jueves, 7 de abril de 2011

En nuestra Historia de España hemos llegado al primer Borbón. Felipe V resultó un rey complicadito, pues desde bien joven dio signos de estar más para allá que para acá. Comenzó su reinado, a la sombra y dictado de su abuelo Luis XIV de Francia, con 17 años, en 1700, aunque, como vimos ayer, tuvo la corona pendiente de un hilo, hasta que no se resolvió la Guerra de Sucesión a su favor.
Su reinado podemos dividirlo en tres etapas: En 1701 casó con Mª Luisa de Saboya, de la misma dinastía que nuestro posterior rey Amadeo I, eficaz e inteligente regente cuando el rey, por aquel entonces apuesto militar, marchaba a la guerra al frente de sus tropas. Lástima que la reina Mª Luisa se dejara manejar con tan poco cuidado por su camarera mayor, la Princesa de los Ursinos, una cincuentona de armas tomar, y por el intrigante cardenal Portocarrero, a la sazón arzobispo de Toledo y Primado de España, y con más peligro que Richelieu, como ya vimos con Carlos II. Con ella tuvo Felipe 4 hijos. En esta etapa, el rey tuvo más momentos de lucidez y, probablemente de felicidad. Inició reformas, con bastante buen criterio: creó Secretarías de Estado (como ahora ministerios), dando fin a los validos, y cambió la organización del ejercito, que modernizó, porque presentaba una estructura casi de los tercios de Flandes; adaptó el derecho (a la francesa, claro), fomentó el arte (que le gustaba a su abuelo) y trató de enderezar la hacienda del estado que se encontraba en la más cochina miseria, logrando, con los años, buenos resultados, gracias a haberse rodeado de buenos ministros.
Ya en la posguerra empezó a presentar obsesión patológica por dos temas: por la salvación de su alma y por el sexo (solo con su esposa, eso sí), de forma compulsiva. Pero Mª Luisa de Saboya no lo pudo aguantar y murió, en 1714, y, a pesar de la pena (no acompañó al cadáver hasta el Escorial porque estaba cazando en el Pardo), ya empezó a pedir otra reina porque andaba salidillo el hombre. Algún rufián de palacio le aconsejó que, como habían hecho otros reyes, aliviara aquellas necesidades con alguna voluntaria cortesana, pero ¿Y la salvación de su alma? Total que le buscaron una buena moza que aguantara el tirón. ¡Y vaya que la encontraron! Le propusieron casarse con Isabel de Farnésio. Y si antes los reyes controlaban buena parte de la situación a pesar de Portocarrero y la Ursinos, ahora con la Farnésio ya no tocó bola; el rey al banquillo con sus delirios. Tanto es así que lo primero que hizo la nueva reina al entrar en España, en la primera fonda dónde durmió al entrar en España, antes de encontrarse con el rey, fue mandar a la Ursinos, que allí la esperaba, a hacer puñetas, esa misma noche a Francia con lo puesto. ¡Como lo oyen! Y a Portocarrero no lo echó porque le hacía unos espaguetis muy buenos, pues la señora comía como una acémila.
Aquí empezó la segunda etapa, en la que el rey se desentendió del gobierno, se acentuaron sus dos obsesiones y dio claras muestras de padecer un síndrome bipolar, maníaco-depresivo. Hasta el punto que, en 1724 abdicó en su hijo Luis, de 15 años, y se marcho con la reina, para disgusto de esta, a su retiro favorito, el Palacio de la Granja de Segovia, que se había hecho construir unos años antes, siguiendo el estilo de su amado Versalles. La mayoría de la gente desconoce que hubo un rey Luis I en España! Pues sí, pero solo reinó unos meses. Según unos murió de viruelas, según otros le mató a disgustos la chiflada adolescente de su esposa, de 12 años, Luisa Isabel de Orleans, y según yo se lo cepilló su madrastra la Farnésio por el clásico sistema del envenenamiento sutil (sobre ello tengo escrita una novela).Total, que él, ya majareta total, Felipe V (bis) tuvo que volver a palacio (por entonces el Alcázar de Madrid, ya que este palacio no desapareció hasta su incendio la Navidad de 1738, comenzando a construirse el actual Palacio Real, el más grande de Europa, en 1738) Bueno mañana charlaremos sobre el final de este primer Borbón de España.


Afirmaba Ramón y Cajal en sus "Charlas de Café":
"A propósito de Portugal, decía Echegaray que "es un país de aficionados". Este dicho, qu recuerda el de Alcibíades, para quien la ruina de las naciones se debe a los semisabios, es harto más aplicable, por desgracia a España..."
En fin, amigos míos, Portugal ya está en el saco por 75.000 millones de euros, y España, como no se adelanten las elecciones generales, es la siguiente, y con ella se desmoronaría la famosa Europa del euro, la Comunidad Europea, a la que tanto queremos y tanto nos quiere.
Por de pronto ya llegamos a los 5 millones de parados (Salgado reconoce 4 millones ochocientos y pico mil; pues eso 5 millones). Mientras, los ladrones de Andalucía siguen prejubilando bajo cuerda, con los ERE delictivos y ello nos va a costar 54 millones más este año, y eso sin olvidar que el golfo ese de Griñán ha colocado a dedo en 2009 el 53% de los contratos que se hicieron, a amiguetes.¡Y el Euribor sigue subiendo!
¡Ah! Yo creo que la Pajín debió haberse comprado ropa nueva cuando la hicieron ministra y dejó lo de fregar portales, porque tiene una pinta...
Don Santiago, que tenía recetas para todo, nos recuerda:
"Ocioso y peligroso es pretender extirpar el error de quién medra con él. ¿Para qué discutir seriamente con sujetos que discurren con el plexo solar y cuyas opiniones representan repercusiones remotas o inmediatas de reflejos estomacales".
Por cierto, ya han quemado una iglesia en Barcelona. ¡De modo que yo era un exagerado cuando anuncié el vandalismo de las chusmas herederas de Companys o de Carrillo, me da igual! Lo mismo los obispos Carles, Sistach y el resto de la gentuza con sotana, que, al decir de la prensa de hoy, "validan y actualizan las raices nacionales catalanas" estan convencidos de que lamiéndoles el culo a los independentistas se van a librar.
Cajal decía:
"¿Alardeas de carecer de enemigos? Veo que te calumnias ¿Es que jamás dijiste a nadie la verdad ni realizaste un acto de justicia?"
Y ya para rematar la faena de la lidia de hoy, recordemos al juez de Prada al que le parece muy bien el chivatazo a ETA en el Faisán. En realidad este es el gran problema de hoy: uno nunca sabe si estos togados, como las sotanas, los uniformes o las acreditaciones parlamentarias y municipales, son socialistas, son de la ETA o simplemente son imbéciles. También puede ser una enfermedad cerebral y no estoy siendo caritativo.
Y nueva y finalmente, don Santiago Ramón y Cajal reflexionaba:
""Quien desee medrar a la sombra de protectores soberbios, imite al tamarindo brotando junto al mar, a cuyas furiosas galernas se dobla y opone la menor superficie posible. Pero semejante conducta repugnará siempre a los hombres dignos y altivos.

Buenas noches.

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