En el año 41 adC., después de reprimir la sublevación de las tribus del interior del país, y con el apoyo de Marco Antonio, Herodes, llamado el Grande, es proclamado rey de Judea. De origen idumeo aunque de religión mosaica, Herodes había sido gobernador de Galilea y fue confirmado en el poder por Octavio. Bajo su mandato, Judea reforzó su condición de estado vasallo y disfrutó de cierta autonomía en asuntos interiores. El país, pobre y atrasado, no interesaba al imperio romano más que como un eslabón estratégico que permitía defender Siria y Egipto. De ahí el interés que mostraba por sentar en el trono a un monarca de probada lealtad, herodes rechazó a los partos, alejó la amenaza árabe y extendió las fronteras del reino. Fomentó el comercio, la artesanía y la agricultura; ayudó a recuperarse a las ciudades arruinadas por la guerra e hizo reconstruir el viejo puente de Cesárea.

Ordenó la construcción de un nuevo templo en Jerusalén, que fue consagrado en el año 10 adC., y protegió el culto judío, pero levantó templos en honor a Octavio, vigiló el estricto cumplimiento de los ritos religiosos del imperio romano y apoyó la difusión de la cultura grecorromana, para lo cual hizo erigir anfiteatros, gimnasios y estadios. En sus últimos años asistió a las disputas que, por su sucesión, entablaron los numerosos hijos que había tenido en sus 10 matrimonios. En el Nuevo Testamento, aparece como autor de la orden de degollar a todos los niños varones de Belén.

José Echegaray en "El Gran Galeote" decía:

"¡El delito es prudente y cauteloso! ¡En cambio qué imprudente la inocencia!".

¡Ya están aquiiiii! Esta es la conocida frase que dice una niña de apenas 5 años en la película de "Encuentros en la Tercera Fase", cuando se da cuenta de la llegada de los extraterrestres. Pues, señor, resulta que esta misma frase me viene a mí de perilla para anunciar una noticia, cuando menos muy, pero muy preocupante: "El "islamismo moderado" puede ganar las próximas elecciones "democráticas" en Marruecos. En fin que para mí que se celebren unas elecciones democráticas en Marruecos, me suena como tildar de democracia la política española tan cómodamente diseñada para los próceres, y que nos anuncien islamistas moderados... bueno me resulta tan intragable como una ETA arrepentida y vencida o un partido comunista democrático (o un constructor honrado o un catalán generoso). Ya hemos comentado este extremo en este blog: el norte de África dominado por "islamistas moderados", es muy, muy, muy peligroso. ¡Y nosotros con los moros dentro de casa!

Por otro lado, también me preocupa, y mucho, el tema del despido de Granados de la ejecutiva de la Comunidad de Madrid, porque ¿no será que Esperanza Aguirre está blindándose respecto a Mariano que ya ha demostrado repetidamente que va a por ella, por ejemplo en su oferta a que se marchara del partido durante el congreso de Valencia, y -¡que mal pensado soy!- el encamado del gallego con Gallardón, a la sazón la oposición de la Presidenta. A todas luces a Mariano, Aguirre le resulta excesiva y radical, porque hace sombra, porque dice lo que piensa y piensa lo que dice, y piensa tan claramente (así le va en las urnas) que presumo resulta incompatible con el "pasar página" del presidente electo, o el "gobernar con TODOS", o no volver a tocar el 11-M, o dejemos en paz el FAISÁN, y ¿por qué darle más vueltas al aborto, a los matrimonios gays, a la "muerte digna", al Estatuto de Cataluña, a las imposiciones feministas, al sistema fiscal vasco, o a lograr "la paz" en Vascongadas siguiendo la ruta establecida? De hecho ya se habla en la prensa de la sustituta de Esperanza Aguirre. ¡Mariano que no te quito el ojo de encima!

Finalmente comentaremos que los obispos españoles, al parecer, han afirmado que ellos no dan directrices a los gobiernos. Es verdad, ellos solo se las dan a los independentistas catalanes y a los asesinos vascos.

Eurípides sentenció, en una de sus tragedias, en los siguientes términos:

"A quién Dios quiere perder le quita antes el seso".

Buenas noches, amigos.