Soy consciente de que este blog es leido por ciudadanos estadounidenses en proporción muy próxima al número de lectores españoles (los terceros son los rusos, miren ustedes), de modo que en honor a ellos hoy vamos a traer a nuestra memoria histórica un recuerdo de aquellas lejanas tierras del otro lado del "charco" como decimos en España:
El 29 de Mayo de 1765, en la reunión que se celebra en la Casa de los Burgueses de Virginia, todos escuchan en silencio a un joven miembro de la cámara, Patrick Henry, que ese día cumplía 29 años. Denuncia la Ley del Timbre por la que se grava a las colonias con impuestos sobre los periódicos, documentos legales, comerciales y una serie de artículos. La ley ha sido aprobada por el Parlamento Británico sin consultar a las colonias, lo que es inaceptable para los americanos como súbditos libres de la corona. Henry exige el derecho de participar en las resoluciones que afecten a América, y llega a proponer que los ciudadanos de Virginia puedan redactar sus propias leyes. El discurso apuntaba, sin expresarlo directamente, a la tiranía ejercida por la corona inglesa..
Hasta que Henry empezó a decir: "Cesar tuvo su Bruto, Carlos I su Cromwell, y Jorge III... (entre gritos que lo acusaban de traición terminó la frase)... puede sacar provecho de su ejemplo".
Las palabras de Henry, que fueron reproducidas en la prensa, proporcionaron un nuevo empuje a la ola de protestas que se extendía por las colonias. Cuando en Noviembre de 1765 la Ley del Timbre entró en vigor, ya estaba desjhauciada por la eficacia del boicot. Jorge III la derogó en Marzo de 1766.
Ricardo León, en "La Escuela de los Sofistas" nos regalaba el sentido común con esta consideración:
"La mayor parte de los hombres reposan tranquilos y satisfechos sobre un cierto número de lugares comunes que les ahorran el trabajo de pensar... El lugar común es el dogma del necio
Ya me conocen ustedes, no hago alarde ni mucho menos, pero sí confieso ser una persona políticamente incorrecta y puede ser que también socialmente, razón por la cual hoy voy recurrir a una reflexión que he predicado siempre que la ocasión lo ha exigido: a mí eso de que la India es una víctima de la sociedad capitalista donde se muere la gente de hambre y miseria en tanto que se dedican a poner en órbita satélites artificiales, tienen bomba atómica y no puede alimentarse a la población con estofados porque los animales resulta que son sagrados, es algo que nunca me ha despertado inquietud, solidaridad o querencia alguna ante la cuestión. Algo parecido me pasa con los pueblos africanos con infantes desnutridos y llenos de moscas mientras la mitad de la población se dedica a matar a la otra mitad, "por motivos raciales", hasta que cambia el dictador y las anteriores víctimas se transforman en verdugos y así eternamente, o con el pueblo cubano donde nuestros queridos compatriotas viajan para regalarles sus propios pantalones vaqueros, sus gafas de sol o sus zapatos naúticos cuando los nativos de la isla de tan bella música popular loan, enaltecen y glorifican a asesinos como el Che Guevara o sus nunca bien ponderados hermanos Castro y su proyecto político. Y en esta línea yo me pregunto ¿Qué coño hacía en Cuba el tal Ángel Carromero? ¿Qué se le había perdido allí a este "joven" del PP? ¿Es que no ha visto la película "El Expreso de Media Noche"? Hay que mirar muy bien a donde se viaja, es más hay que considerar sin desmayo hacia donde se instala la vivienda, el hogar familiar porque luego pasa que, salvo que también seas un asesino, te instalas en tierra de asesinos y van y te quieren asesinar y tienes que salir por pies. Yo no voy a entrar en el detalle de sí los exiliados vascos deben votar desde la España de los maquetos en las elecciones vascas o no, no me interesa el debate, pero lo que sí me avergonzaría si fuera vasco (Dios no lo permita en ninguna reencarnación) es tener que confesar que existan exiliados de una provincia de una nación dentro del mismo país, porque ello quiere decir que existe una parte de la población nativa que estorba para los propósitos políticos y la concepción social de una mayoría de aquellas gentes. Y si seguimos cuestionándonos dudas la que más me corroe a mí es saber de antemano qué estado, qué régimen estan dispuestos a implantar los de la chapela en aquel miserable rincón de Europa ¿un estado fascista mandado por el PNV, heredero de las boinas rojas de los carlistas y requetés frente al lema: Dios, Patria, Rey y la bandera con la cruz de Borgoña que en nada se parece a la icurriña (yo lo escribo con c porque me da la gana)? o bien ¿un estado marxista-leninista al estilo cubano, por cierto aconfesional, implantado por la ETA donde no veo cabida a tanto cura rojo-asesino-independentista, con alguna bandera color rojo-soviético que tampoco tiene parecido con la actual independentista? ¿no me negarán que se trata de una cuestión de mayor calado que andar procurando votar con la papeleta atada a la punta de un palo muy, muy, muy, muy largo desde Jaraiz de la Vera? Porque al fin y al cabo ambos sistemas políticos exigen, y así lo han demostrado los vascos, la sangre y la libertad de sus vasallos para cimentar semejante mortero social. En fin, amados contertulios informáticos, hoy les ha tocado a los vascos y otro día la emprenderemos con los catalanes (curas catalanes incluidos), andaluces o vayan ustedes a saber.
Afirmaba Pitigrilli:
"La ironía es un arte dificil: si es muy ligera no se la comprende; y si es muy pesada, puede aplastar los pies de quién la lanza".
Feliz y calurosa noche.
"La ironía es un arte dificil: si es muy ligera no se la comprende; y si es muy pesada, puede aplastar los pies de quién la lanza".
Feliz y calurosa noche.
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