En el antiguo Egipto gobierna la XII dinastía. A lo largo de 205 años (1991 a 1785 adC, durante el Imperio Medio), siete faraones se suceden en el solio del imperio a orillas del Nilo. El primer soberano de la XII dinastía, Amenemhet I, debió enfrentarse, al subir al trono a la difícil tarea de imponer sus derechos dinásticos frente a sus rivales, y poner orden en el estado, trás el hundimiento del Antiguo Imperio (primer periodo intermedio). Su hijo Sesostris, fue asociado al trono por el faraón, asegurando de esta manera la sucesión en el poder, procedimiento este practicado por todos los soberanos de la XII dinastía.
Las fechas asignadas a los faraones egipcios comienzan alrededor del año 3200 adC. con la fundación del Imperio por Menes, por ello, primer faraón de la historia de país del Nilo.
El lapso de tiempo de aproximadamente 2.700 años que va desde Menes hasta la conquista de Egipto por Alejandro Magno, en 332 adC. (en que dan comienzo los reyes ptolemaicos, es decir descendientes de Ptolomeo, sátrapa de Alejandro y por lo tanto griegos, que llega hasta la reina Cleopatra, y finaliza el reinado de los auténticos faraones), ha sido subdividido en 31 dinastías. Esta división se ha realizado de acuerdo con el ámbito de dominación y residencia de los faraones, respetando siempre la sucesión genealógica. Entre los Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, se intercalan el primero y segundo periodos intermedios, que señalan ciclos de decadencia política y cultural de la historia egipcia.
Afirmaba Edmundo de Goncourt:
"La salud es tan solo una confianza; consiste sencillamente en creer que no se está enfermo y en vivir como si se estuviera sano".
Seguramente entre las personas que alguna vez han leído mis artículos, habrá quien está convencido que yo solo accedo a la prensa que ataca a la izquierda; pues se equivocan: independientemente de que suelo sintonizar a diferentes horas varias radios y cadenas televisivas, vengo a leer de 4 a 5 periódicos todos los días; otra cosa es que no suelo hacer referencia de mis fuentes, porque me parece innecesario, ni ofrezco loas al poder. Concretamente hoy comenzaré comentando un artículo del País del 19 de Octubre sobre la sanidad catalana que venía titulado como: "Cataluña planea trocear la sanidad pública para abrirla al capital privado". El meollo de la cuestión está en que la sanidad catalana considera imposible de sostener el actual sistema de gestión sanitaria y ha decidido, entre 3 y 5 años, crear un holding de empresas privadas que se hagan cargo de esta gestión de manera privada, pero derribando totalmente el Instituto Catalán de la Salud, esto es aboliendo total y definitivamente el sector público, que abarca 8 hospitales y 286 ambulatorios, y que del asunto se encarguen 20 empresas privadas asociadas, lavándose las manos la administración pública en la cuestión. Además están dispuestos a eliminar radicalmente el sistema de oposiciones, abolir los contratos indefinidos y que la contratación del personal sea decidido por el personal directivo y de mando del centro, negociando uno a uno cada contrato en lo referente a sus condiciones, horario y retribución.
Esta noticia suscita un montón de preguntas que quiero exponer:
En primer lugar¿Este sistema va a ser una matriz piloto para el resto de las comunidades o es exclusivo de Cataluña? ¿Se están priorizando fulminantemente las razones económicas sobre la eficacia diagnóstica y terapéutica? ¿Es el camino para una sanidad barata con médicos baratos y enfermeras baratas y todos ellos sin el más mínimo estímulo profesional por arrastrar contrataciones temporales al arbitrio de sus superiores y sin posibilidad de promoción en un posible escalafón? ¿Están dando armas a los sátrapas de siempre para contratar a familiares, amiguetes o "benefactores", y ¡viva el cohecho!? (la prevaricación no al quedar apartados de la condición de funcionarios) Si se van a vender acciones o participaciones de cada "empresa" al personal ¿Quien va a ser capaz de despedir a un "accionista" inútil o inmoral? ¿Esos hospitales y ambulatorios van a atender gratuitamente a pacientes de otras comunidades autónomas, o se va a unir a la actual negativa de muchas regiones de atender al "foráneo" (con más frecuencia de lo que puedan ustedes pensar) la obligación de pagar la asistencia además de tener que enfermar en catalán? y finalmente ¿Es este el principio del despegue de Cataluña (Dios así lo quiera) del resto de España o solo otra argucia para un quiero y no puedo que les permita seguir sacándonos las perras y luego hacer ellos en aquel condado mangas y capirotes? Sigo empeñado en que la sanidad debe revertirse al gobierno central y volver a posibilitar, no solo obtener las plazas por oposición, es decir, contratar a los mejores, sino los antiguos concursos de traslado. Claro que si la ministra va a ser la Pajín o similar, mejor dejémoslo.
Y ya que estamos de preguntas, remataré hoy, para no cansar, con mi consabida estupefacción: ¿A ustedes les parece una campaña esta faena de trileros? Porque resulta que, salvo la canalla vasca, que está a lo suyo, del PSOE solo largan Dixie y Pixie, es decir el vil Rubalcaba y el falaz González. ¿Y el resto del personal? ¿Y el presidente? ¿Y los ministros? ¿Es que como saben que no van a ganar se están cachondeando de nosotros? y por poner un ejemplo hago referencia a dos acertijos: El slogan del candidato es "a la pelea" que deduzco se refiere a reñir con armas (RAE), un guiño a la quinta columna formada por sindicatos y cerdos del 15-M, sin contar a las fuerzas de seguridad marionetas. Por otro lado, unas declaraciones del jubilado Felipe me han sugerido, no ya que se ofrece de felpudo de Rubalcaba, como parece, sino que reclama un puestecito en Bruselas. ¡Pues mira, estos seguro que ganan en las elecciones... para sí.
Con notable humor, el general Castaños que murió a los 94 años, comentó en su momento:
"Nada me duele, pero soy tan viejo... que me da vergüenza decir que estoy bueno"
Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario