sábado, 2 de abril de 2011

Hoy habíamos prometido acabar con los Austrias, y vaya que lo vamos a lograr, porque el último rey de esta dinastía, el último hijo de Felipe IV, que a pesar de que tantos retoños dejó por este solar patrio, era el único que podía heredarle legalmente, ya que los anteriores varones, murieron todos, resultó ser la criatura, física y mentalmente, más patética, calamitosa, malhadada, trágica, e infortunada de este planeta, engendrado, según las crónicas, con los postreros rebaños seminales del gastado garañón de su padre, 3 años antes de morir. En definitiva era la última consecuencia de muchas generaciones de cruces consanguíneos, entre primos.
Pasó a la historia como Carlos II "El Hechizado". Nació en 1661, y comenzó su reinado oficial en 1665, por lo que hasta su mayoría legal de edad, en 1677, será su madre, Mariana de Austria la que se encargaría de la regencia. No obstante ya al nacer y tras los primeros años de vida, todo el mundo se pudo percatar de que aquella birria de niño no podría reinar por sí mismo. Era una criatura enfermiza y endeble, demacrada, enjuta y seca; macilento, frágil y amojamado. Desde el punto de vista intelectual nulo, incapaz, mentecato y negado; y además estéril, como se demostró a lo largo de su vida. ¡Vamos, una joya!
Su aspecto flaco, lánguido y distraído, de cabellos largos como de estropajo y la mandíbula mucho más prominente que los demás Austrias, que ya es decir, movia a la compasión y a la burla. Su santa madre, como regente tampoco es que fuera una lumbrera, de modo que propuso a su confesor, el jesuita Nithard, que hiciera las veces de valido, y, bueno, le faltó tiempo al tonsurado para ponerse a enredar y hasta que no llegó a Inquisidor General no paró con sus intrigas, hasta el punto de enfrentarse con todos los miembros de la Junta de Regencia -que se supone eran los encargados de dirigir el gobierno-, la nobleza, los dominicos, y hasta el que traía el cafelito en palacio.
De esta guisa la situación, al apuesto Juan José de Austria, hermanastro del rey, hijo bastardo de su padre (uno de ellos), ya muy baqueteado en mil batallas, al servicio de Felipe IV, en Flandes, Italia, Cataluña y Portugal, se le hinchó el apéndice nasal y tomó el cargo de valido por la fuerza en 1.677. De este modo es que fue coronado el rey; Nithard a hacer puñetas y la mamá regente al Alcázar de Toledo.
Le casaron al pobre Carlos, primero con Mª Luisa de Orleans en 1679. La pobre aguantó 10 años, muriendo en 1689, yo creo que de asco. Ese mismo año le vuelven a casar con Mariana de Neoburgo, que comentan que era una histérica llorona (no me extraña), que llegó a fingir 11 embarazos, y manejada por su camarera mayor la baronesa de Berlips, a la que los madrileños la llamaban "la Perdiz".
Pronto don Juan José cedió el testigo de valido al duque de Medinaceli y este al conde de Oropesa; pero el rey, más preocupado por los temas de lo divino que de lo humano, se satisfacía manteniendo correspondencia con una monja alicantina, desde bien jovencito, llamada sor Úrsula, y a los validos y al gobierno, que les den morcillas, principalmente porque no llegaba a ser tan majadero como para no darse cuenta que él era incapaz de gobernar, y ni lo intentaba.Bueno mañana más.


Antonio Machado nos legó esta joya de la poesía noventayochista:
"Y hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos españas
ha de helarte el corazón"
Irrelevante, sencillamente irrelevante me parece la noticia "del día". Que Zapatero ha dicho, ¡ha dicho! que no se va a presentar a las próximas elecciones. Bueno ¿Y qué? ¿Con ello España soluciona sus problemas? ¿Cuales y cuantos de ellos? Ahora las comidillas en el patio de monipodio que se conoce como PSOE andan a la gresca por recolocar lo que llaman la facción felipista o guerrista o bien no perder la opción zapaterista conquistada hasta el momento. En la primera está Rubalcaba o Bono (mister X ¿quizá?) y en la segunda la Chacón y Pepiño; por lo demás andan haciendo el payaso Tomás Gómez, Pachi López, Chaves, el decrépito intelectual Ibarra y algunos merluzos más. ¿Y qué?
Las dos españas mantienen su guerra civil, entre el asesinato y el velo; entre el sistemático delito institucional y la más rotunda institucional estulticia; entre el crimen y la abulia; desenterrando muertos o esperando con los brazos en cruz a que les den el paseillo; destruyendo templos, costumbres atávicas, principios éticos y morales, o mirandose al ombligo y evitando hacer ruido para no molestar y que no les llamen fachas. Irrelevante.
En cuanto a los candidatos, por lo que a los zapateristas se refiere, dicen que se va un idiota solemne que ha permitido dejarse manipular por los separatistas, y nos deja a una separatista como heredera; bien es verdad que hay una cosa que les une: uno nunca ha creído en España y la otra odia a España; y un corrupto pavo real sectario y cursi hasta la nausea. La otra camarilla la componen el ser mas vil y traidor que hemos conocido después de Fernando VII, Rubalcaba, quien no tiene programa alguno porque su puesto siempre ha sido delinquir desde la sombra de algún sátrapa (un cardenal Cisneros, vaya); y un necio de toda necedad cuyos argumentos siempre han sido los insultos... ¡un "ineto" "inorante" y "corruto"! ¿Y qué?
Al decir de Paul Valery:
"Un estado es tanto más fuerte cuanto puede consentir en su seno lo que actúa en contra suya"
El PP denuncia que hoy existe un vacío de poder. En primer lugar el gaznápiro todavía no se ha ido, y en segundo lugar ¿es que ha habido algún poder reconocible hasta ahora, con alguna idea de gobierno que no sea el "agarra el dinero que puedas y corre". Esta gente esquilmó la España de la transición cometiendo todo tipo de delitos con González, y ha terminado de arruinar la nación, en todos los órdenes, iniciándose a rebufo de un horrendo genocidio, continuando todo tipo de atropellos judiciales y morales, y seguirán haciendo lo único que saben hacer, en nombre del pueblo oprimido al que redimen del acoso de la extrema derecha. Vamos, que no voy a dedicarle al asunto ni una línea más, porque me resulta irrelevante la noticia.
"El arte de gobernar -según Bernard Shaw- es la organización de la idolatría"
Creo haber comentado en alguna ocasión que ni los alemanes ni los japoneses me inspiran confianza ni afecto, y tengo mis razones. A raíz del desastre de Fukushima se ha destapado, no el espíritu ordenado y la disciplina nipona ante la adversidad, no, sino la propiedad de aquellos cerebros, alienados por una tradición medieval, aún, capaces de, en momentos de extrema alarma, dejar de funcionar, dejar de pensar por sí mismos, y obedecer al poderoso aunque la orden atente en contra de los derechos humanos más elementales e incluso de su instinto de conservación. ¡Vamos, como en la Segunda Guerra Mundial! Es noticia estas fechas que existen patrullas de "voluntarios" japoneses, trabajando sin descanso en las centrales nucleares accidentadas, todavía no he conseguido entender con que finalidad, a sabiendas de que estan condenados a muerte de manera irremisible, y que muchos de ellos no volverán a ver a sus familias antes de morir, pues las autoridades nunca consentirán que sus cuerpos contaminados salgan de aquella olla a presión para contaminar a otras personas. ¿Comprenden ahora las masacres de Guadalcanal, Rabaul, Okinawa, Iwo-Jima, Ryu Kyu, etc., en donde la defensa hasta la muerte de centenares de miles de hombres no tenía ningún sentido pues jamás podrían ganar aquellas batallas y allí se quedaron sembrando las islas con sus cadáveres?. Aquellos japoneses que torturaban hasta la muerte a sus prisioneros pasándose por debajo del quimono los convenios de Ginebra, o se inmolaban sin necesidad en un primitivo y trasnochado ritual de honor, son los mismos de ahora. ¡Ojo con los japoneses! Por lo demás Dios quiera que pronto acabe aquella pesadilla.
Quizá la filosofía del sol naciente sea la que Quevedo definió con esta frase:
"El que muere no tiene más que morir; y el que vive tiene que morir más"
Ayer domingo se expresaron en Madrid las bondades intelectuales que podemos esperar de los jóvenes españoles, herederos inmediatos de esta letrina de país que se les está dejando para su regocijo del vicio, el ganduleo y la ignorancia.
Henry Bordreaux expresaba de esta forma el abandono del individuo al nihilismo mas abyecto:
"Si afinamos el oído, podemos percibir la caída de nuestros instantes en la nada, como un recipiente que se vacía gota a gota".

Buenas noches.

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