martes, 22 de junio de 2010

Pues señor, resulta que en el mismo año en que la jovencita Isabel II cumplía los 13 años, y era declarada mayor de edad para gobernar, tenía lugar un un intento de golpe de estado más, en la línea de lo que ya era, más que una costumbre, un pernicioso vicio. Cualquiera diría que no se había encontrado otro modo de oponerse al rival, al adversario político, que no fuera mediante el consabido sablazo, naturalmente tras la consabida intriga masónica, en la mayoría de los casos.
Se conoce como el Pronunciamiento de Lugo, el ocurrido el 2 de Abril de 1846:
El coronel Miguel Solís y Cuetos, impulsado por un ánimo regionalista, se deja embaucar por células civiles de profesionales e intelectuales, naturalmente de inspiración masónica, que por aquellos tiempos habían desarrollado un poder excepcional en Bélgica, para conseguir la instauración en el país de las dos naciones belgas, a las que solo une el odio, de un gobierno laico, tras la abolición del cristianismo (ya fuera catolicismo o protestantismo), y lanza las tropas a su mando, concretamente el 2º Regimiento de Zamora a los caminos gallegos, en demanda de apoyo a sus pretensiones.
En realidad, independientemente de tratarse de un pronunciamiento más, trufado de los mismos condicionantes que hasta ahora hemos podido analizar someramente, podemos considerar que se trató de la primera insurrección de carácter independentista gallego de la historia (los catalanes tenían ya siglos de "joder la marrana" a sus espaldas).
En definitiva, que los apoyos del coronel Solís, ya nombrado Capitán General de Galicia, eran tan débiles que no les resultó difícil, al ejército gubernamental, mandado por Gutierrez de la Concha, derrotarle, en las afueras de Santiago de Compostela.
Algunos huyeron a Portugal, pero la mayoría de los rebeldes serían ejecutados a los pocos días; él mismo será fusilado.
En realidad, me resulta difícil identificar una revolución de trascendencia o de poca monta, pero con ideas más profundas, desde el siglo XVIII, en que no haya estado implicada alguna importante logia masónica, salvo la revolución bolchevique rusa, que yo sepa. Tomemos nota, porque estos no se han rendido aún (en este momento Rodriguez es masón, al igual que muchos de sus adláteres), ni se rendirán nunca, pues su proyecto es global.

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