viernes, 15 de abril de 2011

Hoy, dejándonos arrastrar por el torrente de nuestra breve Historia de España, vamos a rematar el reinado de Carlos III.
La muerte de su esposa Mª Amalia de Sajonia, no detendría su misión reformista, si acaso la aceleraría, pues se concentró mucho más en la acción de gobierno y en la caza que era su pasión, pero sí oscureció de manera definitiva su vida personal; la tristeza de su alma, el luto que siempre guardaría a su esposa nunca le abandonaría. En adelante siempre sería el rey viudo, el rey con el alma sombría.
Por lo demás debe ser considerado como el mejor rey, y el suyo el mejor gobierno que España ha tenido durante los siglos XVII, XVIII y XIX, y del XX, el lector juzgará cuando repasemos su trayectoria. Las innovaciones del reinado de Carlos III, y su equipo de gobierno, alcanzaron a todos los niveles de la sociedad, dejando siempre una huella indeleble en sus aventuradas reformas, que con frecuencia han llegado, sin apenas modificaciones hasta nuestros días. Él fue el primero en desamortizar la tierra de las manos muertas, de terratenientes improductivos, para entregárselas a los colonos que trajo de centroeuropa para ocuparlas, principalmente en Sevilla, aquello que hay quien afirma haber inventado Karl Marx. Por otro lado, las reformas llevadas a cabo por Carlos III en el campo de la industria, se encaminaron en crear un tejido productivo sostenible como se dice ahora) propio y competitivo en el campo de la artesanía de lujo, con fábricas de cristal, porcelana, y telares, principalmente en Cataluña, de modo que no dependiera la economía nacional de valores inestables. Creó, asimismo, el rey Carlos, las 4 principales carreteras radiales que parten de Madrid, equivalentes a nuestras nacionales N-II, N-III, N-IV, y N-VI, cuyo trazado se ha seguido hasta el momento casi al pie de la regla. Fundó hospitales, universidades y reformó los planes de estudio que controlaba la Iglesia... Pero su reforma más conocida habría de ser la villa de Madrid, que puso patas arriba, para hacer de ella la digna capital que el reino de España merecía; por eso siempre se ha dicho que el mejor alcalde que ha tenido Madrid ha sido Carlos III. PERO NADIE, DESPUÉS DE ÉL SIGUIÓ AQUEL CAMINO MODERNIZADOR, REFORMISTA E ILUSTRADO, con lo que su labor, que pudo ubicar a España, a la que concedió su himno Real y su bandera roja y gualda, a la cabeza del mundo occidental, poco a poco se fué deshaciendo como un azucarillo en un vaso de agua. A partir de entonces esta inconsciente e ignorante nación, desde su muerte, en 1788, entró en picado y no ha levantado cabeza desde entonces, y mucho me temo que ya no la levantará.

Victor Hugo en "Los Miserables", incluye esta afirmación:
La mentira es lo absoluto del mal. Mentir poco no es posible; el que miente, miente en toda la extensión de la mentira; la mentira es precisamente la forma del demonio".
A la vista de las tropelías, desmanes, delitos e indiferencia que los representantes de todas las instituciones del estado -y digo todas- no paran de llevar a cabo, y que no voy a relatar, en primer lugar porque ya lo relata la prensa y en segundo lugar porque ya me provoca un profundo asco, se me ocurre reflexionar en los siguientes términos, a la vista de la carencia total de ideas, la ignorancia y necedad de los que viven de la política, así como el borreguismo analfabeto y retrasado del vasallaje ciudadano:
¿Que sería de la izquierda española si no fuera por la Guerra Civil del 36? El recurso, el único arbitrio del, llamémosle, pensamiento de la izquierda nacional para mantenerse en el podio, es la Guerra Civil. A este episodio histórico que desconoce la mayoría de los rojos, y el resto quiere desconocer, adecuadamente amañado, mediante mentiras, algunas de calibre desproporcionado, les sirve para, no sobrevivir, sino vivir como obispos (y esto en algunos casos, literalmente).
También me intriga ¿que sería de la progresía, es decir los ricos que se dicen pertenecer al rojerío "intelectual", si no hubiera existido Franco? Estos mamarrachos que afirman hacer cine de tal interés que se premian unos a otros en nombre del genial Goya, escribir libros atrevidos que siempre son galardonados si el autor es mujer, la temática arrastra el feminismo y además el autor es catalán; cantar canciones de brillante audacia poética, o distraer al personal sobre las tablas de un escenario, todo ello, sin lugar a dudas, distintas formas de hacer el ridículo, han elevado a un personaje que ha ocupado un hueco en el transcurrir de la historia de España, a los altares de la inmortalidad. Franco hoy día es imprescindible para la supervivencia del progre ibérico.
Además ¿Que sería de los sindicatos y sindicalistas de clase (la mayoría nunca han ido a clase alguna) sin que tuviera lugar la Segunda República, en España? Porque otro cualesquier episodio de carácter liberal, ilustrado o progresista de nuestra historia, les trae al fresco, seguramente porque de eso no han leído nada, ¡pero amigo, la segunda República!... Aquello fue el paraíso donde sus antecesores sindicalistas llegaron a recibir armas de las autoridades, poder sobre el pueblo y la orden de sacar de su casa y fusilar a todo el que fuera a Misa, llevara corbata o pareciera acobardado, así como Rajoy. ¡Como se echa de menos aquel democrático evento! ¿Cuando querrá Dios que vuelvan aquellos tiempos tricolores!
Y, por no cansar, finalmente me sigo preguntando ¿que sería de los políticos españoles, los jueces, las fuerzas de seguridad y la prensa en general, si no existiera la ETA? ¡Que calamidad tan tremenda! Como podrían jugar al juego de la "oca democrática": ahora te toca tirar a ti; has caído en el puente y te llevo al otro lado del río; caíste en la cárcel pero sales dentro de tres jugadas, salvo que te rescate otro jugador; de oca a oca y doy un soplo por que me toca; quedas inmovilizado, Rajoy, hasta nueva orden sin tirar... ¡Que útil es la ETA para todos estos! Es la moneda política española por excelencia.
Y para terminar mis reflexiones, pregunto a los lectores: ¿Es que Rajoy tiene un acuerdo de silencio con alguien? ¿Será con el mismísimo Zapatero, que da síntomas ya de enajenación mental? ¿Será con algún poder logiaco? ¿Será con la CIA? (Esto lo digo en serio) Este gallego tiene un "As" oculto.
En fin, descansen tranquilos pensando como Alphonse Karr que "las injurias resultan humillantes para el que las comete, cuando no logra humillar al que las recibe"

No hay comentarios: