felicidades a los Josés y Josefas, y ojo, que se dicen muchas tonterías sobre la Constitución de 1812, incluso por presuntos "eruditos liberales".

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