domingo, 9 de diciembre de 2012

El sátrapa Mausolo, que desde 377 adC. gobierna casi como soberano absoluto la provincia persa de Caria, en Asia Menor, ordena la construcción de un suntuoso monumento funerario destinado a albergar sus restos y los de su hermana y esposa, Artemisia. El Mausoleo de Halicarnaso, llamado así en honor de quien mandó construirlo, sería considerado una de las siete maravillas del mundo. La tumba lleva hasta las últimas consecuencias el estilo inaugurado por el monumento funerario del rey Ciro II de Persia, y era el edificio más destacado de Caria; constaba de dos pisos, estaba construido de marmol y medía 49 m.de altura; fue obra de los arquitectos Piteos y Satiro. En la cúspide de la obra aparecía una cuadriga. La planta baja estaba ornada por tres frisos, el mayor de los cuales tenía 117 m. de largo. El sátrapa Mausolo murió antes de ver completada su obra en 353 adC.


Calderón de la Barca en "Amigo, amante y leal" versificaba:
"Pues soberbia será de todos modos
querer saber tú solo más que todos".
Hoy día medio país celtíbero corresponde a la tierra de los acomplejados y el otro medio al de los aprovechados, y en este zoco que algunos llaman España, donde todo se vende y se compra exhibiendo, para reclamo comercial, carteles tan sugerentes como: "Democracia", "Estado de Derecho", "Patria Chica", "Nación", "Bandera Independentista", "Sindicato", "Partido" o "Secta" que viene a ser lo mismo, "descamisados", "pueblo obrero", "nación católica", "Dios, Patria, Rey",... en fin aquello que bien convenga a cada momento, acuden las gentes con redoblado entusiasmo, urna bajo el brazo en plan mochila, a adquirir los "bienes de equipo" que les son de premiosa necesidad, sin saber para qué sirven ni la calidad de lo que compran porque desconocen su fundamento y utilidad, pero es fundamental montar un belén sin mula, sin buey, sin reyes, sin Virgen, sin pastorcillos, pero con caganet y a ser posible el día de halloween. En resumen que este pueblo diferente precisa madurez y formación (la educación y el conocimiento vienen despues), y algunas precisiones, que forman, indudablemente, parte de la historia nacional, habrá que hacerle para que acierten a digerir las informaciones mediáticas, las graves noticias que se estan produciendo; contemplemos, pues, el desastre de la sanidad: La media España acomplejada a la que pertenecen los empleados públicos de las sanidades, hoy las 17 sanidades, procedentes de la sanidad única estatal, no se atreven a poner delante de sus reivindicaciones la verdad más dolorosa del daño que los distintos gobiernos "democráticos" han infligido a sus trabajadores de este segmento del producto del estado. En realidad, hasta que llegó Felipe a la Moncloa un médico podía trabajar como interino, como contratado (como ahora), como suplente o bien prepararse adecuadamente y presentarse a uno de los dos concursos-oposiciones que se convocaban cada año. Presentábamos ante las autoridades nuestros méritos que podían ser suficientes y aceptados o no y a partir de entonces esperar a la convocatoria de un número determinado de plazas (siempre muchos más examinandos que plazas) a las que accedíamos tras superar tres ejercicios, escrito, oral y práctico, en que seríamos calificados con una nota que habría de superar a la de los demás porque si no te quedabas en la calle a esperar la siguiente oportunidad. Claro está que cada una de las plazas convocadas se refería a un puesto concreto, con una concreta categoría, en una institución concreta, en un horario concreto y en un turno concreto, de modo que si, pasados unos años, deseabas ocupar una plaza de superior categoría o situación más ventajos debías presentarte de nuevo a concurso que se conocía como de acoplamiento o traslado. Esto era común a médicos, catedráticos de universidad y de instituto, notarios, maestros, directores de aeropuertos, directivos y empleados de correos, telefonica y RENFE, fuerzas armadas, forenses, jueces, carabineros, funcionarios de los distintos ministerios, etc. Así las cosas, yo personalmente, y hace 30 años, ostento una plaza en turno de mañana, como adjunto de Traumatología y Cirugía Ortopédica, en jornada completa, en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, trás sucesivos concursos de traslado que me obligaron a recorrer varios centros sucesivamente. Pues, digamos la verdad del problema, resulta que Felipe suspendió todas las convocatorias durante todo su "reinado"; las abrió un poquito Aznar; Zapatero continuó introduciendo, como González, el dedazo en la designación de empleados y, a día de hoy, Rajoy está rematando, a través de toda suerte de ilegalidades, la embestida a todos esos derechos sin que le palpite un músculo facial. Todos los que procedemos de aquellos modos, e insisto que no solamente en la sanidad, ostentamos un nombramiento, no un contrato, sino un nombramiento como titulares de una plaza determinada, que este traidor y cobarde, moviendo las piezas de alguno de sus sátrapas (en este caso el consejero de Sanidad) pretende transformar en contrato laboral privado de un plumazo para hacer depender al profesional de un hospital privado, ponerle el sueldo que le salga de allí mismo, trasladarle al centro que mejor le convenga, en el horario y turno que le dé la gana, y facilitar su despido en caso que no se lleve bien con el director del correspondiente centro hospitalario, pongo por caso. Claro que la maniobra, iniciada por Felipe y seguida por todos sus descendientes, de enhebrar en el cerebro del populacho hispano, descerebrado donde los haya, que los funcionarios y estatutarios somos unos beneficiados, unos aprovechados y los culpables de que España esté como está ha funcionado y sigue funcionando en virtud de dos factorae: de la ignorancia del español y de que, como asentó Diaz Plaja, el pecado capital de los carpetovetónicos es la envidia. Los funcionarios no trabajan y además no tienen más que beneficios agraviantes respecto a los demás trabajadores. Para conocimiento general he de aclarar que los días sueltos de disfrute vacacional que hasta Rajoy podiamos disponer a lo largo del año eran compensaciones que a lo largo de los años nos callaban la boca de las continuadas y sistemáticas congelaciones y bajadas de sueldo que ningún sindicato ha reclamado; ahora nos quitan esos días y las pretéritas actualizaciones de honorarios pasaron a la historia. Por otro lado la paga "extra" de Navidad, que de ningún modo es exclusiva de la función pública pues tabién puede encontrarse en el Corte Inglés, Renfe, la banca en general o Entrecanales y Tavora (ahora no sé si seguirá), junto con la de Julio (o Junio) no es otra cosa que el producto de dividir nuestros emolumentos anuales entre 14 en lugar de hacerlo entre 12 mensualidades; ahora el camándulas de Mariano la retira y lo que está haciendo es bajarnos el sueldo más del 7% más. En definitiva, estos canallas nos insultan, nos colocan a los pies de los caballos (léase la opinión pública) y nos putean y quieren que doblemos la cerviz. A mi al menos solo me quedan meses para jubilarme y pasar a mejor vida, que lo será sin duda porque ya haría falta imaginación para que fuera peor, pero a los médicos jóvenes les espera un futuro patético, porque una ruindad, una bajeza, una indecencia, y un estrago semejante para purga sobre el cuerpo general de empleados públicos solo lo recuerdo en las manos de Stalin, ni Hitler se atrvió a tanto, salvo que fueran judios. Si al menos lo del Cielo fuera verdad.
Saavedra Fajardo opinaba que:
"Más reinos derribó la soberbia que la espada; más príncipes se perdieron por sí mismos que por otros".

Buenas noches, y nada de productos catalanes.

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