lunes, 5 de marzo de 2012

Adentrándonos en el entorno del año 2500 adC., es sabido que el ritmo anual de la vida egipcia depende del Nilo, que cada año abandona su cauce y cubre la tierra próxima a sus orillas con fértil limo. La crecida se produce en Julio trás las fuertes lluvias y deshielos en las montañas abisinias, y llega a un momento culminante en Septiembre para desaparecer en Octubre. Es entonces cuando los hombres, que se habían retirado a los territorios altos, regresan al llano; los campos son medidos nuevamente y comienza el cultivo de la tierra.
Los campesinos viven en chozas de adobe que el agua del Nilo deshace cada año; de ahí que antes de nada deban reconstruir sus casas cada primavera. El agua del Nilo se almacena en grandes embalses y es conducida a los campos a través de una densa red de canales. El agua se se convierte en un bien escaso, porque durante el invierno llueve con poca frecuencia. Si algún año la inundación no llega o no resulta menos abundante de lo normal, miles y miles de egipcios quedaran cercados por el hambre. Una sociedad que depende de los caprichos anuales de un río, necesita un estado bien organizado. Los estanques y los diques tienen que ser metódicamente construidos y conservados. El faraón dispone de un extenso cuerpo de funcionarios que llevan a cabo estas tareas. Para no ser sorprendidos por la inundación, los egipcios confeccionan un calendario eficaz. El año solar dura 365 1/4 días; para el calendario de 365 días, el comienzo del año se desplaza un día cada cuatrienio. Por eso la civilización egipcia relacionaba el calendario con la estrella Sirio, que cada año, trás un largo periodo de invisibilidad, reaparece el 19 de Julio. Un periodo de Sirio dura 1. 460 días (4 veces 365), de manera que el año solar coincide con el ciclo de Sirio.
En esa misma época el Alto Egipto estaba habitado por nómadas que se desplazaban de oasis en oasis con sus rebaños y que se orientaban por las estrellas en sus migraciones.

Victor Hugo nos alumbraba, en 1850, con frases como:
"El verdadero Gobierno es aquel a quien no ofende el aumento de luz y a quien no atemoriza el engrandecimiento del pueblo".
Desde su fundación el Partido Socialista Obrero Español jamás gobernó por y para España, sino para su provecho particular; nunca trabajó, y esa era la doctrina de su fundador, para los españoles, sino para sus intereses y nunca dentro de la ley que todos los ciudadanos debemos acatar, sino al abrigo de conductas prevaricadoras, el latrocinio y el nepotismo; y de ninguna manera por compromiso con doctrinas o idearios democráticos, patrióticos o de defensa de símbolos nacionales y principios fundamentales reconocidos en todo el mundo occidental como imprescindibles para el mantenimiento del orden, de la Constitución y las leyes vigentes o la prosperidad de la nación, sino, muy por el contrario, siempre hacia la conveniencia, el lucro y el rédito político y financiero para el enriquecimiento particular y personal, y según la exclusiva ley del manual que todos ellos aceptan como suyo (muy al estilo masónico, o del OPUS) y ello aunque hayan jurado o prometido, por su honor, y en presencia del Jefe del Estado defender los principios más sagrados de la nación... les da igual. Siempre ha sido y será así. Su única ambición es acaparar los poderes aunque para ello tengan que recurrir al delito más atroz. Si, como parecen afirmar todos los ideólogos, para sostener un sistema democrático basado en un estado de derecho, es necesaria una izquierda o, dicho de otro modo, un partido progresista, que permita la eventual alternancia en el poder a requerimiento de los ciudadanos mediante el voto cada 4 años, como manda la constitución, existen otros partidos políticos que cubren esa necesidad en el espectro político nacional (aunque alguno sea heredero del criminal comunismo marxista leninista), que para los votantes de izquierda pueden resultar una alternativa válida. El PSOE, insisto que desde su fundación y con su fundador Pablo Iglesias a la cabeza, no es sino una mafia de delincuentes y aprovechados cuya finalidad es la consecución y sostenimiento del poder en España para, a través de él, manipular las leyes y la opinión pública, para controlar todos los resortes que les permita enriquecerse aprovechándose de la ignorancia y la incultura del pueblo español.
Dicho esto, alguno, posiblemente desde fuera de España más frecuentemente que dentro de nuestras fronteras, se preguntará ¿pero donde están los sistemas controladores, reguladores y defensores de las leyes, el orden? ¿quienes son los avalistas, los garantes de los principios más elementales que deben regir en una nación moderna? y yo contesto: pues miren ustedes la gran mayoría de los estamentos pertenecientes a los tres, a los cuatro poderes (incluyo los medios de comunicación), a los seis poderes si añadimos a la Iglesia como institución, y a la corona, están pringados o si lo prefieren vendidos al sistema poderoso del PSOE (algo parecido a lo que ocurriría en Italia si mezclamos en un único poder a la institución creada por el poderoso Berlusconi con las tres principales mafias: la siciliana, la calabresa y la Napolitana).
Un ejemplo de esto lo tenemos en la incuestionable autoría, física e intelectual para conseguir el poder, de la masacre madrileña del 11-M, o en el ya apestoso caso del bar Faisán, en que el juez que ha reabierto la causa ha entregado a la Guardia Civil la investigación porque, desde que la policía nacional dejó de ser un cuerpo militar, se ha incorporado a la miseria humana e institucional que cubre el PSOE con su criminal manto, al igual que los servicios de inteligencia nacionales, conocidos como el CNI, siempre al servicio de dicho partido.
Esta tenebrosa realidad, esta maraña bien tejida desde hace un siglo para el delito necesario para conseguir el poder, esta podredumbre que varios millones de ignorantes, aprovechados o arribistas españoles transportan en andas procesionando en su particular semana santa, afirmando que son la garantía de la izquierda vengadora y antifascista, este nido de basura se llama Partido Socialista Obrero Español.
De los Pensamientos, máximas, caracteres y anécdotas de Chamfort, extraemos esta reflexión:
"Conservad, si es posible, los intereses que os atan a la sociedad; pero cultivad los sentimientos que os separan de ella".

Buenas noches.

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