El siglo XVIII en Europa se caracteriza por ser el momento en que la química experimentó los mayores adelantos. Se descubrieron numerosos metales y compuestos.
En este siglo se creó la química de los gases recientemente aislados. Por esa época comenzaron las mediciones físicas: se descubrió la balanza hidrostática, gracias a la cual se determinó la densidad del oro, del estaño, del mármol y del anhídrido carbónico.
Boerhaave escribió en 1732 el tratado clásico de la química flogística; G. Brandt descubrió el cobalto en 1735; Constedt, el níquel en 1751; Scheffer el platino en 1752; Gahn el magnesio en 1774; Margraf identificó el magnesio y el ácido fosfórico y extrajo el azúcar de la remolacha; Bergmann dio a conocer la constitución de los carbonatos.
En cuanto a los gases, el ácido sulfhídrico fue descubierto por Hales; el anhídrido carbónico por Black; el oxígeno fue aislado en 1774 por Priestley, que preparó también los óxidos nitroso y nítrico; el nitrógeno fue descubierto en 1772 por D. Rutherford; el cloro se extrajo del ácido clorhídrico en 1774, gracias a los estudios del sueco Scheele.
Cavendish demostró en una célebre experiencia que la combustión del hidrógeno produce agua. También se desarrolló la química orgánica: en 1749 se descubrió el ácido fórmico y los ácidos oxálico, láctico, cítrico y la glicerina..
Sin embargo debe considerarse a Lavoisier como el verdadero fundador de la química moderna. El empleo de la balanza que él introdujo de manera sistemática en la química fue el punto de partida del descubrimiento de las leyes fundamentales, como son la ley de la conservación de la masa y la de la conservación de los elementos. Gracias a ese instrumento, Lavoisier pudo establecer la verdadera composición del aire y del agua, distinguió los cuerpos simples de los compuestos y descubrió el mecanismo de las combustiones. En 1782, Morveau creó la nomenclatura química; Klosproth descubrió el circonio, el uranio el estroncio el telurio y el titanio y el cromo y la glucina los descubrió Vauquelin.
Naturalmente este, brevemente pormenorizado desguace de la historia de la química del siglo XVIII tiene por objeto comprobar la pobre situación con que hasta entonces trabajaban los entusiastas alquimistas, e incitar al lector a curiosear en los libros estas apasionantes historias.
Un adagio anónimo nos recuerda:
"Los débiles se apasionan por los hombres; los fuertes por las ideas".
Queridos lectores, es inevitable... Más de una vez, aquellas personas que me siguen con asiduidad me han leído decir que el socialismo marxista-leninista y sus polos opuestos, el fascismo italiano y el nacional socialismo (no me refiero al catalán de Pujol y señora) alemán, tienen todo en común, en cuanto sus orígenes se refiere, excepto el método de imposición y proselitismo que en el nacional socialismo se persigue mediante la invasión armada a sangre y fuego disciplinando como esclavos a las razas distintas a la germana (o catalana); en el fascismo a traves de la violencia doméstica, mayormente, sin distinguir mucho en razón de progenie o estirpe, todos son bienvenidos si acatan las directrices del líder; y en el socialismo marxista no se invaden físicamente las naciones, sino que se procuran crear células desestabilizadoras revolucionarias metastáticas, que transformen la sociedad diana en un estado satélite. Por lo demás son idénticos; existen las mismas diferencias que entre el genotipo del hombre y el chimpancé, un ridículo 1% (aunque en algunas ministras y ministros españoles y, como no, extranjeros, esta diferencia se nos antoje exagerada).
Pues bien el partido español fascista por excelencia ha sido la Falange y las JONS. Y que mejor argumento para apoyar mi exposición anterior que la prueba histórica de que un porcentaje más que sospechoso de originarios falangistas de orígen, han acabado dando con sus huesos en el PSOE, independientemente de los Requetés del PNV y la burguesía tradicional capitalista catalana reventando, tiempo ha, como un forúnculo, en corinto y oro (sobre todo oro).
Y decía yo al principio que es inevitable... hablar de Rubalcaba a propósito de estas reflexiones. En otros anteriores comentarios comparé a este indecente homúnculo con el Richelieu de Luis XIII, pero comparar a este cebollo con el ladino pero astuto e inteligente purpurado y ¡a Zapatero con Luis XIII, por memo que la historia nos pinte al rey de Francia! es mucho comparar. Lo que sí es cierto es que el vil santanderino está dando medida de su talla de estadista día trás día; este tipejo solo sirve para segundón, y desde la concha del apuntador asaetear a todo el que pase por el escenario, pero en modo alguno esta capacitado para ser presidente del gobierno, y él lo sabe, y de ninguna manera pretende serlo; es más sabe que no lo va a ser, por eso está encabezando... la nada, pero haciendo todo el daño que pueda, al PP, a la institución monárquica y a España. Pero no se equivoquen, Rubalcaba no pretende forzar la implantación de la tercera república, donde no tendría cabida ni para llevar el botijo, Rubalcaba no cree en nada, no tiene convicciones, aunque sí un orígen falangista, como tantos.
Y entonces todo el arrebato a favor de Cataluña, y la majadería esa de que el Tribunal Constitucional no es nadie para enmendar aquello que votaron en referéndum el pueblo, un pueblo que le importa una higa, en clara referencia al Estatuto Catalán. Pues muy sencillo, porque, en primer lugar sabe que lo que saque en Cataluña no lo va a sacar ya en ninguna comunidad autónoma, y además porque goza de un enlace con la traidora Chacón más fuerte que el covalente, para ser químico... No sé si me están entendiendo ustedes... Efectivamente, sí señores, ambos ex ministros comparten la máxima que los geniales Tip y Coll nos dejaron más de una vez en sus irrepetibles sketch: "queridos hermanos -decían ellos- amaos con más entusiasmo los unos sobre las otras". Y claro, cuando a uno se le dispara el espermatocrito hace y dice mamarrachadas como esa de que si la ley no permite llevar a cabo un deseo, pues habrá que cambiar la ley... con dos...
En fin, queridos amigos, amémonos todos como nos dé la gana pero con espíritu transparente y sencillo, y sobre todo con protección, que luego pasa lo que pasa. Y sobre todo, amados próceres no olvidéis lo que decía Antonio Maura:
"La memoria es evidentemente una de las prófugas de la política".
Que descansen, por fa.
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