sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Quien era Schopenhauer? Aquel que se despachó afirmando que "África tiene monos y Europa tiene franceses" o que "España era un país admirable: se trataba de 15 millones de ladrones -en aquella época- robando al mismo tiempo y todavía no habían conseguido acabar con ella":
El filósofo alemán Arthur Schopenhauer, nacido en Danzig en 1788, fue educado en un ambiente culto dentro de una familia acomodada, aunque ya desde niño manifestó el carácter huraño, introvertido y fatalista que le caracterizaría toda su vida (muy parecido al de nuestro Pio Baroja). Estudió medicina, filosofía, filología y ciencias naturales, aunque sin rematar ninguna de estas disciplinas; no obstante toda su dedicación se centraba en la lectura de los filósofos más notables, resultando muy influenciado por el pensamiento de Platón, Kant y la reflexión budista.
Despues de editar algunos trabajos, en 1818 publicó "El mundo como Voluntad y Representación", trabajo que fue recibido con indiferencia, por lo que el filósofo se consagró primero a dictar clases particulares en Berlín, y, luego, a llevar una vida de soltero acomodado dedicado a la meditación.
Surgido del seno de la burguesía liberal, ya había publicado una tesis en 1813: "La Cuádruple Raíz del Principio de Razón Suficiente", en la que se establecían las diferencias de posturas entre el joven filósofo y los idealistas poskantianos. En efecto Schopenhauer siempre fue enemigo de los grandes sistemas de pensamiento y de su oscuridad. Para él, la filosofía, por vasta que fuera, debía expresarse en términos sencillos. Su doctrina se caracterizaba por ser una reflexión pesimista y desencantada de la existencia. Pero el pesimismo de Schopenhauer estaba entroncado con el dualismo de la naturaleza y el espíritu.
El mundo no es más que una ilusión gigantesca producida por una voluntad ciega, impulsiva e inconsciente. Esta voluntad se expresa en la naturaleza mediante la fuerza causal y en el hombre mediante la necesidad y el deseo. El instinto vital es absurdo porque no tiene razón ni fin. Los deseos engendran siempre nuevos deseos y, con ellos, nuevos dolores. Porque el deseo, en su ceguera, no se satisface nunca; constantemente está demandando más vida. De esta manera, se llega al tedio, que es la base de la sociabilidad. El placer no es más que un instante en el dolor generalizado que forma la existencia.
Arthur Schopenhauer murió en Frankfurt del Main en 1860. Para quien tanga interés en profundizar, los libros.


Pues fue el mismo Schopenhauer quien dijo:
"El tedio hace que los hombres, que se aman tan poco entre sí, se busquen, sin embargo, incitados por el deseo, lo que produce la cohesión social".
Y debe ser por aquello del tedio, de la falta de cohesión y afecto entre los hombres, a lo que yo añado visión de jugada, es decir oportunidad, y el tradicional método de resolver los conflictos domésticos, buscando un enemigo fuera de casa, por la que el mamarracho de Erdogan ya no se conforma con respaldar y avalar las "marchas verdes" mediterráneas de barcos que diz pacíficos, cuando en realidad exhiben una mala leche roja que ríanse de Rubalcaba, muy en la línea de los cerdos del 15-M, sino que amenaza con enviar su flota de combate a las aguas de la franja de Gaza. El turco este, que anuncia que viajará en el barco de la progresía antisistema, es a quien tienen pensado integrar en la CEE; claro que vista la ruina que acogota a Europa, ya dá lo mismo. Y yo que me malicio que el fumador de opio este no habría dado semejante paso de no ser que se encuentre respaldado por el siniestro Putin. De cualquier forma los que pensaban que Chavez nos pillaba muy lejos, miren, miren la joya que poseemos "en Europa" (aunque solo sea un cachito de nuestro continente).
Naturalmente el Israel de hoy no es el de Dayán, y los judíos tampoco son aquellos luchadores por la patria que transformaron un desierto en un vergel cavando la tierra con un fusil a la espalda, ni tampoco aquella raza unida en comunas de apoyo nacional: los kibutz, ni los últimos gobiernos tienen nada que ver con los gobiernos de Ben Gurión ni de Golda Meir; ahora son una nación dividida en tendencias extremas y volcados en el turismo, que ha abandonado su tradición social y religiosa (celebran hasta el día del orgullo gay) y que ya no son ni capitalistas occidentales, ni zelotes, ni mucho menos respetuosos mosaicos. Ya no son más que aquellos negros de las ferias de principios del siglo pasado a los que el publico arrojaba pelotas para divertirse derribándolos de su columpio hacia una tina de agua.
Y digo yo ¿Que opina de esto el cortito de Obama? ¿Y la CIA? Con todos sus intereses en mantener un apoyo aliado en aquella peligrosísima región. El boberas del Presidente de los EEUU, ganador por puntos en las pasadas elecciones solo por ser medio negro, pero no, está meridianamente claro, por su talento (que muy pocos presidentes norteamericanos han poseído), está ahora muy preocupado por quitarse el muerto de la crisis, que no ha sabido gestionar; más dado a la demagogia barata, porque se acercan las primarias, pero que en un estilo muy zapateril va a pasar a la historia por no haber dado una, por conducir al pais a la bancarrota y por perder tres guerras y un montón de aliados. A los rusos y a los chinos se las están poniendo a huevo. y por eso es que he comentado al principio el abuso de oportunidad que está aprovechando el turco miserable.
Gregorio Marañón en sus "Ensayos Liberales", escribe:
"Lo que se llama libertad en la revolución, es, simplemente, la libertad o la arritmia de gesticulación. Lo que se llama tiranía, imperialismo, es la transferencia al gesto único del Estado..."

Que descansen.

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