Es bien conocido que trás la Primera Guerra Mundial el Imperio Austro-húngaro quedó desmantelado en dos nuevas naciones: Austria y Hungría, ambas dos repúblicas. Pero lo que quizás no sea tan del dominio público es cómo comenzó aquel bicefalismo imperial.
Con el juramento de fidelidad prestado por el gobierno húngaro, con Julius conde de Andrássy como presidente, al emperador Francisco José, finalizan las negociaciones iniciadas en 1865 para llegar a un compromiso austro-húngaro.
Austria, derrotada en Italia (1859) y eliminada de Alemania (1866), se ve obligada a buscar otro sistema de gobierno. Después de varios fracasados intentos de negociación se firma el compromiso austro-húngaro, del que surge la doble monarquía austro-húngara. Por el compromiso, que entra en vigor el 15 de Marzo, ambas partes del reino permanecen como dos estructuras de estado: Hungría que recupera su constitución de 1848, administra la Transleitania (al otro lado del Leitha), o parte oriental del imperio; los austriacos la Cisleitania, que comprende Bohemia, Bucovina, los estados austriacos, Galitzia, Iliria, Istria, Moravia y Trentino. El emperador, soberano hereditario de la doble monarquía, mantiene juntas ambas partes del reino, que recibe una constitución propia con un parlamento, integrado por dos cámaras. La política exterior, la defensa y las finanzas de estado conjuntas son asuntos comunes que requieren la formación de tres ministerios.
Robert Walpole en un discurso pronunciado en la cámara de los comunes el 13 de Febrero de 1774, decía:
"Los patriotas brotan como los hongos. Yo podría hacer surgir cincuenta antes de 24 horas. He improvisado a muchos de ellos en una noche. No tengo sino negarme a atender una petición insolente o absurda, y ya tenemos un patriota".
Tal parece, amigos míos, que Rajoy no piensa mover un dedo para evitar que AMAIUR entre en el Congreso como grupo parlamentario, a pesar de la sentencia de Supremo y de las evidencias del sentido común, y ello, casi seguro, en nombre de "la democracia" y de un buen rollito que cocinará el PP sobre el cadáver de una España en coma irreversible. Si esta chusma ingresa con todos los derechos en el Parlamento lo harán, en primer lugar representando, cada uno de ellos, a la nación española y a cada uno de sus ciudadanos, en segundo lugar sacando un dineral de nuestros bolsillos para mantener el delito y el crimen en Vascongadas, y además teniendo acceso a todos nuestros datos y el de nuestras familias. De modo que, muchas personas somos objetivos perfectamente identificados. Ahora vamos a lo nuestro:
Los asesinos vascos dejan claro clarísimo ante los medios de comunicación que si no hay amnistía habrá asesinatos (extorsiones, amenazas y acumulo de armas se siguen produciendo). Ya lo he comentado en otra ocasión: no es lo mismo indulto que amnistía. En el primer caso conllevaría sacarles de la cárcel y perdonarles los crímenes, que ya tiene huevos, pero en el segundo habría que borrar todos sus antecedentes como si nunca hubieran delinquido. Y esto, no les quepa la menor duda, corresponde a la negociación del PSOE, algo que a sus votantes les debe parecer de perlas, y a la izquierda en general. De modo que dejemos el asunto de Camps, el de Urdangarin, el juicio de Garzón, el de los contrasentidos de la corona y todas estas mandangas para la distracción popular y vamos a lo serio.
Por cierto, espero que el Rey critique, en el discurso de Navidad, este atropello a las instituciones. ¿A que no tiene huevos?
Hace unos días comenté que se habían unido a Inglaterra otros paises europeos para rechazar las medidas de "rescate" del euro. Posteriormente todos dieron marcha atrás, menos Inglaterra. Bien, lo verdaderamente importante no fué la enmienda de Hungría, Checoslovaquia y Suecia, algo que huele a intereses políticos, sino que están hasta las narices de todo este show del euro y la "Europa unida" un montón de países y si no se ha venido abajo hoy, ya lo hará mañana.
Nicolás Fernández de Moratín escribía en su día:
"El mundo comedia es,
y los que ciñen laureles
hacen primeros papeles...
y a veces el entremés".
Que descansen.
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