martes, 13 de noviembre de 2012

En el siglo XVI los "entremeses" están en pleno apogeo. Estas piezas cómicas en un acto se representaban originalmente al comienzo de las comidas, en los banquetes cortesanos, pero a partir del siglo XVI se convirtieron en el entreacto obligado de una representación, junto con las loas. bailes jácaras y mojigangas. Llamados anteriormente pasos, los entremeses son el más claro precedente del "sainete" español. El entremés alcanzó su grado máximo de popularidad en el siglo XVII. Si bien Lope de Rueda, Quiñones de Benavente y Moreto están considerados como los más destacados representantes del género, también lo cultivaron Cervantes, Quevedo y Calderón.
 
Decia André Maurois en sus "Memorias":
Las familias son como los ejércitos: pueden ponerse a salvo mediante un prudente movimiento de despegue".
Hay quien dice que los diputados y senadores españoles no dan un palo al agua y que estan robando el salario que les pagamos; ¡Pues no puede ser cierto! porque han de saber ustedes que en los presupuestos del año que viene, que los empleados públicos iniciamos sin paga de Navidad, congelación del salario y la promesa de  no disfrutar más de dias de libre designación, se ha previsto que el gasto de papelería del Congreso ascenderá a 20 millones de euros, y el del Senado a 11 millones de las mismas monedas... para boligrafos, sacapuntas y folios reciclados. ¡con dos esferoides! Y seguramente ustedes estan pensando que me lo acabo de inventar... pues no señor. ¡Ah! ¿que no lo han leido ni escuchado en ninguna parte? En fin, es que resulta que los señores congresistas no quieren dar tres cuartos al pregonero y,  por ley, parece que no tienen por qué dar explicaciones ni pormenorizar sobre este y otros asuntos de puertas del parlamento para fuera, a la chusma. Pero estoy de acuerdo en que suena fatal. Bueno también suena fatal que UGT y CCOO hayan puesto en la calle a 500 trabajadores o más, por decirlo de otra forma, los han desahuciado de su puesto de curro, con la mínima indemnización que prevée la reforma de Rajoy. Pero a pesar de todo, los teleñecos sindicalistas, el del bigotito y el eslabón perdido, no guardan ningún rencor a los despedidos que quedan invitados a portar la pancarta que elijan en la manifestación más gorda del día de la huelga nacional. Y es que este país, a pesar de lo que se pueda pensar, es una nación muy familiar. No se dejen engañar por las críticas fascistas a la realidad patria que afirma que el matrimonio no es exclusivo de un hombre y una mujer, pues, como han demostrado nuestros amados sabios del tribunal Constitucional, es un término que puede ser utilizado para la unión de dos hombres, dos mujeres, un chino y una cabra o un solterón empedernido de casi 60 tacos con su anciana madre. La familia para la nación española es algo fundamental, y, para conocimiento y ejemplo de los observadores extranjeros, cuidamos y promocionamos con mimo nuestras familias más ejemplares, a saber: los Ruiz Mateos, los Gil, los Pujol, la familia de "enmanos" Guerra, los Chaves, los Pajin, los Bardem,  la Conferencia Episcopal, el Consejo General del Poder Judicial, la de Mohamed VI, primo/hermano de nuestro monarca... todos ellos ejemplo de pulcritud intelectual, acrisolada honradez y ejemplar y leal conciencia. Los yanquis piensan que por tener a los Dalton pueden presumir de afamada estirpe, linaje o dinastía, pero de eso nada, podrán tener más misiles que nosotros, más elecciones y más enemigos, pero en cuestión de familias, el reino de España (no confundir un español con un hispano) no conoce competencia alguna. Y debo de matizar lo del reino de España puesto que, no solo tenemos un rey muy republicano y más de izquierdas que Obama sino que, al decir de los catalanes, su hijo, el príncipe de Asturias, lo que en España significa el presunto heredero al trono, es mucho más republicano, independentista y nacional-socialista que su padre, naturalmente perteneciente a, quizás, la más famosa de las familias cuya ejemplaridad todo el mundo procura seguir en esta nuestra patria, sobre todo después del discurso de la noche de Navidad.
Montaigne dejó escrito en "Ensayos":
"¡Cuántas cosas que ayer fueron artículo de fe, son fábulas hoy día".
 
Buenas noches.

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