domingo, 27 de marzo de 2011

Vamos a continuar con cosas de nuestra Historia de España. Hoy voy a iniciar este comentario recordando que las Islas Filipinas, se llaman así en honor a Felipe II, que fueron descubiertas el 16 de Marzo de 1521 por Magallanes y que este navegante que murió en las mismas sin haber conseguido dar la vuelta al mundo, como era su intención, empresa que llevaría a cabo uno de sus capitanes llamado Juan Sebastián Elcano.
Despues de esta conquista Felipe II dominaba un imperio que ya no solo limitaba su territorio a Europa, sino a gran parte de América del norte, central y del sur y desde este momento también en Asia. Por ello se llegó a decir que en sus dominios nunca se ponía el sol.
Pues bien, habíamos dicho el otro día que Antonio Pérez fue el valido o secretario principal de Felipe II. El padre de este caballero lo fue así mismo de Carlos I, y el hijo heredó el cargo también con Felipe. Era un noble inteligente y audaz en su labor, de modo que todo fue sobre ruedas, hasta que una mujer, doña Ana Mendoza, esposa del fallecido Príncipe de Éboli, la cual, a pesar de que la faltaba un ojo (llevaba un parche), tenia más vista que todos los tercios juntos. Este defecto nunca estorbó para que fuera famosa su belleza, lo que, junto a sus habilidades en la corte le facilitaran sustanciosos contactos entre las altas esferas de la vida política.
No le fue difícil engatusar a Antonio para que robara secretos de estado a los que, naturalmente, tenía acceso, para traficar con ellos, y de este modo ambos se hicieron de oro, a la par de conseguir un poder comparable al del rey, que no solo era lento, sino que a veces parecía lerdo, porque todo el mundo se había enterado que Antonio Pérez había mandado matar al secretario de su hermanastro, Juan de Escobedo, que estaba dispuesto a desenmascarar a la parejita, menos él (salvo que fuese el mismo Felipe quien ordenara ese asesinato para quitarse a Juan de Austria de encima, como algunos sospechan puesto que, además, Pérez, acusó a don Juan de Austria de intrigar contra el rey en los Países Bajos). Entre tanto el rey seguía sin dar señales de haberse enterado, ensimismado con sus papeles y actas. ¡Ahora, que cuando se enteró! Para empezar encarceló a Antonio, en 1579, sometiéndole a tortura.
Escapó el bribón de su prisión, ayudado sin duda por la princesa de Éboli, en 1590, yéndose a refugiaren Zaragoza bajo la protección del Justicia de Aragón, algo así como el Defensor del Pueblo, pero cuya misión era dirimir conflictos entre el rey y los nobles en aquellas tierras del antiguo reino del bisabuelo del monarca.
Ahora bien, Felipe II era lento pero no idiota, de modo que mandó su ejército a tierras de Aragón y se acabó la broma, la teoría leguleya y las tradiciones. Antonio Pérez hubo de salir por pies y acabó muriendo en París.
El final de los días de Felipe II fue amargo y penoso, la gota se lo había comido literalmente y acabó muriendo cubierto de úlceras apestosas que se le pegaban a las sábanas, por lo que apenas se las podían cambiar, salvo riesgo de arrancarle la piel, ni lavar, y envuelto en sus propios excrementos falleció el 13 de Septiembre de 1598. Que a nadie le quepa la menor duda que vale más la salud que el poder. Un breve recordatorio de notables intelectos, de la época de Felipe II: Lope de Vega, Cervantes, Sta. Teresa de Jesús, Fray luis de León, Tiziano Greco, cuya pintura, la verdad, al rey no le gustaba nada.


Si nos atenemos a la opinión de Tolstoi, en su obra "la esclavitud moderna" asentiremos con él con esta reflexión:
"Todas las tentativas que hasta aquí se han hecho para derribar los gobiernos por la violencia, no han conseguido más que sustituir al derribado por otro nuevo, a veces más cruel que el anterior".
Queridos amigos, los levantamientos populares en países musulmanes, aunque de manera irregular, continúan dejando un saldo de muertos y heridos, causados por la represión de las autoridades correspondientes, muy preocupante. Siria, Jordania y alguno de los Emiratos, se encuentran en una situación de claro cambio de régimen al precio que sea; ello sin contar con Libia, el endemoniado Irak y el Líbano, donde las milicias terroristas de Hizbolá tienen más poder que el ejército regular del estado lo que hace muchos años que la sitúa en la cuerda floja. No sé si los alborotadores conseguirán sus propósitos, y tampoco sé que es lo que llegaría detrás del actual sistema de gobierno, aunque lo que más me preocupa, a día de hoy, es a quien beneficia este desorden social ¿a los extremófilos islámicos del entorno? ¿a potencias occidentales, de los que no sé que pensar dado el poco interés en capitalizar la revolución libia? ¿a intereses de la multimillonaria internacional judía? ¿a la Rusia de Putin?... Lo cierto es que la gran pregunta a medio plazo ha de ser: despues de lo que hoy gobierna ¿que llegará? Indudablemente alguien tiene en la cabeza la idea clara del diseño, del proyecto postrevolucionario, que duda cabe que muy peligroso para la seguridad internacional, pero hoy por hoy oculto a nuestro conocimiento, pues que yo afirmo que la majadería esa de inculcar la democracia en los cerebros que se alojan debajo de un turbante...
Cervantes decía:
"Dejad el cuidado al tiempo, que es gran maestro de dar y hallar remedio a los casos desesperados".
Mientras tanto, por una u otra razón, Europa se sigue desmigando, aunque quieran sus líderes dar una sensación de unidad de criterio y de proyecto inequívoco. He de ser sincero y dejar claro que los alemanes nunca han sido santos de mi devoción, (lo mismo que tampoco los, ahora dolientes japoneses), pero que salgan el otro día acusando, sin más, y por motivo de la crisis libia, de un "exceso de testosterona al patético Sarko", y en labios del ministro de exteriores teutón, cuando tiene una primera ministra a la que solo le falta el tricornio... En cualquier caso si quieren afear al francés su "ardor guerrero", debemos recordar que si algo no le sobraba a Hitler, al decir de los historiadores, era semejante hormona testicular, y en cambio la historia reciente ha dejado en sus escritos el carácter armígero de una presidenta británica a la que todo el mundo conoce como "la dama de hierro". Lo notable es que los germanos nunca hablan a humo de pajas, no, al menos, como los zapaterillos ibéricos, y una declaración de este jaez, que rompe claramente la fortaleza del eje franco-alemán, tiene una misión política dentro de su sentido estricto. ¿Tanto necesita Merkel el aplauso de la progresía germánica? ¿O es que los rojos y los verdes, valga la redundancia, le estan pisando el sembrado? Parece que esto sí es motivo para su preocupación y el giro político que está dando. De cualquier forma, créanme, Europa no existe como unidad con destino en lo universal; y si no al tiempo.
"Quod ratio non quit, saepe sanavit mora". Afirmaba Séneca.
Finalmente, por hoy, me ha llamado la atención una noticia al parecer de segundo orden, pero a la que se puede sacar punta. resulta que la Chacón, empeñada en gobernar la puta España, está muy mosqueada con los correos electrónicos que se mandan los militares, y afirma que va a cotillearlos y a castigar severamente al autor de alguno que no sea de su gusto. ¿Que teme la ministra? ¿Que, o a quien temen los socialistas? Bien es verdad que ya se han ocupado de colocar en las cúpulas de la milicia a bastones de mando con carné o en cualquier caso de obediencia suprema, pongamos por ejemplo el JEMAD. Pero ¿Y de coronel o de comandante para abajo? ¿Huele la porreta de la independentista catalana el tufo de algún cocido de difícil digestión? ¿La agresividad displicente del vil Rubalcaba o la sublimación (término físico que define el paso directo de sólido a gas) de Zapatero tienen alguna lectura entre líneas? ¡Quien sabe!

Que descansen y mediten.

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