miércoles, 28 de noviembre de 2012

En 1820, Jorge IV, regente desde 1811 por la enfermedad mental de su padre, se convierte en rey a la muerte de este. De carácter indolernte, tortuoso y libertino, Jorge, hijo de Jorge III y Carlota Sofía de Mecklemburg-Strelitz, es designado príncipe de Gales y, según la tradición, jefe titular de la oposición. Charles Fox y otros políticos de vida airada, con quienes mantiene una estrecha amistad, le persuaden para que intente ocupar, sin éxito, la regencia. El 15 de Diciembre de 1785, el príncipe contrae matrimonio secretamente con una católica, la hermosa y virtuosa María Fitzherbert, pero la boda es anulada. Con objeto de inducir al Parlamento a que pague sus deudas, Jorge conviene, en 1795, un matrimonio con su prima Carolina, pero este dura pocas semanas. A pesar de ello Carolina no duda en reclamar sus derechos como reina consorte, una vez que Jorge IV asciende al trono. El rey intenta un proceso de divorcio, que fracasa, y el problema se resuelve con la muerte de Carolina.
 
Según Dantón:
"Son necesarias muchas generaciones humanas para poder pasar de una forma de gobierno a otra. Antes de construir una ciudad, hay que formar ciudadanos".
Estarán conmigo que es muy molesto que los políticos mientan constantemente a quienes les mantienen, pero, al decir del conocimiento popular, es su condición; resulta irritante que nos tomen por idiotas un día sí y otro también convencidos que, a todos, nos obligan a comulgar con ruedas de molinos; pero lo que es intolerable es que se rian de los ciudadanos seguros de que nos toman el pelo, como si nos viéramos obligados a agachar la cabeza al estilo de los judíos en el gueto de Varsovia ante la presencia de los oficiales alemanes. En el caso de España, en el primer caso se encontrarían todas y cada una de las promesas que durante la campaña electoral hacen estas gentes para conseguir el voto de los ingenuos, ignorantes o sectarios, es decir los que votan pase lo que pase; esto ocurre en todos los países del mundo occidental. Si consideramos el segundo caso también existen multitud de ejemplos que podemos esgrimir, como convencer al personal de que era imprescindible conceder la nacionalidad y/o permiso de residencia y sanidad gratuita a todos los inmigrantes, sin control ninguno, que llegaran a nuestro país, porque de ellos dependía tanto la repoblación de España como el futuro de las pensiones a lomos de su cotización como trabajadores; los inmigrantes se han marchado con viento fresco, a veces dejando un marrón deudor, en estas tierras, de mucho cuidado. ¿Y ahora qué? Pero esperen, esperen. Por último es de todo punto intolerable, inicuo, agraviante y provocativo que aparezcan unos mamarrachos que se autotitulan socialistas, que a moco tendido nos pongan perdidos de lágrimas, "confesando" en público que se han equivocado, que lo hicieron mal (durante el mandato de Zapatero) y que solicitan perdón ¡y la Chacón apoyando la contricción! lo que ya es el colmo pues esta indivídua, independentista confesa,  y que odia a la puta España fue ministra por dos veces con ZP. Como dice mi enfermera, el perdón se solicita en el confesionario, esta gente, empezando por el memo solemne y todas sus chicas, tienen una responsabilidad política, civil e incluso penal y la obligación de devolver al erario público  todo aquello que han robado, que han gastado indebidamente o que han cobrado por, o no hacer nada o no dar una en el clavo. Pero dudo mucho que el actual legislativo, ni el judicial y, no digamos, el ejecutivo, tomen medidas punitivas, porque hay que dialogar y hablando se entiende la gente. En un país como España no hay otro remedio que ser terrorista o mafioso, a ser posible chino.
Gracián en "El Discreto" afirmaba:
"Métense en querer dar gusto a toddos, que es imposible, y vienen a disgustar a todos, que es más fácil".
 
Buenas noches.

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