¡Que decepción, amigos lectores, que decepción!. Regresar a la España real con la esperanza de que la tradicional estulticia patria, cuando menos, se hubiera mitigado con este calor, pero ¡que va! Ahí está Pascual Sala haciéndose el tonto -empiezo a pensar que no le cuesta ningún esfuerzo- sobre que los jueces nombrados reciben consigna de los partidos. Y es que los socialistas han entregado armas a los asesinos vascos, como en el año 1931 hicieron con los anarquistas, armas que ha repartido entre otros Pascual Sala, y van ahora escandalizándose por doquier de que retiren la bandera y el retrato del rey de las instituciones. Bueno, la verdad es que esta maniobra forma parte del programa del PSOE para instaurar la 3ª República, cuando toque, utilizando de quinta columna a vascos y catalanes. Y si para conseguirlo es necesario otro 11-M, pues ¡adelante! ¡a las trincheras! Si ya hasta el delincuente Garzón va a fundar un partido político, a lo Berlusconi, para ver si se escapa de la gayola. Mientras tanto en Europa a Zapatero le han crucificado como a Jesús, entre dos ladrones: catalanes y vascos... y a nosotros con él. Y digo yo, ¿Porque no se traslada a Vascongadas, aprovechando que despues de conseguir que sea una región perdida para España, ya está camino de perderse también para los vascos, la sede del Tribunal Constitucional, para satisfacción de Sala y todos los demás togados, que tanto aman sus reivindicaciones independentistas, y se les obliga a residir en San Sebastián; y ya, de paso, también a la Audiencia Nacional.

Nada ha cambiado a mi regreso. Hasta Sebastián insiste en su mercadillo de bombillas y Rubalcaba que, aparte de aparentar ser un graciosillo de ingenioso talento en el parlamento, comienza a escaquearse de la prensa por la puerta de atrás, y, cual pollo sin cabeza, danza de acá para allá a ver como enreda al personal. ¡Ah! Y ha encargado a sus corifeos que divulguen las bondades que han significado para la salud de los ciudadanos y el ahorro de energía la reducción de la velocidad a 110 Km/h en autopistas... que ya vuelve a los 120. No pienso hacer comentarios sobre estos dos majaderos y sobre Pajín, la Trini, la Bibiana, Elena Salgado, a la que se le ha puesto sonrisa de dromedario, y demás intelectuales progres, porque ya se comenta sobradamente en las tertulias (las de izquierdas no) y porque ofende mi inteligencia y la de ustedes darle más vueltas al molino.

En fin, por lo demás el paro sigue subiendo, salvando el espejismo veraniego, las condiciones laborales de los que todavía trabajamos son de galeote (el otro día leí que por cada 10 funcionarios que se jubilen solo se renovará el puesto de uno de ellos; este anuncio junto al creciente paro y la ausencia de incentivos para el empresario privado significa que o nos echan del euro hacia el corralito, o este país va a ser, no ya intervenido, sino administrado por un paraíso árabe, o ya me dirán como se puede administrar una sociedad en que los pensionistas y pensionados superan a los cotizantes en diez a uno... sí, ya sé, subiendo los impuestos a lo bestia), los españoles veraneantes, que todavía no quieren enterarse de que hay que recortar gastos, con el comienzo del curso escolar se van a quedar con una mano delante y otra detrás, lo que disparará exponencialmente el impago de hipotecas (que este mes de Junio suben en unos 770 euros al año para abrir boca), más si consideramos que el Euribor sube y subirá; el despilfarro y el nepotismo no cesan, el IBEX se cae y el diferencial con Alemania no para de elevarse.

En fin, que a pesar de que Carrillo no casca, vamos a ver si al menos Chavez...

Bueno, pues mañana volveremos a nuestro bloque histórico, de la Primera Guerra Mundial, allí donde lo dejamos.

A descansar, si este calor nos lo permite.