jueves, 26 de mayo de 2011

En fin, pues tenemos que seguir y, ya rematar, el relato de nuestra Historia de España:
Pues bien, tras la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975, se produjo un periodo que dieron en llamar de la transición. En realidad, el 90%, y a lo mejor me quedo corto, de los españoles residentes en el suelo patrio, o en el exilio, no teníamos ni puñetera idea de que es lo que iba a ocurrir en aquel momento e inmediatamente a continuación, lo cual no solo resultaba desconcertante, sino inquietante, y en mi caso acongojante, pues me pilló sirviendo a la patria, armas al hombro. Podía pasar de todo. Y si no pasó nada grave, no fue, como se ha insistido hasta que pareciera verdad, en virtud de la madurez del pueblo español, entre otras cosas porque el pueblo español no ha mostrado ni pizca de madurez, por lo menos en los últimos doscientos años, o más. Más bien el acomodo, los complejos, la presión extranjera y el miedo a perder lo poco que se había conseguido individualmente (me refiero al coche, la televisión, la hipoteca, etc.), ante una parte de la ciudadanía (¡Que palabra!) que no paró de provocar durante los primeros años, mantuvo un elemental orden, suficiente para ir tirando; pero a punto estuvo.
Ya he dicho anteriormente que Franco no era una persona muy inteligente, pero no era idiota, y sabía perfectamente la senda que España habría de andar cuando él faltara. De hecho, y esto puede que mucha gente no lo sepa, a Guinea Ecuatorial, a la sazón un protectorado español en África, que, de ahí, pasó a ser una provincia más, y luego una "COMUNIDAD AUTÓNOMA", se le concedió la independencia partiendo de un estado de total democracia. ¡ Increíble! ¿eh! Pues sí señor, vivimos la paradoja de contener, por un tiempo, dentro del estado español, una dictadura y un sistema democrático, simultáneamente. Luego Franco tenía claro el camino a recorrer; pero mira por donde Guinea acabó en manos de un asesino tras otro.
La proclamación del rey Juan Carlos I, el 22 de Noviembre, según la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, estuvo rodeada, y está y estará, de todo tipo de irregularidades, si consideramos la línea de descendencia monárquica. Y ello no han parado de echárselo en cara los republicanos, y las izquierdas en general, continuamente. Primero, el ser un monarca dispuesto y nombrado por un dictador; después haber jurado, en su coronación, los Principios Generales del Movimiento, quizá condición sine qua non; luego haberse saltado a su padre en la línea de descendencia y finalmente el numerito de la abdicación de don Juan de Borbón en favor de su hijo, cuando es imposible abdicar de un derecho que nunca se ha ejercido.
Bien, pues con estos mimbres en la Jefatura del Estado, las provocaciones de la izquierda que reclamaba protagonismo, y de la derecha que no quería perderlo, la ETA, y unas hábiles maniobras del rey , que llegó a forzar una entrevista con el mismo Carrillo, que conspiraba en el exilio, pudo acabar retirando de la escena política a los viejos dinosaurios franquistas (mira que le costó jubilar a Arias Navarro muy apoyado por doña Carmen Franco), tanto en la política, como en el ejército (esto mucho más delicado), como en la Iglesia.
Momentos hubo, de máxima tensión, en que un observador informado, no hubiera dado una perra gorda por aquella España, francamente noqueada. Pero en fin, pasado el primer trago, tomó las riendas del frangollo Adolfo Suarez (Julio de 1976), y parece que el tren se asentó en las vías y, tirado por una buena máquina, cogió la velocidad adecuada. Lo de la legalización de los partidos, la redacción de la Constitución, la creación, a renglón seguido, del Tribunal Constitucional, la legalización de los sindicatos, ambas cosas más para salvar la cara ante las reivindicaciones de izquierda, el estado de las autonomías, regularización y creación de tribunales, como la Audiencia Nacional, constituido para juzgar casos de narcotráfico y terrorismo, libertad de prensa y de asociación, la payasada de Tejero de 1981, y el ingreso en instituciones internacionales como en la OTAN en 1982 y en la Comunidad Europea en 1986, se sucedieron los pasos hacia una estable Monarquía Parlamentaria, y un presunto estado democrático en armonía con el resto del mundo occidental que desembocó en la entrada en el EURO, en 2002.
Pero a los maduros gobernantes de aquel maduro pueblo, el transatlántico construido, muy moderno y bellamente adornado y decorado, les resultó demasiado grande y de maquinaria muy compleja para poderlo maniobrar. Y comenzó a dar bandazos en favor de unos pocos con el apoyo de unos muchos. la prevaricación, el nepotismo, el secuestro y el asesinato (23-F, GAL, caso de la Colza, 11-M), sostenidos por algunas empresas privadas que apuntalan el golfeo, como el banco Santander, multitud de empresas constructoras, ONGs, peliculeros, bardos, rapsodas y comediantes varios (resultaría prolijo pormenorizar) e instituciones diversas creadas para la difusión de cualquier vicio, abuso (SGAE), desfalco, ofensa, estafa, malversación, soborno, falsificación o violación, nos ha quedado un precioso país, con lazo de regalo y todo para el que lo quiera.
En fin, mi propósito para que mis lectores puedan recordar lo ya aprendido sobre la historia de España, desde los primeros habitantes de la Península Ibérica hasta nuestros días, creo que está cumplido. Es motivo de cultura general y conversación de tertulia de café, que yo tengo el placer de compartir con todo el que me hace el honor de leer estos párrafos.
En cuanto a los jóvenes, por favor, recurrir a este humilde recorrido cuando os aburráis en casa y ¡dejad ya la Nintendo, coño!.

Con acierto innegable podemos extraer de L´esprit d´Alphonse Karr la siguiente reflexión:
"Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir".
Sería un enorme placer poder escribir sobre la actualidad en un tono más desenfadado que diera pie a extraer una sonrisa a mis lectores con estos apuntes, de modo algo menos tétrico que estos días pasados, pero juro que no soy capaz de encontrar la manera de hacerlo. Porque, a ver ¿que tiene de gracioso Garzón? que ahora va arrastrándose cual procesionaria del pino, con una barba de 4 días, como el rey, suplicando que no le metan en la cárcel. Que este individuo no tiene dignidad no es nada nuevo, pero resulta chocante su actual misérrima solicitud en un tipo, no ya altanero sino chulo hasta el punto de gritarles en la cara a los procesados en su sala, y que anda recorriendo el mundo con una unas ojeras más propias de un político de UCD que de un militante de extrema izquierda y con una mancha maloliente en las posaderas del pantalón.
¿Y como se puede facilitar una sonrisa a los lectores cuando la OCDE, de errabundo comportamiento, tradicionalmente, calcula que España va a tardar 15 años en volver a ostentar la tasa de paro del 9% de 2007? Por que cuando esta organización de manipuladores al servicio de lo políticamente correcto dice 15 años, es que han calculado 25, ¡Vamos! una generación entera a la mierda.
¿Y que tiene de gracioso que la juventud que debía estar trabajando para asegurarse un a labor digna en el futuro, se refocilen tirados a la bartola a la vista de todo el mundo, llamándose encima los "indignados", entre su propia mugre física , moral e intelectual? Es que los que nos dedicamos a trabajar ¿vamos a hacer el más mínimo esfuerzo en sacar de la charca a esos desgraciados gochos que ahora pegan carteles exigiendo la república, que se prohíban los toros o con leyendas como "a por ellos como en Paracuellos"? ¡No, hombre, no! Yo por lo menos, ni mover un dedo.
¿Como voy a hacer chistes con el anteproyecto de la "ley de muerte digna" que tanto gusta a la necia Pajín, lo cual ya es un motivo para ponerse a llorar como un bebé, cuando el cardenal Rouco, conocido por su camaleónico trasiego, su desmedida ambición y larga soberbia, asegura que no lo ha leído pero que le han dicho que está muy bien? Y lo que es más, cuando el mismo PSOE no es capaz de proporcionar una muerte digna, ni siquiera unos dignos cuidados paliativos a Zapatero en sus estertores mientras es devorado por Rubalcaba, Chacón, Chaves (con s) y Bono mientras el cuerpo, aún vivo, está calentito.
¿Y que me dicen de la risa que nos da cuando nos enteramos que los sindicatos han pactado con Alierta deshacerse de casi 9.000 trabajadores de Telefónica, y encima UGT quiere que las prejubilaciones no las pague la empresa sino nosotros de nuestro bolsillo.?
Así no hay quien se ría. Si es que no tiene maldita gracia este país. En fin fijémonos en lo que ha dicho, fuera de nuestras fronteras, la señora Lagarde, que aspira a ser la nueva directora del FMI:
"Aportaré toda mi experiencia como mujer..."; pues estamos buenos, porque Kahn ha aportado la suya como hombre y ya ven la que se ha liado.
En fin, lamento estar tan serio y triste; ya quisiera yo, saber seguir la directriz que marcó Rabelais cuando decía que:
"De risa y no de lágrimas es mejor escribir,
ya que reír siempre es lo más humano"

Que ustedes descansen en brazos de Morfeo.

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