lunes, 9 de abril de 2012

El 28 de Enero de 1930 dimite el general Miguel Primo de Rivera, presidente del gobierno desde que, en 1923 diera un golpe de estado. El rey Alfonso XIII encarga la formación del gobierno al general Dámaso Berenguer.. El nuevo presidente jurará el cargo el día 30. Berenguer intentará restaurar el sistema constitucional en el país. Su proyecto no es compartido por los monárquicos -claramente alejados de la figura de Alfonso XIII- , ni por las fuerzas de izquierdas (socialistas, republicanos y catalanistas de izquierda firmarán en San Sebastián un pacto antimonárquico. La situación política es sumamente conflictiva y la economía, que acusa el crac de 1929, va empeorando progresivamente. comienza a vislumbrarse los primeros síntomas de conflicto social.
Seis días despues de convocarse elecciones, el 14 de Febrero de 1931, dimite el general Berenguer como jefe del gobierno español. En este breve periodo, la situación política ha experimentado sustanciales cambios provocados en parte por la actitud de Cambó, del conde de Romanones y del marqués de Alhucemas que propugnan la abstención. El sucesor de Berenguer, cuyo nombre aún se desconoce, porque los monárquicos se niegan a participar en el gobierno, deberá enfrentarse al problema de las elecciones, que se celebrarán en un clima muy crispado.
El 12 de Abril se celebran en España elecciones municipales, para elegir ediles en los municipios, previas a las generales, pero que la izquierda las plantea como una moción de confianza contra la monarquía. A pesar de que, numéricamente los partidos conservadores ganan por un escaso margen, los partidos de tendencia republicana obtienen una mayoría de concejales en las capitales (donde los monárquicos se abstienen de votar). En vista del carácter plebiscitario que las izquierdas, por su cuenta, conceden al resultado, deciden que la monarquía ha sido derrotada... Y el rey lo acata sin rechistas y se exilia.


J. Joubert, en "Pensamientos" reflexionaba de esta manera:
"La religión es la única metafísica que el vulgo es capaz de entender y adoptar".
A juzgar por las caravanas de entrada en Madrid del domingo 8 y el lunes 9 del corriente no cabe la menor duda de que el aluvión de personal desplazado hacia el sur de la península y que regresaban por la carretera nacional IV era muy superior a otros destinos para no perderse la payasada esa de la Semana Santa en Andalucía. Y es que no puedo con esta majadería que nos quieren vender vestida de costalero y saeta; ¡lo siento, es que no lo trago! Ahora resulta que los andaluces se han refugiado, para escapar del "fascismo" de PP, en el eterno socialismo-masón del señorito forrado hasta las cachas que por estas fechas sale de "hermano" de la cofradía del Cristo de ¡vaya usted a saber!, dentro de unos días se emborrachará y bailará sevillanas hasta caer en coma junto a algún gitano con el que compadrea, sin que sirva de precedente, guitarra en mano, en la feria sevillana donde los ricos se exhiben a caballo y el resto, los que no tienen trabajo ni futuro pero sí un ERE delictivo o un PER golfo que llevarse a la casucha donde le esperan el botijo y media docena de churumbeles, o bien todos juntos, hermanados en la manzanilla, el fandango y, quizás, una contribución de sexo en carreta, acudirán jubilosos entre una multitud de borrachos y maleantes por los arenales del rocío a "robar" la Virgen de Almonte, pretenden demostrar al mundo su fervor Mariano (tranquilo Rajoy que no va contigo) y tradicional religiosidad racial. ¡Espectacular! ¡francamente espectacular y sobrecogedor!. Como sobrecogedor es que toda esa purrela haya depositado sus esperanzas de futuro en el partido comunista de IU, que acompaña a la susodicha piara del PSOE en la gobernación de la región y que ya se ha pronunciado sobre sus exigencias político-sociales para sustentar el latrocinio institucional que viene asolando la tierra de Lorca desde que cayó la dictadura franquista. Y, para estupor del resto de la España trabajadora, productiva y víctima del atentado socialista contra España, en un alarde de frescura demagógica piden para Andalucía el inmediato reparto de tierras, el exterminio de los curas y los actos religiosos (laicismo total), socializar la banca, que ellos manejaran a su albedrío, y, en fin, remóntense al año 1931 y desempolven aquellas imposiciones de radicalismo comunista y anarquista y rieguen a los cofrades con el hisopo de la bendita agua del populismo más decimonónico y retrógrado, y obtendrán su plan de choque contra la crisis que hunde en la miseria a la región más atrasada de Europa, una de las 17 regiones que constituyen los "Balcanes" de la punta occidental del Viejo Continente. Esta es la Andalucía de las cruces, los Cristos, las Vírgenes, las saetas y las llantinas porque llueve y no pueden salir a demostrar al mundo que desde un catolicismo embriagado de fino, comunismo y socialismo delincuente se puede componer un cante tan hondo como lo permita el señorito bien trajeado que unafe dogmática vez al año se emborracha y baila con la peonada en paro y otra vez les promete repartir las tierras y matar curas para su alimento espiritual. Se lo juro: ¡no puedo con esta chusma! ¡yo no puedo tragar tanta payasada!
De un discurso de Nicolás Salmerón en el Congreso de los Diputados (Octubre de 1871) extraemos la siguiente frase:
"La religión convertida en medio político muestra la decadencia irremediable de la fe dogmática".

Buenas noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ole, Ole y Ole...
Que le den a Beteta por donde amargan los pepinos...
Espero poder participar de tus momentos de café...
Mónica