jueves, 19 de abril de 2012

Un mes y medio despues de declararse la guerra franco-prusiana, Francia es derrotada en la decisiva batalla de Sedán a orillas del Mosa. El 2 de Septiembre de 1870, el ejército francés, al mando del mariscal Patrice Mac Mahon, capitula frente a las tropas prusiano-alemanas. El emperador Napoleón III es capturado y abdica el mismo día. Francia y Prusia desea dirimir la cuestión alemana, que implica a su vez la modificación del equilibrio militar y político en el continente. El motivo del conflicto entre los dos estados es la derrota diplomática de Francia provocada por el presidente del consejo de ministros prusiano, Otto von Bismark, en la cuestión de la candidatura a la corona española de un Hohenzollern. Despues de quedar bloqueado en Metz el ejército del general francés Bazaine, únicamente queda en disposición de intervenir el ejército del general Mac Mahon concentrado en Châlons. A instancias del conde de Palikao, Mac Mahon marcha hacia el norte en ayuda de Bazaine. Pero Moltke, advertido de la acción, dirige contra los franceses las tropas del Mosa, que los detiene en Beaumont. Una vez Mac Mahon se ha replegado con su ejército sobre Sedán, un cuerpo prusiano le ataca por su ala derecha y le corta la retirada . Rodeados en Sedán, las tropas francesas y Napoleón III se rinden. La noticia de la derrota provoca un golpe de estado en París.

Joaquín María Bartrina, el malogrado poeta catalán, en uno de sus "Arabescos" manifestaba:
"Y si habla mal de España es español".
No sé si desgraciada o afortunadamente, la patente de imbéciles no la tenemos en España. Vengo ahora a recordar que en una ocasión que sin lugar a duda se encontraba bajo los efectos narcotizantes de algún elixir espiritoso, el actual presidente del gobierno español llamó a Zapatero "tonto solemne", y yo afirmo que se quedó solemnemente corto. El tiempo tuvo oportunidad de demostrarnos que la chistera de aquel bellaco presidente solo contenía descerebrados con carné socialista en vez de conejos. Pero esa no es mi reflexión, que ha surgido leyendo que Barak Hussein Obama el principal apoyo de la alianza de civilizaciones del estúpido solemne, como ya nos temíamos, ha mostrado su predisposición a ser aceptado, con todos los deshonores, en la logia de los solemnes iletrados (al fin y al cabo abogado) cuando, recientemente, ha confundido, durante una perorata, las islas Malvinas (como todo el mundo sabe situadas en el Atlántico sur frente a Argentina) con las islas Maldivas (como debiera saber todo el mundo, unas mil doscientas islas que constituyen una única nación al sur de la India). La verdad es que echando la memoria atrás no soy consciente de haber conocido a un presidente de los EEUU que no hiciera aguas intelectuales difíciles de achicar, y antes de mi conciencia, es decir desde el principio del siglo XX, si exceptuamos, quizá, a Eisenhower y a Kennedy, con sus meteduras de pata correspondientes, es que no se salva ni uno. Inconvenientes de la moderna democracia, algo que contradice el temor del comunista Lara, heredero ideológico de los criminales rojos, por ejemplo de Camboya o Corea del Norte, pues que afirma que si sale un heredero al trono tonto nos lo tenemos que comer con patatas. No es así necesariamente (dos hijos de Alfonso XIII quedaron descabalgados de la línea de herencia), pero de presidente electos gilipollas a la par que ladrones, en España podemos llenar un álbum con sus fotos como los de las colecciones de futbolistas que hacen los chavales.
Yo estuve visitando el país más poderoso del mundo, allá por el año 1992, y constaté con orgullo nacional, que los yanquis no tienen ni idea de donde está España; para ellos un español y un "hispano" es lo mismo, todos caribeños, y a día de hoy siguen ignorándolo pues nuestros apellidos les resultan sospechosos de terrorismo y te aíslan rápidamente en un cuartito del aeropuerto, y agradézcase si no es esposado por una morsa con uniforme. Habremos de reconocer que al menos la trincona apandadora de Cristina Kirchner nos jode la marrana pero sabiendo donde estamos. Y es que no hay nada como llevar 70 años refugiando fascistas y nazis, para reforzar los apellidos argentinos con distintivos italianos y alemanes (es decir todos los argentinos), pues eso alecciona mucho sobre dónde está Europa.
Y Europa está aquí, al norte de España, la amiga de los moros, la folclórica vestida de "gitana", la constituida por comunidades ladronas, la del Jefe del Estado que apoya la prensa socialista-masona, la del jamón de pata de cerdo, la de la Semana Santa todos borrachos, la de los encierros pamplonicas que Hemingway laudó, la que quema grandes monumentos de cartón piedra y se gasta lo que no está en los escritos en pólvora, la de la tortilla de patatas y la paella (un guiso de arroz), la que está plagada de funcionarios vagos que se dedican a leer el periódico (¡ojala todos lo hicieran!) y a tomar cafelitos (será por eso que estamos de los nervios), la del sol, la de Franco (ahora lo han cogido)... y ya.
Antonio Cánovas afirmaba que la constitución española debería decir en su artículo primero:
"Son españoles... ¡todos los que no pueden ser otra cosa!".

Sean bienaventurados.

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