El 11 de Abril de 1713 la paz de Utrecht pone fin a la guerra de sucesión de España. Desde 1711 se inician las conversaciones entre Francia e Inglaterra que han de conducir a la paz de Utrecht acordada entre aquellas potencias y las Provincias Unidas, Prusia y Saboya.
La resistencia de Felipe V y del emperador Carlos VI, quien no desea reconocer al Borbón como rey de España, a aceptar las condiciones de Utrecht, demora el término del conflicto hasta 1714. El 6 de Marzo de este año se firma el tratado de paz de Rastatt entre los Austrias y los Borbones, mientras otros tratados marcan el fin de las contiendas que han tenido lugar entre Saboya, Holanda, Portugal, Gran Bretaña y España.
Según las disposiciones de la paz de Utrecht, Felipe V es reconocido como rey de España y Las Indias; a cambio España, entrega a Gran Bretaña Gibraltar y Menorca, firma el tratado de asiento sobre la importación de esclavos negros a las Indias por mercantes ingleses y el derecho de enviar un navío de permiso a América del Sur. Por otra parte España entrega a Austria los Países Bajos del sur y Luxemburgo, parte del Milanesado, los presidios de Toscana, Nápoles y Cerdeña. El Imperio, por su parte , garantiza a los electores de Baviera y Polonia la restitución de todos sus territorios. La pérdida de la supremacía hispánica en el Mediterráneo se completa con la cesión al duque Amadeo de Saboya (no nuestro futuro rey, sino su antepasado Victor Amadeo II), de la isla de Sicilia. Asimismo Felipe V renuncia a la corona francesa y los príncipes franceses a la española. El duque de Saboya también recibe de España una parte del Milanesado. Francia reconoce la sucesión al trono de la casa de Hannover en el nuevo Reino Unido. Por otro lado, Luis XIV promete demoler las fortificaciones de Dunkerque y cede la bahía de Hudson, Acadia y Terranova que pasan a depender de Gran Bretaña.
A pesar de todo, Francia conserva sin modificaciones sus fronteras continentales y queda confirmada su posesión de Estrasburgo y Alsacia. El hasta ahora, príncipe elector de Brandeburgo, Federico Guillermo I, es reconocido rey de Prusia. este cede a Francia el principado de Orange, pero recibe el alto Güeldres español.
Las Provincias Unidas obtienen garantías para proteger su territorio y su comercio con la creación de una banda territorial a lo largo de la frontera flamenca, al mismo tiempo que mantiene cerrada la desembocadura del Escalda.
Juan V de Portugal recibe algunos territorios en la frontera del Brasil y la Guayana francesa. Las estipulaciones de Utrecht y Rastatt cambian los preceptos políticos establecidos en Westfalia (1648) y confirman la decadencia del imperio español, del alemán e Italia y afirman la hegemonía británica.
El conde de Séze, en su peroración ante la Asamblea, durante el juicio y defensa del rey Luis XVI, el 26 de Diciembre de 1792, se expresó de este modo:
"Ciudadanos, no concluyo... Me paro delante de la Historia; pensad en que ella sentenciará vuestra sentencia, y la suya será la de los siglos...".
Las estadísticas que reflejan la intención de voto de los españoles, que habitualmente son mentira, unido a "las exigencias" que informan los medios de información, que exige la mayoría de "la ciudadanía", y que al parecer consiste en que la ETA entregue las armas (no dicen cuantas) y pidan perdón, o algo parecido, y con ello la susodicha ciudadanía se queda como Dios, me dan muy mala espina. porque algo me dice que conociendo al rebaño de borregos que constituye el pueblo español, si los asesinos son listos (y tontos no son y el vil Rubalcaba lo sabe) con cuatro palabritas bien redactadas para la ocasión, la debacle electoral para Rajoy está servida. ¡La ETA deja las armas y se rinde! ¡Ha pedido perdón! ¡Bueno, ha dicho que qué mala suerte la de las víctimas... todas las víctimas! EL candidato Rubalcaba lo utilizará como su mejor baza, la izquierda masónica aparecerá llorando en los mítines el día de reflexión; las señoras del velo y Misa diaria entonarán himnos de gracias al Altísimo por el fin de "la violencia y la guerra en Vascongadas... El PSOE perderá seguro las elecciones, pero el PP no las va a ganar. ¡Ojito que la cosa tiene miga!
Para nada importan los 6 millones de parados efectivos con que disfrutamos hoy, ni la ruina a que nos han conducido la izquierda, los sindicatos, los fiscales y jueces, (valga la redundancia) el descalabro sanitario, la situación de quiebra total de comunidades autónomas y municipios irrecuperable por quinquenios, el favoritismo hacia familiares y amiguetes mientras muchos españoles no pueden comer de medio mes en adelante, ni pagar los créditos adquiridos, por cierto libremente (muchos de ellos votantes compulsivos del PSOE), ni la inseguridad ciudadana con unos tribunales y una policía que en eficacia resultan las peores de Europa. ¡El Señor ha tenido compasión de los españoles! (para unos) ¡Por fin se reconoce la labor del gobierno socialista! (para otros).
Es cierto que este sábado varios miles de ciudadanos (podían haber sido más si no fuera porque entre las víctimas de los asesinos vascos y los catalanes (valga la redundancia) no se pueden ver) han pedido justicia para algunas víctimas del crimen de estado, pero también es cierto que días antes igual cantidad de asesinos, o quizás más, salieron a las calles de una capital vasca a pedir la independencia y que se liberara mediante amnistía a los criminales encarcelados; y tengamos en cuenta que el término "amnistía" tiene la misma raíz que "amnesia", es decir, olvidar, olvidar todos los crímenes cometidos por los vascos, sacarlos a la calle y darles la independencia junto a los necios de los navarros.
Rajoy, o das un golpe de timón, o lo tienes crudo.
Decía Benavente:
"Si los gobiernos no molestan alguna vez, ¿se notaría que había gobierno?.
Buenas noches.
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