miércoles, 9 de junio de 2010

El Rey Fernando VII morirá el 29 de Septiembre de 1833. Pues ni siquiera dos años antes, cuando ya andaba con un pie aquí y otro en el más allá, le dejaron en paz; claro que bien merecido se lo tenía.
Decir que el general José María de Torrijos y Uriarte resultó otro golpista, sería engañar a los lectores, ya que no conozco a otra persona a la que le salieran tan mal todos los proyectos que intentaba llevar a cabo, y fuera tan traicionado y engañado como él. Combatiente en la Guerra de la Independencia, como todos, donde obtuvo el generalato, se puso de parte de los partidarios de "La Pepa", por lo que fue encarcelado en 1817 y liberado en 1820. Pero, en virtud de los avatares del reinado del rey Fernando, nuevamente tuvo que exiliarse a Francia y luego a Inglaterra en 1824.
En la patria de Shakespeare tomó contacto con ideas de alguna hermandad, que nadie tendrá dificultad en reconocer, cuyas reflexiones y juicios no alcanzó a digerir con facilidad si hacemos caso de sus fracasados movimientos posteriores.
El 1 de Diciembre de 1831, embarca hacia España, ante la promesa de hacerle desembarcar secretamente en tierras andaluzas, pero cuando ya divisaba la costa de la patria de Pemán y Lorca (cuyo cadáver anda como los topos escapándose bajo tierra de acá para allá) , resulta que le estaba esperando un barco de guerra realista, que comenzo a disparar contra ellos, obligando a su navío a encallar en la playa y a sus ocupantes a salir por pies tierra adentro, entre las explosiones de las bombas lanzadas por el barco "Neptuno", que se había empeñado en acertarles como fuera.
Su recorrido por campos y pueblos de Andalucía, más se asemejaban a los movimientos de un pobre conejo acosado sin tregua por un cazador. Torrijos, y un puñado de amigos recorría uno tras otro distintos lugares intentando convencer al personal de que se unieran a su causa, pero no encontraba un aliado o, al menos, simpatizante, ni a tiros; y digo a tiros porque en cualquier cruce de caminos o venta, le estaban esperando las tropas realistas o paisanos dispuestos a delatarle.
En realidad, si Torrijos ha pasado a la história como un héroe patrio, no ha sido por sus éxitos en el terreno golpista, sino por sus ideas, consideradas luminosas por la progresía, y por un magnífico cuadro de Antonio Gisbert Pérez, que ocupa un lugar preeminente en el Museo del Prado, que representa el fusilamiento de nuestro protagonista y un grupo de sus adeptos, lo que tuvo lugar el 11 de Diciembre de 1831.
Y, como hemos adelantado, el 29 de Septiembre de 1833, el "Rey Deseado" "El Rey Felón" el traidor, el canalla, el semental Fernando VII, muere.
Y ahora ¿Que va a pasar? ¿Contra quien se va a dirigir la acción masónica? ¿Que pretexto tendrán los españoles para liar los folclóricos follones habituales? ¡Que desastre!
Pues, tranquilos, que guerras, golpes de estado, motines, asesinatos, sediciones, tumultos, cuarteladas, conspiraciones o traiciones para que el populacho se alimente, no nos van a faltar.
De inmediato comenzaremos a hablar de las Guerras Carlistas.

No hay comentarios: