domingo, 7 de febrero de 2016

Todo el que desde hace años sigue este blog me ha leído en alguna ocasión afirmar que el nacional socialismo y el marxismo, o el fascismo y el comunismo, son dos ramas que emergen del mismo tronco, un árbol cuyas raíces se nutren de un engañoso abono llamado democracia. En efecto, tanto en el siglo XX, como en el actual, el juego democrático ha servido para que, embozados en pieles de oveja, los fieros lobos engañen a las "caperucitas" electoras y, al socaire de unas estúpidamente rígidas normas, dentro de un "ideológico" caballo de Troya, infecten a la población ignorante con el virus de la mentira, el terrorismo de estado, el absolutismo, la tiranía y la más decrépita esclavitud moral. El juego ya lo estamos contemplando en el pórtico de la larga campaña presidencial estadounidense. Pero en España la infección está ya haciendo estragos en los cimientos más nobles y principales de nuestra existencia como nación. A saber:
Gozamos de un partido socialista liderado por un embaucador, fantoche, ignorante y egocéntrico cuya única meta (y la frase no es mía) es llegar a ser ex-presidente del gobierno. Le importa una higa gobernar la nación ni España en sí; de hecho, ni siquiera le importa su partido político, él usa todos estos elementos para alcanzar el poder, aunque luego, a los pocos meses, lo arrugue y lo tire a la papelera totalmente embadurnado de excrementos. El afán del tal Pedro Sánchez constituye un reto para el provecho personal, ofertado por los sátrapas, los trepadores, los "Richelieu" que le rodean, le aplauden con entusiasmo todas sus necedades, sus delirios, como aquellos burladores convencieron al monarca de un reino imaginario de que le tejían un maravilloso traje con hilos de seda y oro para que fuera el pasmo de su pueblo, que solo podía ser visto por las mentes más perspicaces, y en realidad iba desnudo, según el cuento de Hans Christian Andersen. Y todo ello adobado por la tímida censura de aquellos, que los hay, que en su mismo partido, contemplan el precipicio al que este majadero nos conduce a todos.
Por el momento, en diversas comunidades autónomas (que en los EEUU serían los estados) y muchos principales ayuntamientos, para medro de sus juramentados, ha puesto, este negado socialista, el poder en manos de gentuza de extrema izquierda, anarquistas, grupos antisistema y  apátridas destructores de la sociedad española, de sus principios, sus costumbres y sus creencias.
 Esto está ocurriendo en el ayuntamiento de Santiago de Compostela que quiere cargarse, entre otras muchas costumbres patrias, la Semana Santa; el dictador y destructor alcalde de Cádiz, la alcaldesa de Córdoba que prohíbe hasta los toros, la de Barcelona que prohíbe misas, ferias de Abril, las licencias para alojamientos turísticos e incluso hacer surf en la playa de la ciudad; en Oviedo el gobierno, llamado Tripartito, de partidos de izquierda radical, ha sacado de su sitio el Belén tradicional municipal y ha prohibido manifestaciones públicas de índole religiosa e incluso la inocente exhibición de la guardia real de gala este pasado verano, etc.. Pero donde el espectáculo es denigrante, gracias a que los socialistas, como en los demás sitios, lo promueven, es en Madrid: el ayuntamiento de la capital de España en manos de una septuagenaria jueza comunista y un elenco de ediles marxistas y ácratas, han declarado que los judíos donde mejor están es en un cenicero, que una joven mutilada de las piernas por una bomba de ETA va al cementerio a por repuestos; propone la alcaldesa que los estudiantes barran las calles, que las madres de los escolares limpien en los colegios sustituyendo a las limpiadoras que ahora realizan esta tarea, y que irían al paro; sugiere poner una tasa a los bancos, a los turistas que nos visitan y a los hoteles; crear un banco público de la capital, evitar toda manifestación con tradición religiosa, hasta el punto de transformar la cabalgata tradicional de los Reyes Magos en una payasada más propio del día del orgullo gay; igualmente ordena la retirada de monumentos y nombre de las calles que ellos dicen son relacionados con el régimen de Franco (claro que su ignorancia, sectarismo y ánimo de venganza les llevó a equivocarse de personajes ilustres, algunos masacrados por las tropas republicanas, y tener que rectificar después) Y, por no seguir, por último, contratan a una troupe de marionetistas que interpretaron en la vía pública, para los niños, la violación de una monja que luego, embarazada, se acuchilla el vientre, el ahorcamiento de un juez, el asesinato de un policía y el ensalzamiento de ETA y del terrorismo islámico. Toda la explicación de la vocal del ayuntamiento, una niñata marxista y necia, es que como son humanos pueden equivocarse.
Pero yo les adelanto ya que todas estas marranadas ni son nuevas (con Zapatero, cuando salía hablando, en las noticias de TV, Rajoy se colaban instantes de escenas fascistas o el ataque de un doberman, de forma casi subliminal, que luego, oficialmente, lamentaban como errores), ni son casuales. El viejo socialista Alfonso Guerra dijo, hace muchos años: "tu difama que siempre algo queda". Esta chusma tiene un fin muy calculado y preciso: el derribo progresivo del estado, del sistema, de nuestro modo de vida, labor prioritaria del marxismo estalinista más ramplón e intrigante. Lo que sí es una duda para mí es quién financia  toda esta masacre social: ¿Putin? ¿la masonería? ¿Venezuela?... 
Queda demostrado que la democracia sirve para todo y sirve a todos... menos a mí.

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