En el repaso que comenzamos estos días de atrás al siglo XX, ya no puedo limitarme a contar cuatro cosillas de un rey determinado. La importancia de los sucesos en este siglo sobre nuestras vidas es tan determinante, que no puedo por menos de hacer paradas en el relato-guión, para contemplar con todos mis lectores, acontecimientos fuera de España, que, si meditamos un poquito, van a explicarnos muchos de los episodios patrios.
Ayer comentamos que nos habíamos quedado sin entrar en el episodio más improcedente del reinado de Alfonso XIII, como es aceptar un golpe de estado militar como mal menor a una situación insostenible del país, y unirse a él. Pero antes, nos hemos dejado atrás peripecias demasiado sangrientas, que darán lugar a otras, aún más sangrientas en Europa que no podemos pasar por alto. Para empezar, si algún día me preguntan cual fue el evento más trascendental desde el punto de vista social y político del siglo XX, no responderé que ninguna de las dos guerras mundiales, sin ninguna duda fue la Guerra Civil Rusa, cuyas consecuencias mundiales todavía no han terminado de decir su última palabra. Igualmente, si me preguntan cual ha sido el mayor asesino de la historia de la humanidad, y por supuesto del siglo pasado, sin lugar a dudas lo fue Stalin (responsable de más de 100 millones de muertos, el 70% de ellos compatriotas suyos). Hitler se quedó en la mitad de esa cifra; el alemán, al final de su mandato se había transformado en un enajenado paranoico obsesionado por el poder, muy parecido a Nerón, y además sus teorías murieron con él (¿o no?). Stalin, sin embargo, sobrevivió lo suficiente, y lo suficientemente lúcido, para llevar a cabo y dejar, a sangre y fuego, impreso el sello de su proyecto asesino.
El siguiente en la lista es el mamarracho medieval de Hiro Hito, manejado por los militares y convencido aún de que era el dios japonés al que no podía mirarsele a la cara. Después ha habido muchos otros asesinos en el siglo pasado pero pasemos de ellos, por ahora. Más nunca hemos de olvidar que lo que llamamos el pasado está ahí mismo, y no cambian tanto las personas, las ideas (los ideales no existen), y las pulsiones; conviene recordar, en lo sucesivo un principio que yo siempre tengo presente: ¡mucho cuidado con los alemanes y los japoneses! La debacle, que se acerca a pasos agigantados, de la famosa comunidad europea, que se va al garete, mostrará la verdadera cara de Alemania y de todos los que estamos destinados a servirla, por culpa de nuestros políticos; y el crecimiento desordenado y grotesco de China como potencia económica, hará saltar antes o después a Japón.
El otro peligro del siglo XXI no dejan de ser los rusos, que todavía no han decidido si son carne o pescado, pero al pueblo le da igual seguirá al líder que se ponga por delante; y Putin es, en este momento un individuo con un peligro alarmante.
España durante los primeros años del siglo XX, excepto por su posición geográfica, había dejado de significar lo más mínimo en el concierto europeo, y no digamos mundial, de modo que su declaración de neutralidad en la Gran Guerra, resolvía lo mismo que si un ratón se declara imparcial en una pelea entre un tigre y un toro. La Primera Guerra Mundial resultó el inevitable, repito, ¡inevitable y buscado!, resultado de una serie de alianzas, tensiones y frías amenazas, de origen económico y antiguas reivindicaciones nacionalistas, de las potencias europeas. Desatado el conflicto los ciudadanos se inscribían en las oficinas de reclutamiento de sus distintos países, con la alegría del que compra una entrada para presenciar un partido de fútbol, y los gobiernos lanzaban las largas filas de soldados al frente, con la convicción de que aquello era cosa de 15 días. Y el resultado no fue ni parecido al planeado. Hasta el punto que muchos historiadores están convencidos (yo también) que la Segunda Guerra Mundial fue la continuación de la Primera Guerra Mundial.
¿Y porque digo que habia tensiones previas desencadenantes? Pues porque La Gran Guerra no fue, ni con mucho el primer conflicto bélico del siglo. A saber: en 1900 tiene lugar la Guerra de los bóxers, que implicaba a China y las potencias imperialistas extranjeras (recordemos la película de 55 días en Pekín). Ya en 1853 tiene lugar la Guerra de Crimea que enfrentó a rusos contra ingleses, franceses y turcos-otomanos; los odios nunca se olvidarían (ver la película "La Carga de la Brigada Ligera"). En 1860 España se vio implicada, eso sí, con ardor guerrero, en una guerra en Vietnam, que entonces se llamaba la Cochinchina, aliados con los franceses, que como siempre nos la clavaron, pero bien; en 1870 se enredaron en una guerra cuya culpa la tuvo España buscando un rey, los franceses y los prusianos, y en 1894 tenía lugar la guerra chino-japonesa, en la que ambos países se disputaban el territorio de Corea.
Como vemos, los antecedentes de conflicto en Asia vienen de atrás y ya no cesaron. Antes de terminar la Primera Guerra Mundial, la situación social en Rusia era insostenible. La gente se moría literalmente de hambre, sin que el zar se enterara de lo que pasaba, o le daba igual. El pueblo fue a pedir pan a las puertas de palacio, al "Padrecito" (el zar), en 1905; El Padrecito formó al ejército y se fusiló impunemente a aquella gente pacífica y hambrienta. Un mes antes a la magnífica flota rusa (guerra ruso- japonesa) le dieron un repaso más que regular los japoneses (perdieron los rusos 26 barcos, regresaron 4 y murieron 5.000 rusos y 6.000 cayeron prisioneros) y parece que los nervios de los militares no estaban para manifestaciones, pacíficas o no. Lo cierto es que actos como estos fueron minando la esperanza del pueblo ruso en el emperador, y dando argumentos a los miembros de las células marxistas.
En 1912 estalla la 1ª guerra de los Balcanes: Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro declaran la guerra a Turquía (Imperio Otomano), en medio de un tremendo enredo de intereses de fronteras en las que ya se pierde uno, y que llevó, al año siguiente, a la 2ª Guerra Balcánica, ya entre ellos mismos, pues que Serbia quería liderar otro imperio y el resto (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia, Montenegro, Albania) querían abandonar cualquier coalición e independizarse. Desde entonces los Balcanes se transformaron en una bomba de tiempo.
En Europa los imperios habían llevado a cabo acuerdos de colaboración y ayuda en caso del conflicto que ya se veía venir. Inglaterra y Francia formaban un grupo; Alemania y Austria-Hungría, otro. Finalmente Serbia, que se creía la dueña del "Imperio" Balcánico, pero cuyo territorio funcionaba como un "barrio" del imperio Austro-húngaro, simpatizaba con Francia, y se consideraba la "hermana" de Rusia. El conflicto, que se inició en Sarajevo (Bosnia), fue encadenando, uno tras otro a países de las distintas alianzas, hasta acabar en un drama humano, económico y social. Pues resulta que Rusia, 1 año antes de acabar la guerra, padeció en su interior una revolución que condujo a una guerra civil, y se retiró de la Guerra Mundial. Esa guerra civil rusa, pues es el acontecimiento más importante y desconcertante del siglo.
Yo, personalmente, no he acabado de entender por qué los bolcheviques se impusieron a los, menos radicales, mencheviques, y por qué el ejercito rojo ganó la guerra al ejército blanco, que tenia mejor armamento, mas disciplina y mejores mandos. Seguramente el terror dentro de las propias filas rojas y la habilidad en la propaganda, funcionó; y por otro lado el mayor error del ejército blanco sería confiar en la ayuda del resto de los países aliados, que acabaron por dejarles abandonados a su suerte, despues de promesas y promesas. No quiero dejar este comentario sin puntualizar los dos fastuosos desatinos del que después sería gran estadista, y durante la Primera Guerra, Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, en las batallas del mar Negro, durante el transcurso de la Gran Guerra, principalmente en Gallípoli, donde perdió, por su incompetencia militar, barcos y hombres a de manera injustificada. Durante la Segunda Guerra Mundial, será considerado el político que salvó a Gran Bretaña, y en parte al resto de Europa, con su habilidad política, del peligro alemán. Pero mira lo que son las cosas, acabada la Segunda Guerra, en las siguientes elecciones, no le vuelven a votar aquellos paliduchos sorbedores de té. Aunque la vida ofrece sorpresas insospechadas, porque le dieron el Premio Nobel de "Literatura" (?); años después a Obama el de la Paz, como a Tutu o a Menchu, a Rabin, Peres, Arafat...
Montaigne, con mucho acierto dejó escrito:
"Es imprudencia pensar que la prudencia humana pueda realizar el oficio de la fortuna".
Hoy el análisis socio-económico va a ser mucho más frio que los anteriores, pues una vez ha pasado la visita del Papa, acontecimiento que ha copado el interés informativo en este calurosísimo Agosto, hemos de volver a analizar el día a día con todas sus espinas, y en este contexto existen dos carreras de obstáculos aún sin terminar: la caída en picado de Europa entre bandazos y tira y afloja, y las elecciones en España barnizadas desde aquí a su conclusión de todo tipo de tropelías, de las cuales algunas ni nos podemos imaginar. Por el momento la Comunidad Europea está dando claros síntomas de andar perdiendo los pespuntes y hoy nos era anunciada otra idea de tantas que intentan sostener un equilibrio tan inestable que resulta casi imposible de conseguir. Después del anuncio de la creación de un Eurobono (todos al mismo saco), de la negación alemana a transigir con ello (Alemania ayuda económicamente pero no se embarca en el mismo navío que los miserables), y de la amenaza de la mayoría de la Eurozona de prescindir de los germanos y editar un bono europeo sin contar con ellos (claro camino de rotura de la CEE) hoy conocemos un paso más de este contubernio y es que Alemania traga parcialmente el sapo, pero exige una única fiscalidad para toda la Comunidad Europea, es decir que exista un Ministerio de Economía Europeo que dirija la maniobra, por encima de los respectivos nacionales, en otras palabras un Gobierno Europeo Supranacional con la consabida cesión de la soberanía de cada nación hacia un cerebro único y común. En este caso se unificarán arbitrios, tanto en los impuestos sobre la renta, como IVA, como de sociedades o impuestos indirectos sobre bienes y servicios, que en este momento, en Europa constituyen un password anárquico (desde el 10% al 35% para empresas, del 15% al 25% en el IVA y en el de Sociedades del 15% de Alemania al 33,3% de Francia). Claro que también se unificarían las deudas en una única deuda común, y eso...
La pregunta es ¿Es factible la creación de un Gobierno Europeo para dirigir todos los paises? naturalmente que sí, y también otra guerra europea ¿Acabaría por romper la unidad de la Comunidad? Lo más probable, en cuanto se expulse de la clase a los vagos y díscolos que no quieren trabajar ¿Y es conveniente llevarlo a cabo? Si les digo mi opinión, yo estoy convencido que la misma Alemania está entrando en recesión, pues ya tiene un aviso si consideramos que su economía, en el último trimestre, creció un 0,3% en lugar del anterior 1,3%, lo que significa que no sería de extrañar que las incontenibles fuerzas de la "naturaleza" enrasen a todos antes o despues, independientemente que los caídos, caídos están. Más, son tantos los problemas enquistados y esperando solución (el segundo rescate de Grecia y posible de Portugal y las inestables situaciones de España e Italia), tanto el galimatías de hilos de esta bomba que a ver por donde se cortan los cables sin que nos estalle a todos en las narices.
Por lo que a España se refiere, el nivel de gasto y despilfarro es de tal magnitud -y digo es, no fue, porque no hay día que no nos desayunemos con algún hurto institucional de los zapateristas e independentistas (catalanes ante todo) que todavía hacen uso de su poder y tiran el dinero como los padrinos en los bautizos-, que la situación en la que vamos a llegar al año 2012... bien háganse una idea de lo que se ha encontrado el PP en algunos municipios o comunidades como Castilla la Mancha, y háganlo extensivo a toda la nación. Y Europa no nos pierde de vista.
El asunto de las elecciones generales españolas lo vamos a dejar para otro momento mientras recordamos el acertado análisis de Pascal cuando escribió:
"El hombre está siempre dispuesto a negar todo aquello que no comprende".
Buenas noches
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